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“No me gusta la imputación de Collboni, seremos implacables”

Gerardo Pisarello, primer teniente de alcaldía, en el Ayuntamiento de Barcelona

Yeray S. Iborra

Gerardo Pisarello, primer teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona, ha manifestado en reiteradas ocasiones el cansancio del gobierno; un gobierno con 11 concejales de los 41 que conforman el pleno de la ciudad, que ahora pasa a 15 con la incorporación del PSC. En la mesa de su despacho tiene hasta tres tipos diferentes de vitaminas, se las proporcionan los mismos trabajadores de la casa. “Están preocupados por mi salud”, dice risueño.

Barcelona en Comú gana con este pacto nuevos efectivos, cuatro concejales del PSC conocedores del Ayuntamiento. Pero, según han manifestado sus potenciales aliados del gobierno en el consistorio, Esquerra y la CUP, BComú puede perder el favor de las formaciones de izquierdas con la alianza con el PSC. Para Pisarello todo dependerá de las “medidas concretas”. Más allá de eso, BComú se ha librado de una parte del control del Área económica del gobierno: Jaume Collboni será segundo teniente de alcaldía y se encargará de Promoción Económica, Empresa, Cultura e Innovación. El gobierno de Colau ha fragmentado su gobierno para facilitar la entrada al PSC. A las primeras de cambio han surgido discrepancias: Xavier Marcé cayó como candidato a la comisión de Cultura en poco tiempo.

Catalunya Plural termina con Gerardo Pisarello una serie de entrevistas con los partidos interpelados por el pacto en el Ayuntamiento de Barcelona después de entrevistar al líder de ERC, Alfred Bosch, la concejal de la CUP, Maria Rovira y la número dos del PSC Barcelona, Carmen Andrés.

¿Considera baja la participación en la consulta por el pacto? ¿Un 27'6% es la cifra que esperabais?

Siempre que hay procesos participativos se debe ser autocrítico y consciente de que la gente podría haber participado más. Pero comparando con otras consultas internas, la participación es bastante elevada. En todo caso, el resultado refleja que BComú es una organización viva y exigente y que no da cheques en blanco. Pero sí, se deben mejorar mecanismos. No se ha hecho publicidad interna, por ejemplo.

Pero Colau ha insistido mucho en la llamada por el 'sí'.

Sabemos que es un resultado exigente. Hay gente que ha votado con duda. Somos una plataforma ciudadana que se formó hace un año e imagino que hay mucha gente, simpatizante de BComú, a la que la idea del pacto le daba miedo. Miedo a que se pierda esta iniciativa transformadora por la que hemos llegado a las instituciones. Nosotros celebramos el resultado porque nos da confianza y nos exige que no se desdibuje nuestra propuesta.

¿Cuál es el principal motivo del pacto con el PSC?

Algo que hemos aprendido en este año es que sólo con 11 concejales dispersos, ocupados en materias totalmente disímiles, es muy difícil sacar adelante propuestas fundamentales para nosotros.

¿Le damos la razón a la CUP que faltaba una cierta reflexión sobre qué son las instituciones y cuál es el papel que se puede jugar en ellas?faltaba una cierta reflexión

Esta reflexión se había hecho. Somos plenamente conscientes de las dificultades, pero cuando te presentas no sabes si optarás a 11, 12 o 16. Hemos manifestado que nos asociamos al PSC por una cuestión de cansancio, pero más que por eso, pesa un motivo de dispersión. Debemos evitar la dispersión: no puedo levantarme por la mañana en mi distrito, luego una reunión, una comisión... Al final no hago bien ninguna de estas cosas. Lo importante para mí es poder tener tiempo para cuestiones estratégicas del gobierno.

Pero hicisteis una campaña ganadora, sabíais a qué os enfrentabais.

Sí, la hicimos. Y ganamos. Pero obtuvimos 11 concejales. Y necesitamos una cierta estabilidad y que nuestros concejales tengan tiempo para dedicarse a medidas concretas. A nosotros nos hubiera gustado un acuerdo de gobierno más amplio, aunque hay que recordar que las medidas aprobadas hasta ahora se han aprobado con el apoyo del PSC, ERC y CUP.

