Por Sant Jordi, un libro recortado y una rosa amarilla
En el día de los enamorados, del sol y el buen tiempo, de las rosas y la lectura, fue difícil no sucumbir a la descompresión y a los paseos despreocupados por las ramblas de cualquier pueblo catalán. Pero los hubo que, pese a la tentación, consigueron mantener la tensión de la reivindicacion social, al menos durante una parte de la jornada. Algunos colectivos, como los afectados por las preferentes, no quisieron romper su marcha semanal de todos los martes por el centro de Barcelona; otros, como los trabajadores de Catalunya Ràdio, aprovecharon la simbología de la fecha para presionar contra las reducciones salariales. La comunidad educativa tampoco dejó pasar la ocasión para armarse con rosas amarillas -el color contra los recortes en la educación en Cataluña-, y quien no podía faltar a la cita era la marea roja, en defensa de la cultura. Todas ellas, claro está, mezcladas con la reivindicación intrínseca de Sant Jordi: la defensa de la lengua, la cultura y la identidad catalanas.
Por Sant Jordi, un libro recortado...
Frente al Palau de la Virreina, justo en plenas Ramblas de Barcelona, algunos de los integrantes de la marea roja plantaron durante la mañana su puesto itinerante. Esta marea, con la que se identifica el sector cultural, ocupó ayer una parte de las Ramblas para denunciar ante los miles de peatones y curiosos “los recortes y sobre todo la mala gestión política que ha padecido el sector cultural”, algo que, según el actor Manel Barceló, presente durante la protesta, ha comportado una “degradación de la cultura que va más allá de lo profesional”.
La marea roja organizó durante unas horas un 'photocall', por el que pasaban todos los ciudadanos que quisieran a fotografiarse con un lema que hubieran escrito a favor de la cultura. Y se hicieron también lecturas en público. Pero la acción más impactante fue quizás el reparto de libros recortados a las personalidades que pasaban cerca del estante. “Libros recortados”, repite Barceló, “¡a todos nos dolía!”.
La marea roja es un movimiento que aglutina a todos los sectores culturales no sólo en defensa del gremio, sino a favor de un “replanteamiento de la cultura, de una revisión de qué hemos hecho mal”, reflexiona Barceló. En su opinión, algo falla cuando la ciudadanía ve los recortes en sanidad y educación como algo que le afecta pero no la drástica subida del IVA a la cultura. “Debemos debatir el papel que nos corresponde en una sociedad que vive un atraco a mano armada”, sentencia Barceló.
... Y una rosa amarilla
La comunidad educativa ya anunció que haría escuchar sus reivindicaciones durante esta jornada, y así se hizo en multitud de colegios catalanes, en el marco de una semana de lucha contra los recortes en educación y contra la LOMCE. Por ejemplo, en la escuela Xarau de Cerdanyola del Vallès (Barcelona), las familias organizaron un taller de rosas de papel amarillas -el color de la defensa de la educación en Cataluña-, que utilizarán mañana en una marcha antes de encerrarse a dormir en el centro, ya que para el jueves está prevista la convocatoria estatal Toma tu centro.
El colegio Xarau es uno de los más afectados por los ajustes, ya que forma parte de los siete centros de educación primaria que deberán cerrar progresivamente en los próximos años. La consejera de Enseñanza dijo recientemente que las protestas contra los recortes deberían quedarse a las puertas de los centros, pero Eva Ramon, presidenta del AMPA, replica que “los niños son los primeros afectados y los que primero preguntan qué está pasando”.
Los convocantes de la semana de lucha, el Marco Unitario de la Comunidad Educativa (MUCE) aseguraron que habría unas 400 pequeñas acciones en todo el territorio durante el “Sant Jordi reivindicativo”, aunque ha sido imposible de contabilizar. La llamada 'semana amarilla' concluirá el domingo con una manifestación unitaria del sector público.
Los universitarios, menos presentes
Pese a la situación convulsa que viven las universidades catalanas, sobre todo las de Barcelona, a los estudiantes no se les vio por las Ramblas. Sólo en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), la más asfixiada por la deuda y, en consecuencia, la más afectada por los recortes, se convocaron algunas concentraciones. La más multitudinaria fue a las puertas de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial de Barcelona, en la céntrica calle Urgell. Unos 400 estudiantes y docentes se concentraron durante un cuarto de hora con un doble motivo: “denunciar los despidos de personal administrativo y de profesores asociados -en total, más de 300-, y la subida del precio de las matrículas”, que en Cataluña ha sido de un 66%, según ha resumido Sergi Fillet, miembro del comité de empresa de la universidad.
También hubo una comida popular en el rectorado de la UPC, que ya lleva casi 15 días ocupado por interinos que, si nada cambia, se quedarán sin trabajo a partir del 1 de mayo. Por eso los trabajadores de la Politècnica, antes que movilizarse ayer, prefirieron reservarse para este miércoles, que se constituye el nuevo Consejo de Gobierno de la universidad, y para los días 25 y 26, dos jornadas de huelga seguidas en la universidad. La presión durante estos días es quizás una de las pocas bazas que les quedan para forzar al rector a que dé marcha atrás.
Huelga ampliamente secundada en Catalunya Ràdio
Un 90% de la plantilla de Catalunya Ràdio, la emisora pública catalana, secundó ayer, según los sindicatos, una jornada de huelga que debía servir para forzar a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) -ente que aglutina la radio y también TV3- a replantarse el recorte salarial a los trabajadores. Un ajuste que desde el comité de empresa denuncian que afecta a los sueldos más bajos y queda suavizado en el caso de los más elevados.
Unos 150 empleados se manifestaron por la mañana desde la sede de Catalunya Ràdio hasta la de la CCMA, por la zona alta de Barcelona, y por tarde emitieron desde las 16 h una programación “reivindicativa” desde el Colegio de Periodistas y por internet.
Los ánimos estaban encendidos entre los trabajadores debido a la publicación ayer de los sueldos de toda la Corporación. Pese a la satisfacción de ver finalmente cuánto cobran los directivos del organismo -algunos más de 100.000 euros anuales, con el director de TV3 en cabeza-, desde el comité de empresa denuncian que se han difundido unas retribuciones de los trabajadores más elevadas de lo que son, con pluses y variables.
Los afectados por las preferentes no faltan a su cita
Por último, quienes no quisieron faltar a su cita semanal con las Ramblas de Barcelona fueron los afectados por las preferentes de Barcelona, agrupados en torno a la plataforma Estafados por la Banca. Eso sí, en vez de desfilar por el medio del abarrotado paseo lo hicieron por el lateral, a petición la Guardia Urbana. Desde febrero del 2012 los afectados por este escándalo financiero vienen ocupando las calles de la ciudad cada martes, desde la Bolsa de Barcelona hasta la Plaza Sant Jaume. “Nos pidieron que ayer no lo hiciéramos pero precisamente Sant Jordi es una gran oportunidad: hubo miles de personas a las que repartir octavillas y todos dirían 'mira, estos son los que luchan para recuperar el dinero que les han robado'”, cuenta Roque Borrás, portavoz del colectivo.
Los afectados salieron a media tarde de la Bolsa para dirigirse a las puertas de la sede de Bankia, en plaza de Catalunya, donde llevaron a cabo su principal acción. Eran como siempre un centenar, la mayoría hasta ahora perjudicados por preferentes y deuda subordinada de La Caixa, Catalunya Caixa y otras entidades actualmente fusionadas en Bankia.