Anuario Mèdia.cat 2013, quince reportajes incómodos para reivindicar el oficio de periodista
El oficio de periodista levantó ayer un poco más la cabeza en la presentación de la cuarta edición del Anuario Mèdia.cat. Con un panorama mediático salvajemente golpeado por la crisis –desde 2008 se han cerrado cerca de 300 medios y se han perdido cerca de 12.000 puestos de trabajo ocupados por periodistas en el Estado– el acto sirvió, más allá de para descubrir los quince temas seleccionados de este año, para reivindicar la importancia de la profesión y recordar su delicado estado de salud. “Una sociedad sin un buen periodismo tiene un relato borroso de sí misma”, glosó sólo comenzar el acto Neus Bonet, actual decana del Col·legi de Periodistas, que pidió a los responsables del proyecto que cuenten más con el Col·legi, “la casa de todos los periodistas”.
La gran expectativa estaba, sin embargo, en conocer los quince reportajes en profundidad sobre las quince temáticas que durante 2013 fueron silenciadas por los medios de comunicación. El proyecto del Grupo Ramon Barnils liderado por los periodistas Roger Palà y Sergi Picazo comienza este año con una inmersión en las subvenciones de la Generalitat –por valor de 100 millones de euros– a dieciséis escuelas vinculadas al Opus Dei los últimos cuatro años. El tema cobra importancia, como recordó Palà, dado que el próximo mes de septiembre toca renovar, o no, el contrato con estas escuelas, de tal forma que el ejercicio periodístico podría servir para presionar a la administración. El artículo, firmado por Nuria Vilà, contextualiza los 25 millones de euros anuales en subvenciones de la Generalitat en los colegios que segregan por sexos en un momento de recortes en el sector educativo y deja en evidencia la consellera de Ensenyament, Irene Rigau, que se negó a participar en el artículo.
El mismo día que los Mossos celebraban su festividad, el Anuario presentaba uno de los temas que, quizás, más darán que hablar. Sobre todo teniendo en cuenta la situación de descrédito del cuerpo a raíz de las diferentes denuncias por agresiones. Se trata de un trabajo de Víctor Saura, periodista vinculado a esta casa, que habla con varios policías que, desde el anonimato, desgranan las irregularidades del cuerpo policial de la Generalitat.
Igual de oportuna resulta ser una investigación sobre el hasta ahora ministro de Rajoy, Arias Cañete, que justo ayer se presentaba en Cataluña como candidato al Parlamento Europeo por el grupo popular. Según el reportaje, Cañete es uno de los principales beneficiarios del cambio legal en la Ley de Costas que él mismo impulsó. Así lo evidencia un informe elaborado por Greenpeace que rescata el Anuario y que muestra como el cambio de la ley de Zapatero beneficiará a los negocios de Cañete y a empresarios vinculados al PP, como Abel Matutes o Juan Bautista Soler.
A raíz de la presentación de este reportaje, escrito por Alba Vera, cosecha de 1992, que actualmente cursa el último año del grado en Periodismo en la Universidad Autónoma, Palà denunció la fractura generacional que han sufrido las redacciones. “Se hace difícil ver gente joven de menos de 30 años trabajando en los medios”. En este sentido, enfatizó la juventud de los redactores de este año: dos tercios de los escritores nacieron después del 1980.
Las 'puertas giratorias' entre la administración pública y el sector privado, un repaso histórico de la corrupción catalana –encabezada por el PP de largo y seguida por CiU– o los sueldos de los directivos catalanes del IBEX-35 son sólo algunos de los quince reportajes que por cuarta vez el colectivo dedica a los temas que no tuvieron una cobertura destacada durante el pasado año. Especialmente hirientes son las cifras de este último trabajo, firmado por la periodista Laia Altarriba, que comienza así: “los 86 directivos de los Países Catalanes en las empresas del Ibex-35 cobran 366.562 euros anuales de media”.