Parece que, por lo que han dicho ERC y CUP, este apoyo no será tan claro a partir de ahora.ERCCUP

En la ciudad de Barcelona siempre tienes que pasar por una decisión de plenario que exige al menos 21 votos, por tanto, no se trata de que renuncies a tu programa sino que cada vez que propones cambios para los vecinos se creen alianzas. Nosotros hemos aprendido que hay que ser lo suficientemente flexible y hábil para conseguirlas. A partir de ahí, si ERC o la CUP se separan de nosotros, creo que dependerá de las medidas concretas. Nosotros ahora vamos a ser 15 pero para aprobar cosas de fondo seguiremos necesitando a ERC y a la CUP. El otro día me encontré con Eudald Calvo, el alcalde de la CUP en Argentona y miembro de la AMI, y allí la CUP gobierna con el PSC, ERC e Iniciativa. ¡También con el PSC! Y me imagino que no han perdido su impulso transformador. En Cerdanyola lo mismo, la CUP gobierna con ERC y Convergència, y tampoco lo han perdido.

Con el reparto de áreas, ahora con el PSC y previamente con Iniciativa, el papel de núcleo duro del gobierno... ¿No queda debilitado?

De cinco tenencias, conservamos cuatro. Iniciativa está totalmente insertada. Y en este año se ha demostrado que la confluencia ha funcionado muy bien: las medidas más avanzadas del gobierno las han llevado a cabo tanto concejales que provenían de Guanyem como de Iniciativa. No hemos hecho un reparto de sillas, sino una reestructuración transversal. Todo lo que lleven los concejales del PSC deberá coordinarse con BComú, sabemos que esto se debe demostrar con políticas concretas pero creemos que hay suficientes garantías como para confiar en la dirección política de este gobierno. El viernes mismo, tras ratificar el acuerdo, anunciamos la prohibición de contratación por parte del Ayuntamiento con empresas que operen en paraísos fiscales, o un Plan de Barrios que incorpora 150 millones por los barrios más desfavorecidos. Esto demuestra que el cambio no se detiene. Los concejales del PSC enriquecerán el gobierno y podrán ir más allá, siempre con el apoyo de ERC y la CUP.

¿Os habéis dado un golpe de realidad teniendo que pactar con un partido, el socialista, al que habías criticado tan duramente?

Fuimos críticos, y lo somos, con el papel de la socialdemocracia en el conjunto de Europa. De la noche a la mañana no nos parece bien la ley de desahucio exprés. Pero también somos conscientes de que en el mundo del partido socialista hay muchas almas. Y que la contribución del partido socialista a las políticas públicas es muy contradictoria... Pero han hecho cosas muy importantes. Muchas de las políticas sociales han sido gracias a la presión vecinal, pero también al partido socialista. Y ahora se abre una oportunidad para arrastrar al PSC a políticas de cambio y para que sus concejales puedan recuperar lo mejor de su tradición.

¿No es un mal precedente político incorporar a una persona imputada en un gobierno como el vuestro, el caso de Jaume Collboni?persona imputada en un gobierno como el vuestro, el caso de Jaume Collboni

No me gusta la situación, y menos vinculada a un caso de corrupción. Seremos implacables. Pero por el expediente que tenemos nosotros... Y teniendo en cuenta que él asegura que es inocente... [Silencio] Como consecuencia del acuerdo, hemos incorporado una cláusula en el Código Ético que dice que, en caso de que una persona pase a estar acusada, deberá presentar la dimisión. Lo importante es que haya un cierto compromiso de honestidad en el gobierno, y nosotros hemos establecido las reglas para que esto sea así.

Se han entregado áreas al partido socialista como la Fira, el Mobile, Barcelona Serveis Municipals, Mercabarna... Áreas empresariales que delimitan el modelo de ciudad.

Áreas de la promoción empresarial importantes, sí. En todas ellas, normalmente, la alcaldesa preside, y no el PSC. Por lo tanto la alcaldesa tendrá la última palabra y hemos demostrado que tenemos un equipo que sabe hacer prevalecer sus posicionamientos. La política económica del Ayuntamiento continúa dependiendo de la primera tenencia de alcaldía, la mía: el núcleo del proyecto económico del nuevo gobierno sigue siendo de BComú. Creemos que existen las condiciones necesarias para sacar adelante políticas de cambio y, de hecho, muchas de las políticas económicas que hemos sacado adelante hasta ahora, como las ordenanzas fiscales o la modificación presupuestaria, han sido con el apoyo del PSC. No de Convergència, ni de Ciutadans, ni del PP. Esta es la realidad. No podemos hacer un juicio global del PSC como partido, el PSC de Barcelona ha votado en favor de las políticas de cambio.

