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Los tres combates de Sant Jordi: desahucios, corrupción e independencia

Jordi Mumbrú / Benoît Cros / João França / Noelia Román / Toni Polo

Esta es una selección de tres de los libros más combativos que se podrán encontrar este Sant Jordi en los estantes. Sí se puede!, de Ada Colau y Adrià Alemany; A la Puta Calle, de Cristina Fallaràs; Artur Mas, on son els meus diners?, d'Albano Dante y Marta Sibina (periodistas de la revista 'Cafè amb llet'); El Libro Rojo de Mongolia, de los autores de la revista satírica Mongolia, y La rebel.lió catalana, de Antonio Baños. Todos altamente recomendables.

Colau parafrasea a Obama e interpela a Rajoy

Colau parafrasea a Obama e interpela a Rajoy

“Señor Rajoy, nunca es tarde para rectificar. No teman los escraches, no teman a la población. Bajen a la calle y hablen con la gente. Hagan justicia y detengan los desahucios. Hay vidas en juego que no pueden esperar más”. De este modo concluye Ada Colau (Barcelona, 1974) la carta abierta al presidente del Gobierno con la que abre su libro ¡Sí se puede! (Editorial Destino).

Lo ha escrito junto a Adrià Alemany, su compañero de aventuras desde hace cuatro años, cuando ambos decidieron impulsar la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), y recoge una versión actual del enfrentamiento entre David y Goliat. Así describe Colau la lucha que emprendieron en 2009 para combatir el drama de los desahucios e intentar cambiar la obsoleta y cuestionada ley hipotecaria española, y cuyos últimos meses ahora cuentan en este libro.

“Goliat, claro está, son las entidades financieras, pero el primer obstáculo que tuvimos que superar fue el imaginario colectivo; que la gente, que se sentía sola, culpable y avergonzada, creyera que podíamos cambiar la situación”, explica Colau. “Por eso fue tan importante encontrar un grito como el ‘¡sí se puede!’”, añade sobre el lema popularizado por Barak Obama, adoptado por la plataforma, y convertido ahora en título de la obra.

Cuatro años después, la PAH es el movimiento social más exitoso en la historia moderna de este país. Ha logrado aglutinar miles y miles de adeptos, parar más de 600 desahucios y presentar en el Congreso una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) con un millón y medio de firmas.

“Cuando empezamos, todo esto era inimaginable, pero, con compromiso y persistencia, se pueden conseguir muchas cosas”, apunta Colau. Incluso los objetivos de la ILP (dación en pago retroactiva, paralización de los desahucios y alquiler social), por más que el PP haya “desvirtuado” la propuesta presentada por la plataforma y que la PAH, en consecuencia, haya solicitado su retirada.

Lo hizo la semana pasada, el mismo día de la presentación de ¡Sí se puede! y, por eso, esta última acción simbólica no aparece recogida en el libro, escrito en mes y medio. “Es un tiempo récord”, destaca Ramon Perelló, editor de Destino. “En apenas unas semanas, Ada y Adrià han logrado sintetizar el movimiento, explicar por qué tiene tantas simpatías y cómo se ha convertido en eje vertebrador del debate político”, abunda Perelló.

“Es un libro modesto”, se excusa Colau, que el año pasado ya publicó Vidas hipotecadas, junto a Alemany. “Pero necesario”, replica el editor. En apenas un centenar de páginas, los autores cuentan cómo la impactante comparecencia de Colau en el Congreso precipitó el debate y el proceso de la ILP. Cómo ésta fue admitida a trámite. Y también, las estrategias de acción y comunicativas que han seguido en este último medio año para ir acumulando victorias como la sentencia del Tribunal de Justicia europeo que obliga a cambiar la ley hipotecaria española.

