Tras los numerosos casos de corrupción y de conflicto de intereses en la sanidad catalana, el Pacto Nacional de Salud debía permitir reformar el modelo sanitario. El conseller Boi Ruiz impulsó este pacto con el objetivo de construir un gran acuerdo entre partidos, sindicatos, asociaciones de pacientes, organizaciones profesionales y empresariales para imaginar el modelo de sanidad del futuro. Pero el consenso parece cada vez más lejos: ICV y CCOO anunciaron este jueves que abandonaban el pacto, mientras que la CUP ya lo hizo el pasado julio. Y las bajas podrían incrementarse, ya que Ciutadans -uno de los partidos que más ha criticado el sistema sanitario junto con la CUP e ICV-EUiA- también se está planteando retirarse.
En primer lugar, el desacuerdo proviene de la ausencia de compromisos presupuestarios concretos para revertir los recortes de los últimos años. El documento de trabajo actual, al que ha tenido acceso Catalunyaplural.cat, sólo prevé hacer “converger el nivel de gasto con la de los países con un PIB/cápita y sistema sanitario similar”. En este sentido, el diputado de ICV-EUiA Josep Vendrell lamentó que “no hay ningún compromiso para recuperar el gasto en salud y los puestos de trabajo perdidos” ni “medidas fiscales concretas para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario”.
CCOO también criticó que el borrador considera el sistema de copagos como fuente de financiación y “culpabiliza a los usuarios de hacer consumos inadecuados”. “Defendemos una sanidad pública concebida como un derecho de ciudadanía, en la que es imprescindible un replanteamiento radical de todos los copagos”, aseguró el sindicato en un comunicado.
Las organizaciones críticas con el modelo sanitario actual también deploran la falta de ambición en cuanto a una gestión transparente de la sanidad pública. La propuesta de pacto “no apuesta claramente por la transparencia, que se considera una mera compilación de datos de resultados (...) y no se compromete a la despolitización de la gestión de los centros sanitarios”, lamenta CCOO. Por su parte, el diputado de Ciutadans, José Manuel Villegas, critica que “no se admiten los errores que han conducido a los conflictos de intereses” y advierte que “no hay garantías de que estas situaciones no se vuelvan a producir en el futuro”. El portavoz de Ciutadans en la comisión de Salud del Parlamento también deplora la ausencia de una propuesta de colaboración con el resto de comunidades autónomas.
En cuanto a la CUP, que fue el primer partido político en abandonar este espacio, la crítica va más allá puesto que la formación independentista no acepta el modelo sanitario actual de cooperación público-privado porque lo cree responsable de los diversos casos de corrupción y de conflictos de intereses. “Este pacto no sólo evita cuestionar nuestro modelo sanitario sino que pretende reforzarlo”, explicaba la diputada Isabel Vallet en una entrevista a Catalunyaplural.cat. Como alternativa al modelo actual, la CUP aboga por un sistema de propiedad y de gestión 100% pública.
El otro principal punto de desacuerdo que expresaron ayer tanto CCOO como ICV-EUiA es la ausencia de la garantía de una asistencia sanitaria para todos los migrantes. Actualmente, la Generalitat permite el acceso al médico de cabecera a las personas que llevan al menos 3 meses empadronados -para acceder a los especialistas el mínimo es 1 año- pero el actual borrador no prevé ninguna mejora en este aspecto.
La comisión para el Pacto Nacional de Salud se reúne nuevamente este viernes para estudiar la última propuesta de borrador. Por primera vez, no participará la exconsellera de Salud, Marina Geli (PSC), que fue suspendida de todos sus cargos de portavoces por su partido.