ERC, ICV-EUiA y la CUP se unen contra el plan de Mas de cambiar 9-N por elecciones
Cumbre clave entre los partidos proconsulta. CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP se reunen este viernes en el Palau de la Generalitat para buscar un acuerdo en medio del bloqueo más importante del proceso soberanista desde su comienzo. Después de que el Govern suspendiera el martes pasado los preparativos de la consulta a instancia del Tribunal Constitucional, los líderes de ERC, Oriol Junqueras; ICV-EUiA, Joan Herrera, y la CUP, David Fernàndez, mantuvieron el jueves reuniones bilaterales en el Parlament para preparar el cónclave en el que se decidirán los siguientes pasos. La postura de mínimos que mantendrán los tres partidos ante de CiU es firme: ni hablar de las elecciones anticipadas que tantea Mas.
ERC y la CUP estarán unidos para exigir al Govern que retome los preparativos de la consulta. Ambas formaciones se mostraron molestas por el paso atrás dado el martes por Mas, que consideran un grave error, sobre todo al haberse decidido unilateralmente por el Ejecutivo. Además creen que hay márgen para continuar con la campaña tirando de los funcionarios que voluntariamente quieran llevarla adelante pese a la prohibición del Constitucional.
ICV-EUiA es reacia en este punto al entender que podría ponerse a los empleados públicos en riesgo judicial. Pero en lo que sí están de acuerdo los ecosocialistas con ERC y la CUP es en agotar todas las vías posibles para llevar a cabo la consulta en los términos pactados.
El president de la Generalitat intenta buscar escenarios alternativos al 9-N. Uno de los más evidentes sería la convocatoria de elecciones anticipadas a las que concurrir con una lista independentista. Esta opción fue tanteada para las elecciones europeas, aunque finalmente fracasó en los despachos antes de concretarse. Es, asimismo el plan B que propone el Consejo Asesor para la Transición Nacional con su presidente Carles Viver i Pi Sunyer, muy cercano a Mas, a la cabeza.
Oriol Junqueras, en cambio, no quiere ni oir hablar de este plan B y descarta tajantemente negociar en este momento una lista conjunta, tal y como le habría propuesto el president en una reunión el miércoles. El líder de ERC continúa manteniendo la mano tendida para que el Govern lleve a cabo la consulta, razón por la cual rechaza especular sobre unas posibles elecciones anticipadas en la reunión de este viernes. “Solo hay que hablar del 9N”, sentenció el jueves tras una reunión informal con David Fernàndez.
El propio Fernàndez, diputado de la CUP, llegó a advertir que abandonaría la reunión si Mas propone escenarios alternativos. Herrera también se ha referido a esta posible oferta de un plan B por parte de CiU. “Actuaremos con firmeza y unidad, pero nosotros como mínimo no actuaremos con ingenuidad”, aseguró el líder de Iniciativa, que alertó de que los “cálculos” de Artur Mas van más allá del 9-N.
La tensión del hasta ahora cohesionado bloque soberanista comenzó tan pronto el Govern suspendió los preparativos para consulta. El hecho de que Mas se plegara al mandato del Alto Tribunal provocó malestar en los partidos e incluso fue criticado por la presidenta de la ANC, Carme Forcadell. Los partidos pretenden llegar a acuerdos en la cumbre para recoser la unidad, una tarea difícil porque sectores de CiU, Iniciativa e incluso del entorno de Esquerra, no ven con buenos ojos la posibilidad de desobedecer el mandato judicial.
Recusación al presidente del Constitucional
Imagen de mayor unidad dieron este jueves los partidos soberanistas al proponer conjuntamente presentar un escrito de recusación contra el presidente del Tribunal Constitucional (TC), Francisco Pérez de los Cobos, y del magistrado Pedro José González-Trevijano. De ser admitido, les apartaría de la decisión final sobre la consulta del 9-N. En la petición, CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP cuestionan la imparcialidad de ambos magistrados por su militancia en el PP y su afinidad ideológica con el partido conservador.
Esta petición se suma a los dos ya presentados por el Govern en el que reclama el “levantamiento inmediato” de la suspensión. Los partidos confían en que el tribunal resuelva la causa “con la misma velocidad” con la que admitieron el recurso del Gobierno.
El calendario apremia
La principal razón de que las diferencias entre los partidos se hayan precipitado es un calendario de preparativos ajustado que se agota en cuestión de días. El plazo para presentar peticiones ante de la comisión de seguimiento por parte de los ciudadanos extranjeros que quieran votar el 9-N acaba el 7 de octubre, en solo 4 días. Lo mismo ocurre con los catalanes residentes en el extranjero, que deben enviar una presolicitud de voto anticipado a la comisión de control en el mismo plazo, entre los días 4 y 7 de octubre.
Debido a esta necesidad de premura, el president Mas firmaba este jueves a última hora el decreto de constitución de la comisión de control, un gesto que sirve además para apaciguar los ánimos de ERC y la CUP de cara a la reunión del viernes en el Palau.
Los problemas de calendario se agravan puesto que todas las comisiones están suspendidas por el mandato del Constitucional y el registro de participantes sigue paralizado. Los partidos acuden a la cumbre con la urgencia de tener que tomar una decisión en un breve lapso de tiempo. Si los preparativos de la consulta no acaban durante la semana que viene, celebrar la consulta del 9 de noviembre será muy complicado desde el punto de vista técnico.