¿Cuáles son las líneas rojas con el PSC? Porque habrá discrepancias, como manifestaba el sábado Carmen Andrés en entrevista con Catalunya Plural: moratoria hotelera, parque de vivienda pública...manifestaba el sábado Carmen Andrés en entrevista con Catalunya Plural

Lo que hay que saber es que en un gobierno de 11, que debe seguir siendo de 11 durante cuatro años porque no se pueden convocar nuevas elecciones, tú debes poder reflejar el mandato de cambio pero también la capacidad de llegar a acuerdos. Ellos no comparten la moratoria hotelera, pero el resultado final al que estamos llegando -el turismo no debe gobernar la ciudad y hay zonas donde se debe decrecer- es una cuestión compartida. Se deberá llegar a acuerdos caso por caso.

¿Estos acuerdos incluirán a otras fuerzas?

Mira, tiendo a pensar que también estamos en una precampaña electoral y que las declaraciones de ERC y la CUP responden a esta campaña. En una situación muy concreta. Alfred Bosch mismo nos retiró la confianza tres o cuatro veces, y nos hemos entendido en políticas cotidianas. Cuesta creer que ERC y CUP, si continuamos con políticas que favorezcan a la ciudadanía, nos retiren el favor que nos han prestado a lo largo de este año. Insisto, esta ampliación de gobierno no nos moderará, seguirán las políticas de cambio.

Ha manifestado que la propuesta por parte del PSC de Xavier Marcé en Cultura, que acabasteis rechazando, se recibió con cierta estupefacción desde BComú. ¿Cree que se ha entendido en qué consiste el cambio en el PSC?propuesta por parte del PSC de Xavier Marcé en Cultura

Quizás la propuesta del PSC no reflejaba de la mejor manera lo que había sido la política de BComú en materia cultural hasta ahora. Pero son temas que se deben poner sobre la mesa, y así se hizo. En todo caso, no presentaremos una versión idílica del gobierno, no mostraremos un gobierno sin conflictos. Pero demostraremos que la conflictividad en política puede ser virtuosa e importante. Hemos llegado a acuerdos, y quien acabe llevando cada área acabará incorporando la idea de BComú y del PSC.

Si cuando amplías el gobierno lo amplías con gente que tienes que atar en corto, ¿no es un sinsentido?

[Ríe] Bueno, gestionar un Ayuntamiento siempre es una maratón y te exige muchísima dedicación y sin duda, como en cualquier gobierno de coalición, habrá discrepancias pero se generarán dinámicas de confianza. Y si los acuerdos no se producen, todo es reversible en la vida. Pero creemos que existen las condiciones para poner sobre la mesa estas discrepancias y llegar a acuerdos. Estamos convencidos de que tenemos que ser un gobierno de frente amplio: nosotros no hemos hecho como queríamos el programa de BComú este año porque somos 11 concejales. Y, por tanto, tenemos que llegar a acuerdos para llevarlo a cabo. Como hemos dicho, pensamos que lo que más se acerca a la filosofía de aquel programa es un frente amplio con PSC, ERC, CUP. Dentro o fuera del gobierno.

BComú generó un relato ganador apenas hace un año. ¿Cree que este pacto con el PSC será recordado como una derrota en este relato del cambio?

Dependerá de los acuerdos concretos en las instituciones, pero también dependerá de lo que pase fuera. La regeneración no sólo vendrá por lo que pase en el Ayuntamiento, también llegará si la ciudadanía se organiza, presiona, sale a las calles y defiende sus derechos. Si esto no ocurre, es igual a los acuerdos concretos a los que se puedan llegar. La clave está en si el movimiento municipalista avanza, no sólo en Barcelona. No hay solución mágica dentro de las instituciones, si la gente no se organiza, lo que podremos hacer será muy limitado.

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