La plataforma contra el aumento de los precios del transporte público planta cara al Mobile World Congress
“Todo el mundo quiere tener el Congreso de Móviles del Mundo, y cuidado con las bromas porque podría ser un gran error”, decía este lunes por la mañana el alcalde Xavier Trias, preocupado por la permanencia del congreso en Barcelona. Las “bromas” a las que se refería el alcalde son las protestas de la plataforma Stop Pujades contra el aumento de los precios del transporte, que esta semana se intensifican con motivo del Mobile World Congress (MWC).
El primer día del congreso comenzó bajo la sombra de un preaviso de huelga registrado por el sindicato COS de autobuses y CCOO y UGT de Ferrocarriles de la Generalitat. Esta amenaza no se cumplió, pero en cambio los usuarios cortaron la circulación de la línea 3 de metro durante 15 minutos antes de las nueve de la mañana, así como la de los Ferrocarriles en el tramo que conecta la Plaza España con el recinto ferial de la Gran Via. En la superficie, también hubo cortes del carril central de la Gran Via.
Esta plataforma, que se puso en marcha el 30 de diciembre, lleva desde entonces llevando a cabo manifestaciones semanales en las estaciones de metro, cercanías y ferrocarriles, que las últimas veces han consistido en cortar la circulación en varias líneas simultáneamente, para exigir una reducción de los precios del transporte. Consideran el MWC un momento en el que tienen especial fuerza para presionar la Autoridad Metropolitana del Transporte (ATM).
“Hemos logrado la amenaza de enloquecer el MWC con los preavisos de huelga y los cortes de la mañana, había más coches circulando que nunca”, asegura Francisco Garrobo, activista de Nou Barris y uno de los impulsores de la plataforma. “Si el ayuntamiento no quiere tener más sorpresas, que acceda a eliminar el aumento de 2014 y se siente a negociar unas tarifas dignas”, añade.
Por la noche Stop Pujades convocaba nuevas concentraciones en varias estaciones, en donde abrieron las vallas para que los pasajeros entraran sin pagar. Posteriormente, iniciaron una manifestación en el Paseo de Gracia, con 1.500 asistentes según la organización y 300 según la Guardia Urbana. Un grupo de los manifestantes entraron en el Hotel Fuster, donde un trabajador sufrió una herida leve, y al final de la noche un centenar de personas se concentró frente del restaurante Tickets, en el Paralelo, escoltado por los Mossos d'Esquadra, donde supuestamente cenaba el fundador de Facebook Mark Zuckerberg.
Un movimiento creciente
Las movilizaciones contra el aumento de los precios del transporte público han ido creciendo semana a semana desde su inicio. Mientras los últimos días del año la primera protesta tuvo lugar en Nou Barris, Sant Andreu y Santa Coloma, ahora sus promotores ya han perdido el control del número de grupos que las llevan a cabo, que son al menos una cuarentena, según Garrobo. El colectivo convoca una asamblea este martes para decidir la actuación ante la convocatoria de una mesa de negociación el próximo miércoles por parte de la ATM.
El activista considera que el éxito de la plataforma recae en el hecho de que “es una reivindicación muy clara, muy concisa, y hemos conseguido moldes transversalidad en este tema, desde grupos cercanos a ICV hasta asambleas anarquistas, que nos coordinamos para las acciones ”. Además, sus reivindicaciones han recibido muestras de apoyo de partidos, sindicatos y el movimiento vecinal, entre otros colectivos.
EUiA y la CUP participaron de la rueda de prensa contra el MWC convocada por Stop Pujades y los trabajadores de Panrico, Telefónica, los Bomberos y los Iaioflautes. Joan Mena, portavoz adjunto de ICV-EUiA en el Parlamento, aseguró, en respuesta a las declaraciones de Trias, que “los trabajadores no cederemos a su chantaje” y añadió que el MWC “es un ejemplo de la Barcelona de las desigualdades que promueve CiU”. “Esto nos cuesta 100 millones de euros públicos en plena época de crisis y son incapaces de abrir una mesa redonda entre el mundo de la cooperación y la telefonía para hablar del Congo y del coltán”, criticó David Fernández, portavoz parlamentario de la CUP.
Amenaza de sanciones a los manifestantes
Ante las protestas crecientes, desde el Ayuntamiento aseguran que todo el mundo tiene derecho a manifestarse, pero que esto no incluye detener el metro, porque perjudica a los usuarios y provoca riesgo de incidentes. Por ello, el primer teniente de alcalde Joaquim Forn aseguró en una entrevista en BTV que aplicarían sanciones en caso de que siguieran las protestas.
“La queja no puede basarse en detener unos servicios que son absolutamente indispensables para mucha gente para desplazarse, para volver de sus trabajos, y el hecho de que se detenga media hora crea un problema muy, muy grande en la red de metro”, afirmaba.
Tanto el Ayuntamiento como la ATM afirman que no es planteable una reducción de las tarifas, dado que su objetivo es sanear una deuda acumulada de 546 millones de euros de la ATM.