Colau y Alemany escriben de manera sencilla, directa, llamando a las cosas por su nombre y poniendo nombre y apellidos a los que consideran “criminales”. Hablan del controvertido escrache y de su impacto internacional. “En la reciente Feria del Libro del Londres, no hizo falta que explicara quiénes eran, se les conocía”, asegura el editor de Destino. “Ahora, esperamos que este libro ayude a reforzar esta lucha que no ha hecho más que empezar”, concluye Colau, convertida ya en un modelo de lucha social.

“Soy jodidamente pobre”

“Soy jodidamente pobre”

“También hay mucha gente afectada de clase media, pero esta es la que menos se atreve a detener el desahucio. Directamente ni se lo plantea. Antes prefiere irse a casa de familiares o buscarse la vida de otra manera.” Lo explicaba Ada Colau hace un año, cuando hablaba del estigma del desahucio. Hace unas semanas, la portavoz de la PAH compartía micrófono con Cristina Fallarás en una protesta en Barcelona, un ejemplo de la ruptura de este estigma.

Esta periodista y escritora, ha tenido que enfrentarse al desahucio, como miles de ciudadanos, después de un paro de larga duración. De ser subdirectora de un diario, el ya cerrado ADN, cobrar 3.000 euros al mes y pagar una hipoteca de 1.200, pasó a perder la casa, lo que representa un cambio extremo, pero no por eso Fallarás se esconde. “Yo no soy criminal, yo lo que soy es jodidamente pobre”, gritaba ante un grupo de miembros de la PAH, y añadía: “si todos los pobres saliéramos del armario, otro gallo cantaría”.

A la puta calle es su forma de salir del armario de la pobreza. Es la crónica de un desahucio, el suyo. De hecho, hace tiempo que Fallarás empezó a contar su caso en el blog Ellas del diario El Mundo. “Hay cosas que deben contarse en primera persona”, decía en un post de abril del 2012, y contaba como “las llamadas de los servicios jurídicos en un desahucio llegan a la hora del desayuno de los niños o a la hora de la cena de los niños”.

En su crónica mezcla reflexiones personales sobre su vida como parada y madre de dos menores con su vivienda pendiendo de un hilo, junto con datos sobre pobreza, paro y desahucios, para dibujar un mapa de la realidad social del país. Fallarás reconoce que ha tenido que hacer un gran ejercicio de contención para bajar su “rabia acumulada” y poder escribir “una crónica y no una diatriba”.

Periodismo de investigación desde abajo

Periodismo de investigación desde abajo

“Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques, todo lo demás son relaciones públicas”, decía George Orwell. Albano Dante y Marta Sibina, editores de la revista 'Café amb Llet', han demostrado haber hecho suya esta máxima durante los últimos dos años, período de tiempo que han dedicado a investigar la opacidad del sistema de sanidad pública en Catalunya. El libro que publican este Sant Jordi, ‘Artur Mas, on són els meus diners?’ (Artur Mas, ¿dónde está mi dinero?), es el relato de este combate contra la mentira y la impunidad. Es esta batalla la que ha permitido revelar el conflicto de intereses alrededor de los negocios del exalcalde de la localidad gerundense de Calella Ramon Bagó (CiU). Su empresa de restauración obtuvo contratos con varios hospitales gestionados por el Consorcio de la Salud y Social de Catalunya (CSC), del cual era también directivo.

En este sentido, el libro no aporta información novedosa sobre las irregularidades, que ahora están a punto de ser investigadas por una comisión del Parlament de Cataluña. Pero lo más interesante es el relato de la investigación, paso a paso: cómo trataban de obtener detalles de los gastos y cómo los responsables se negaban a dar respuestas, cómo pasaban horas consultando BOEs e informes, etc.

‘On són els meus diners’ es, en definitiva, una lección de periodismo de investigación, impartida por una pequeña revista gerundense a todos los grandes medios. Sin embargo, pocos iban a pensar que Café amb Llet acabaría en las portadas de medios internacionales, incluso el 'Washington Post'. El libro explica las horas más bajas de la revista en 2009 cuando tuvieron que despedir a sus empleados y volver a vivir casa de los padres de Marta. También cuenta cómo, casi por casualidad, empezaron a investigar el funcionamiento de la sanidad pública en Cataluña.