Según el trabajo, José Oliu, presidente del Banco Sabadell, cobró el año 2013 2.842.000 euros, lo que supone un salario diario de 7.780 euros. El mejor pagado de los 86 catalanes con cargos directivos en las empresas del Ibex-35. Le sigue de cerca Juan María Nin Génova, que, por su participación en los consejos de administración de CaixaBank, de Gas Natural y de Repsol, percibe un total de 2.682.000 euros. El bronce se lo lleva un mallorquín, Francisco Reynés Massanet, que suma un sueldo de 1,45 millones como consejero delegado de Abertis.
Estos y otros trabajos periodísticos vieron la luz ayer y podrían tener recorrido a partir de ahora. Y es que temas como el caso Urdangarin, los escándalos en los CIE o los ministros franquistas del Gobierno del Estado se publicaron en las tres primeras ediciones del Anuario antes de ocupar las portadas de los grandes diarios. Un periodismo de investigación riguroso e incómodo posible sobre todo gracias a una de las fortalezas del proyecto: su independencia económica. De hecho, el proyecto se sustenta gracias a la financiación colectiva –438 micromecenas y 10.470 euros recaudados en Verkami–, el apoyo de seis universidades –UAB , UPF , URL , UV , UVic y UdL– y del Col·legi de Periodistes de Catalunya. Como novedades respecto a ediciones pretéritas, Palà puso en valor el periodismo de datos –“no entendemos un periodismo sin datos”– o la apuesta por la infografía, que acompaña todos los artículos.
Un contexto hostil
Las presiones de los poderes financieros y políticos sobre la libertad de expresión y el miedo, el desánimo y la autocensura ocuparon buena parte de las intervenciones de los ponentes. Con voz radiofónica David Bassa reivindicaba la figura de Ramon Barnils, “que defendió un periodismo crítico, independiente y riguroso”. Bassa dibujó sin rodeos un escenario mediático apocalíptico y recordó que el periodismo, después de la construcción, es la profesión más castigada por la crisis. El presidente del colectivo de periodistas Ramon Barnils reivindicó el periodismo reflexivo y pausado – “que como demuestra cada año el Anuario tiene su público”–en contraposición al periodismo de teletipo, con prisas y con pocas garantías de contraste.
Bassa explicó que el proyecto no pretende únicamente tratar temas necesariamente “ocultos, silenciados o buscar cada año el Watergate catalán”, ya que hay casos de gran exposición mediática que no se han abordado desde la raíz. Como ejemplo citó el caso Castor, presente en los medios a partir de los terremotos en las costas de Tarragona, pero poco contextualizado “tras años de concesiones y regulaciones favorables con gobiernos del PP y el PSOE”.
En la misma línea se manifestó el Roger Palà, que comenzó su intervención dejando claro que el Anuario no va contra nadie. “Hay grandes profesionales en los principales medios de comunicación, que son los que tienen los recursos para hacer el mejor periodismo”, dijo. Hecho este matiz previo, puso en valor el trabajo de los portales alternativos, los medios emergentes e independientes y los proyectos periodísticos de proximidad arraigados al territorio, “una brecha de esperanza para la profesión”.
El otro actor principal del Anuario Mèdia.cat es el periodista Sergi Picazo, que a pesar de ceder el protagonismo a su compañero Palà, intervino desde el banquillo. Picazo explicó lo que le contestó Noam Chosmky a la pregunta sobre qué necesita un buen periodista. “Desobedecer”, le respondió. El coordinador del proyecto animó a los periodistas más jóvenes a “no quedarse en la espuma de la información”, a rascar hasta encontrar la verdad. Antes de terminar el acto, Picazo y Palà, coordinadores de la publicación durante los últimos cuatro años, anunciaron que cederán su lugar a otros miembros del grupo Barnils: “con una legislatura basta”.
Del mundo de la política, se pudo ver a Dolors Camats (ICV) y David Fernández, que antes de ser portavoz de las CUP en el Parlament, ejercía de periodista en el semanario La Directa. También se podían ver profesionales del mundo del periodismo más crítico, como Marta Sibina de la revista Café amb Llet, entre un público muy joven. Estudiantes de periodismo, becarios y periodistas precarios que, a pesar de todo, quieren vivir con dignidad de este oficio.