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La directora interina de Antifrau reconoce que fue militante de Convergència

Maite Masià en su comparecencia ante el Parlament

Oriol Solé Altimira

La directora interina de la Oficina Antifrau de Catalunya (OAC), Maite Masià, que ha sustituido a Daniel de Alfonso tras su cese, ha reconocido este miércoles que fue militante de Convergència hasta el momento en que entró a trabajar en la OAC en 2009. “Siempre fui militante de base, nunca tuve ningún cargo”, se ha defendido ante el Parlament. Asimismo, ha rechazado que haya purgado la OAC pese a que ha echado a cuatro altos cargos desde que asumió la dirección de la oficina a finales de junio. “No he tocado la estructura. He apartado a cuatro personas con cargos eventuales para que el nuevo director nombre a la gente de su confianza”, ha alegado.

La cercanía de Masià a Convergència ejemplifica la pérdida de credibilidad de Antifrau, que ya venía tocada antes de que se revelaran las conversaciones entre De Alfonso y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Masià ha asumido cargos de responsibilidad en Antifrau en dos etapas: de 2009 a 2011 fue la encargada de fundaciones y a partir de 2014 ejerció de directora adjunta. Entre estos años fue directora del Instituto Catalán de Energía (ICAEN) en el Govern de Mas.

Los partidos han inquirido a Masià sobre su vinculación a Convergència y cómo le ha afectado a la hora de desempeñar su labor en Antifrau. Y es que Masià está salpicada por los dos mayores casos de corrupción más recientes que afectan a Convergència: el caso Palau y el caso ITV, en el que está imputado Oriol Pujol, hijo del expresident Jordi Pujol.

En su primera etapa en Antifrau, Masià elaboró un informe para la comisión de investigación del caso Palau del Parlament en el que dijo que no se podía afirmar “con la rotundidad exigible” que Convergència se habría financiado con el dinero del Palau de la Música, al contrario de lo que concluyó la instrucción judicial. En este sentido, Masià, a preguntas de los grupos, ha señalado que se limitó a actuar “de observadora” en la comisión de investigación.

Por otro lado, Masià aparece en las grabaciones del caso ITV, aunque ha recordado que durante la fase de instrucción nunca se la ha llamado a declarar. Ha negado cualquier implicación en el caso, y ha señalado que el Instituto Catalán de Energía “no tiene competencias en el tema de las ITV”. La diputada del PP, Esperanza García, le ha recordado que aparece en el sumario del caso, cuando Sergi Alzina, el empresario clave del caso ITV, se refiere a ella como “esa chica del ICAEN que es muy amiga mía y está muy dispuesta”.

Masià ha explicado su vinculación con los implicados del caso ITV. De Oriol Pujol ha dicho que le conoció en 2001, cuando era secretario de industria del Govern y Masià trabajaba en el sector privado en una empresa que se dedicaba a evaluar el impacto ambiental de los purines. “Recibí a representantes de todas las administraciones”, ha defendido.

Sobre Sergi Alsina ha dicho que se conocieron cuando le pidió una reunión con un socio suyo “sobre regulación de temas de energía”. Por otro lado, Masià ha explicado que conoce “a título personal porque es el hermano de un amigo” a Jordi Puig, hermano del exconseller Felip Puig y exsocio de Jordi Pujol Ferrusola.

Masià justifica su purga en Antifrau

Todos los partidos salvo Junts pel Sí han cuestionado que Masià sea la persona indicada para estar al frente de Antifrau. No sólo por su pasado convergente, sino también porque en sólo quince días de directora interina ha purgado a cuatro directivos.

La directora interina ha justificado que haya destituido a la jefa de gabinete porque “no reconoció” su autoridad una vez asumido el cargo. Sobre los tres directores del organismo -de Investigación, Análisis y Prevención-, ha dicho que les ha cesado porque se le dispararon “las alarmas” cuando comprobó que tenían una relación de “connivencia muy elevada e incondicional” con De Alfonso.

La exjefa de gabinete de Daniel de Alfonso en la Oficina Antifraude (OAC), Assumpció Riba, ha replicado a Masià acusándola de haber tomado “represalias” injustificadas contra trabajadores de la oficina. Riba era la encargada de pilotar la auditoría interna sobre las conversaciones entre Fernández Díaz y De Alfonso, que ha quedado en suspenso por su cese.

A excepción de Junts pel Sí, todos los partidos ha afeado a Masià su purga. Ciutadans, PSC y PP han advertido de que no reúne el perfil idóneo para el cargo, mientras que CSQP y la CUP incluso han pedido su dimisión inmediata. Masià ha devuelto la pelota a los partidos recordando que no son capaces de acordar su relevo: “Ustedes tienen la sartén por el mango para nombrar a un nuevo director”.

Además, Masià ha evitado responder a las peticiones de dimisión y se ha limitado a afirmar que es habitual en Antifraude que quienes militan en un partido rompan el carné cuando ingresan en el organismo, como “muestra de tener un comportamiento ético correcto”.

Ante la insistencia de los grupos para que se posicionara sobre la actuación de De Alfonso, Masià ha afirmado que pensaba como la mayoría de la cámara: “Estoy en desacuerdo con lo que hizo este señor”.

Con todo, Masià ha reconocido a los grupos desde que se revelaron las grabaciones con el ministro hasta que el Parlament le cesó, De Alfonso “entraba y salía” de Antifrau. Durante esa semana, Masià ha garantizado a los diputados que “veló” para que no desapareciera ninguna información de la Oficina.

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