Pero más allá del relato de una aventura periodística y humana, ‘On són els meus diners’ es un llamamiento al radicalismo democrático. Es una exigencia de transparencia para todas las personas que gestionan el dinero de todos.

Es un llamamiento a despertar al periodista que dormita en cada ciudadano. Y es lo que hacen Albano Dante y Marta Sibina con una pequeña guía, elaborada gracias a su experiencia de más de dos años. Frente a la opacidad antidemocrática reinvidican una solución al alcance para todos: “Fiscalización, fiscalización, fiscalización”.

El humor como arma de combate

El humor como arma de combate

'El Libro Rojo de Mongolia' (Reservoir Books) tiene muchas lecturas. Tantas como le quieran dar los seguidores de esta revista que en un año se ha convertido en una potente arma humorística contra… ¡contra todo! Y en este periodo de (presunto) inconformismo alguien tenía que dar este paso y pasar al ataque con irreverencia, insolencia y mala leche, siempre amparándose en la verdad, en la lógica, en los hechos. “Rigor histórico”, escriben ellos. Y una voluntad que, en la Alta Dirección Mongola, tienen clara desde el principio: “Desdramaticemos un poco, por favor”.

La verdad triunfa siempre, dicen algunos. Y, sobre todo, es incontestable. En 'El Libro Rojo' se dedican a llamar las cosas por su nombre. “Salud Pública: Ritual pagano de la antigüedad por el que se curaba a todos los enfermos sin exigirles el obligado sacrificio al Dios Rentabilidad”. “Hacer que paguemos los tontos lo que se ha gastado el listillo” es una de las acepciones de la palabra “Recorte”. Más: “Capital: Se llama así a los bienes ganados en tu propiedad por el trabajo ajeno”. Y alguna cruel: “Príncipe/princesa: Primer cuello en la línea sucesoria a la guillotina”.

'El Libro Rojo', de alguna manera, es un disco solicitado por los lectores de la revista Mongolia que hará que muchos (Sant Jordi es una buena excusa) lo descubran. No serán los banqueros, ni los curas, ni la mayoría de políticos. Se me hace difícil saber quién de ellos recibe más estopa.

Gráficamente viene a ser como la revista enlatada en un formato más reducido. La acidez, la ironía y el descaro impregnan también estas páginas en las que encontramos consejos para “erigir una nueva civilización cuando las reservas de energía se hayan agotado”. Así de claro. Para ello, navegan entre “entrevistas” sabrosísimas a grandes personajes de la historia (Karlitos Marx, sin ir más lejos), “preguntas que se nos pasan por la cabeza” (“¿Si seguimos con este presente continuo acabaremos teniendo un futuro imperfecto?”) o aportaciones (imprescindibles para una nueva civilización) de nuevas supersticiones (“Dicen que si te masturbas pensando en Esperanza Aguirre la Virgen María llora y el Niño Jesús vomita”). Son maneras de desdramatizar con filosofía, buen humor y mala leche.

Y los que no tengan bastante con desdramatizar y reírse de nosotros mismos pueden aprovechar el espesor y la tapa (muy) dura del libro para convertirlo, llegado el caso y después de haberlo leído y recomendado, en arma arrojadiza. Mucho cuidado, no vaya a hacer este uso la persona indebida en base a otra definición mongola: “Policía: Funcionario que, ante su falta de destreza en la lectura, la escritura y la dialéctica, se le proporciona armamento que aleje de él a los posibles candidatos a discutirle”. Sería una terrible paradoja…

