El Gobierno aprueba reducir el caudal del Ebro
El Consejo de Ministros ha aprobado el nuevo plan hidrológico de la cuenca del Ebro, que limita el caudal del tramo final del río a 3.220 hectómetros cúbicos anuales de agua para poder destinar 11.000 a regar 1,4 millones de hectáreas.
Según ha explicado la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el plan establece caudales mínimos, “que se han definido después de un amplio proceso de participación” y de acuerdo con criterios científico técnicos, coherentes con la realidad física del río y que satisfacen todas las exigencias de la normativa de planificación.
Este caudal ecológico, según la vicepresidenta, garantiza las necesidades del Delta del Ebro y son factibles “gracias” a la existencia del embalse de Menquinenza, si bien la Generalitat y la Plataforma en Defensa del Ebro (PDE) ya han adelantado su oposición a esta cifra por considerarla insuficiente.
Rechazo desde el Delta
La Plataforma en Defensa del Ebro asegura que el plan puede tener efectos devastadores, que podría significar “la muerte del Delta” y que, además, abre la puerta a nuevas propuestas de trasvase. Por todo ello, anuncian que activarán la maquinaria de defensa jurídica que tenían preparada en previsión de la aprobación del plan con el objetivo de llevarlo a los tribunales españoles y europeos.
El alcalde de Tortosa, Ferran Bel, de CiU, ha negado que el caudal aprobado por el Consejo de Ministros sea suficiente para satisfacer las necesidades del Delta. Además, pone en duda el plan de inversiones anunciado por el Ministerio, que considera “falaz”, ya que teóricamente debería ejecutarse antes del final del actual ejercicio.
Desde ICV-EUiA, han anunciado que llevarán el plan de cuenca del Ebro a la Comisión Europea porque va en contra de la Directiva Marco del Agua y han llamado a hacer “un frente común en el Parlamento de Catalunya, en el Congreso y también en el Parlamento Europeo en contra de este proyecto que no contempla ni escucha el territorio y que pone en peligro su futuro económico y ecológico”.