Jordi Planagumà: “Por una cuestión política estamos penalizando el consumo cultural”

El Black Music Festival de Girona está dedicado a la música negra, del soul al hip hop pasando por el funky, el rock o el gospel. Arrancado el año 2000, actualmente llega a un público de 9.800 personas. Ahora, la 12 ª edición, el festival se enfrenta a la crisis ya una subida del IVA que ha afectado fuertemente a la cultura. Desde el centro neurálgico que es la sala La Mirona de Salt, hablamos con Jordi Planagumà, su director y uno de sus impulsores.

¿Es un momento complicado para el festival con la crisis económica de fondo?

Llevamos dos años en los que se van reduciendo las ayudas de la Administración. Es una reducción general y lo entendemos como lógico. Las instituciones siguen apostando por el festival porque lo encuentran de gran interés para la especificidad y te apoyan con lo que pueden. Los presupuestos no están aprobados hasta el último día y lo que pedimos es que se definan previamente para poder tomar unas decisiones u otras con anterioridad. Debes tener un contacto muy directo para ver cómo enfocar el año. Por otra parte, nunca hemos estado sobrados de subvenciones, la música siempre ha sido la hermana pobre. Me parece mucho más grave el tema del IVA.

¿Quieres decir que la subida del IVA al 21% no ayuda nada...

Es la puntilla que nos faltaba, lo que más daño nos hará este año. Si bien la administración tiene menos recursos y destina menos, el público tiene menos dinero por culpa de la crisis. Las entradas antes tenían un 8% de IVA y ahora tienen un 21% y la gran dificultad es que tienes que intentar hacer lo mismo festival partiendo de que tienes un 13% menos. Y eso sí que es complejo, pues subimos los precios y la gente no tiene un duro... El que se inventó esto era muy perverso.

Así pues, la subida del IVA es como mínimo ineficaz...

Es una cosa hecha expresamente... la recaudación del IVA no subirá. Con las cifras que tenemos estos primeros meses vemos que recaudábamos más IVA antes, veníamos más entradas. Parece que el motivo es político y por una cuestión política estamos penalizando el consumo cultural. Está visto que esto no podrá durar mucho tiempo porque se acabarán los conciertos y las obras de teatro. Deberán rectificar antes de que sea demasiado tarde y que se haya ido por tierra el 50% de los festivales, el 50% de los teatros y que queden cuatro. Nosotros intentamos hablar con nuestros interlocutores pero están en Barcelona y los que tienen potestad a nivel fiscal están en Madrid. Estamos en un callejón sin salida.

¿Qué medidas ha tenido que tomar para suavizar esta situación?

Buscar más recursos privados pequeños e intentar mantener los grandes. La figura del pequeño patrocinador, del colaborador, del club de mecenazgo hacen que podamos contrarrestar en parte la subida del IVA. Es a lo que hemos tenido que dedicar más esfuerzos que nunca. El año pasado cubrir festival, es el objetivo, no intentar hacer el gran negocio. Nuestro presupuesto estaba sobre los 195.000 € y este año sobre los € 186.000. La hemos reducido pero hemos ampliado conciertos... Dirás cómo se hace esto? estando encima de cada euro que se gasta, hoy en día no puede hacer de otra manera.

Hay muchos cambios respecto ediciones anteriores del Black Music Festival?

Grandes diferencias no tenemos. Nos basamos siempre en el equilibrio entre artistas internacionales más conocidos y cabezas de cartel y artistas nacionales. Este año tenemos más proporción de artistas nacionales, pero no porque haya menos de internacionales, si no porque hemos programado más grupos que nunca. Los músicos de aquí tienen un peso muy importante.

Hace 12 años ... como empieza el festival, cuál es su génesis?

Arrancamos la sala La Mirona en Salt y aparte de hacer una programación muy diversa queríamos centrarnos en lo que nos gustaba. Hicimos una primera noche de blues pero festivales de blues ya había de consolidados. Salió la idea de hacer una ladera de todo lo que deriva del blues como raíz. El soul, el funky, el rythm & blues-y con los años el hip hop-eran estilos que en 2001 no tenían festivales propios. Había un público específico pero no tenían una aparinció a nivel mediático. Ahora son música mucho más de moda, sobre todo con artistas como Amy Winehouse que han recuperado el soul clásico. Nos ha ayudado mucho y se ha notado en el festival.

¿Tenéis objetivos en el horizonte?

Que el festival se conozcas más allá porque en un momento de convulsión económica seguramente lo que nos hace falta es intentar encontrar más público. El catalán ya nos conoce y nos gustaría mucho que se hablas más fuera de aquí. Es el caso de Francia, que está al lado pero que nos parece muy lejos. Es uno de los retos: que el público francés conozcas mucho más el festival y que se animen a desplazarse.

Este año colaboráis con el Festival Cruïlla de Barcelona…

Como el Cruïlla está organizado desde la Casa de la Música de Mataró y nosotros somos la Casa de la Música de Salt hemos querido marcar una noche con los mismos artistas. La idea es profundizar los lazos entre festivales en general para ayudarnos a nivel de difusión y de público; sumar esfuerzos en momentos que son complicados. Creemos en los vínculos para tratar de generar nuevas sinergias y hacer que el público lo tenga fácil sobre todo a la hora de recibir la información.

Haznos una pincelada del cartel de este año 2013

Tenemos propuestas internacionales que seguramente son lo que llama más la atención. The Brand New Heaven son una de las bandas de baile que marcaron más los finales del 80 y principios de los 90. Los Impresiones serían unos de los representantes más importantes del soul clásico que quedan en este momento y además vienen acompañados de Pepper Pots como banda base-dice mucho del soul que se está haciendo en nuestro país, demuestra que estamos a nivel internacional. Viene un mito como Mike Taylor, un Stone que acaba de regresar con los Rolling Stones en la gira de reunificación de 2013. O la Keny Arkana, que representa la parte más actual del hip hop-nos gusta que siempre haya pasado y presente-y es una de las propuestas más reivindicativas del panorama internacional...

Y también un incremento de bandas y artistas nacionales...

Casi el 70% de este año. Tenemos en Raynald Colom que ha hecho una producción exclusiva que engloba una mezcla de jazz con las tendencias más actuales de la música negra, y ha llevado una quincena de músicos; tenemos la Big Mama celebrando 25 años; la San Andrés Jazz Band, un fenómeno casi internacional con niños y jóvenes haciendo música con nivel, y también muchas más bandas... hay colaboración con la gente de Blackcelona y así damos presencia de la gran escena musical que hay en Barcelona.