La rebelión de Baños

La rebelión de Baños

El libro de Antonio Baños es sorprendente y original cuando no debería ser así. En los últimos meses se han publicado muchísimos artículos y libros que reflexionan sobre la independencia de Catalunya, pero los razonamientos que utilizan los distintos autores se repiten incansablemente. Los defensores del independentismo insisten en que todos los problemas que sufre Catalunya son por culpa de España y que si los catalanes no tuvieran el déficit fiscal actual no se tendrían que hacer recortes y Catalunya sería algo parecido al paraíso. En la otra balanza, los contrarios al independentismo repiten insaciablemente que una Catalunya independiente quedaría automáticamente fuera del euro y se arruinaría en poco tiempo. La independencia sería un desastre total y, si a pesar de eso, los catalanes siguen empeñados en irse, es porque viven engañados por las teorías del nacionalismo catalán. Y poco más.

La Rebel.lió Catalana de Antonio Baños (Barcelona, 1967) no tiene nada que ver con todo este argumentario prefabricado. El periodista catalán, nada sospechoso de ser nacionalista catalán y aún menos nacionalista español porque eso no existe, abre una nueva vía que plantea la independencia no como la salida de España, sino como la salida de una España determinada: una España donde existe “una estructura de poder descarada e inamovible: de ‘La Caixa’ a la duquesa de Alba. Del Tribunal Supremo al Círculo Ecuestre” y una monarquía obsoleta. Baños defiende el independentismo como la salida de un modelo completamente fracasado e injusto y en vez de dibujar una nueva frontera, habla de protagonizar una nueva revuelta. Es más, defiende que el resto de españoles que están hartos de esta España, tienen que apoyar la independencia: “Cuando el capitán Maia y sus tanquistas tumbaron la dictadura portuguesa con la Revolución de los Claveles, muchos españoles bajo la bota franquista vieron un señal premonitorio y la esperanza de una libertad cercana. Por qué hoy no tendrían que ver la rebelión catalana con la misma sensación de aire fresco y libertad general soplando, en este caso, desde el levante?”.

En el contexto actual, donde la soberanía de los gobiernos (salvo el de Alemania) se reduce a decidir cómo aplicar los recortes que fija el mercado, Baños cree que el proceso que inicia en Catalunya puede contagiar a otros estados: “Una rebelión cívica y política que, esta es mi tesis, hemos empezado en Catalunya, pero que se puede extender de forma mutante al excluido sur de Europa”.

Para ilustrar esta idea, Baños recuerda la manifestación que se hizo en Barcelona en junio del 2010, en contra de la sentencia del Tribunal Constitucional contra la reforma del Estatut aprobada en Catalunya. En esa manifestación, como sucede en estos casos, los dirigentes políticos se situaron en la cabecera sosteniendo una pancarta y mirando a las cámaras de televisión. “La gente, con naturalidad, hizo un gesto profético: rodeó la pancarta que llevaban autoridades y ciudadanos honrados y la superó. Los que iban primeros, con la pancarta, quedaron en medio, superados por la masa. Y así, el pueblo catalán decidió no esperar a ningún líder y hacer vía”.

En la presentación del libro, que Baños hizo junto a David Fernández, de la CUP, el autor defendió que “esta rebelión es tanto contra los señores de Madrid como contra La Caixa” y dijo que “lo importante de la república catalana es que será república”.

El libro de Baños, que fue un encargo de la editorial tras leer sus artículos publicados el eldiario.es, es claramente independentista y, al mismo tiempo, quiere construir puentes con el resto de los pueblos de España.

La transición que quiere vivir Catalunya puede generar debates muy interesantes, sobre todo en el momento actual, en el que la política, la ideología y la alternativa al neoliberalismo parecen haberse esfumado. El inconveniente es que los argumentos nacionalistas, ya sean de los catalanes o de los que no existen, se empeñan en castrar cualquier reflexión que vaya un poco más allá. La Rebel.lió Catalana es una excepción. Es por esto que sorprende y que merece ser leída.

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