Tristeza, indignación y vergüenza

Queremos compartir con ustedes nuestra tristeza, indignación y vergüenza por la repugnante conducta de algunos trabajadores de Oxfam Gran Bretaña en Haití en 2011, así como nuestra solidaridad con las mujeres cuya dignidad se violó y cuyos derechos se pisotearon.

Oxfam Gran Bretaña, como responsable directo de esas personas, recibió la denuncia, investigó, sancionó e informó a su público y donantes. En esa época, hace 7 años, el nivel de integración en el trabajo de los Oxfams era mucho menor del que tenemos ahora, siendo cada Oxfam responsable de sus operaciones, protocolos y sanciones. El caso no implicó a ningún miembro del personal de Oxfam Intermón pasado o presente y en ningún caso se produjo fraude económico y en absoluto esto tiene impacto en la gestión de las donaciones recibidas para la emergencia. Pero esto no  evita nuestra profunda preocupación e indignación por estos hechos.

Por eso, todos los hombres y mujeres que trabajamos en Oxfam, tanto en la filial española, Oxfam Intermón, como en los 90 países en los que estamos presentes, estamos volcados en que esos hechos no se vuelvan a repetir y en que, si llegara el caso, se proporcione una respuesta interna, inmediata y legal si procede. Un compromiso que no es nuevo: desde 2011 hemos robustecido nuestros protocolos internos de actuación en este sentido.

Por eso, sin quitarle ni un ápice de gravedad a lo ocurrido, queremos confirmar a las personas e instituciones que colaboráis con nosotros y a toda la sociedad nuestro compromiso con la integridad y la protección de las mujeres y de las personas más débiles, así como asegurar que tenemos protocolos de actuación sólidos que mejoramos de forma continuada con la experiencia.