Rajoy y Sarkozy le confían a Albiol la “limpieza” del separatismo
El Partido Popular ha demostrado en el cierre de campaña que se toma las elecciones catalanas en serio. Sean plebiscitarias o no, los populares han desembarcado en Barcelona con el presidente Mariano Rajoy al frente para recordar los peligros de la independencia. Y para ello contaron nada menos que con el líder derechista francés del UMP, Nicolás Sarkozy, que defendió una “España unida y libre”. Algo que, según el líder del Ejecutivo español, demuestra la “gravedad de la amenaza separatista”.
En el esprín final de campaña, el PP ha optado por intensificar las críticas a Ciutadans y PSC, los partidos con quién los populares se disputan el voto contrario a la independencia y de los que, según los sondeos, quedaría por detrás. “¿Dónde estaban Iceta y Arrimadas mientras yo limpiaba Badalona?”, se ha preguntado el candidato a la presidencia de la Generalitat, Xavier García Albiol, que ha presumido de capacidad de gestión ante las cerca de 2.000 personas que han llenado el Palacio de Congresos de Catalunya.
Precisamente ese delicado verbo “limpiar” –comprometido por la campaña Limpiando Badalona que despertó muchas suspicacias por su aire xenófobo— ha sido uno de los argumentos más usados por el candidato a presidente de la Generalitat. “Pues sí, digan lo que digan, yo limpié Badalona”, ha confesado entre aplausos de los simpatizantes, antes de matizar: “la limpié de delincuencia y suciedad”. Unas declaraciones que Albiol ha querido dedicar expresamente a Sarkozy “que también limpió Francia”.
De hecho, la decisión del entonces presidente francés durante su mandato (2007-2012) de expulsar a los gitanos rumanos de Francia inspiró a Albiol –como admitió él mismo este viernes entre aplausos—, que se fijó en este colectivo para atizar su discurso xenófobo. Antes de alzarse con la alcaldía en 2011, el entonces jefe de la oposición municipal invitó una eurodiputada francesa a pasear por los barrios más empobrecidos de Badalona para vincular la situación en Francia con la de la tercera ciudad catalana. “Aquí no tenemos campamentos de gitanos como en Francia, aquí la situación es aún peor, están repartidos por los barrios, haciendo la vida imposible a los vecinos”, llegó a decir en esa ocasión.
Con la guerra de banderas todavía latente, los líderes populares no han dejado pasar la ocasión de aprovechar el incidiente en su beneficio. Sobre ese tema, el candidato Garcia Albiol y el presidente Mariano Rajoy se han dirigido al líder del PP en Barcelona, Alberto Fernández Díaz, por su “coraje”. “Ayer en el balcón nos representaste a muchos que estamos hartos de que nos pongan la estelada hasta en la sopa”, le ha dicho Albiol mientras el público coreaba el cántico de “yo soy español, español, español”, y ondeaba muchas banderas tanto del partido como sobre todo españolas.
Un líder internacional en una campaña autonómica
Un líder internacional en una campaña autonómicaLa intervención del expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, que pertenece a la misma familia política que Rajoy, el Partido Popular Europeo (PPE), es solo el colofón de una larga lista de manifestaciones de líderes internacionales sobre las elecciones catalanas del 27-S. El presidente de los EEUU, Barack Obama, la canciller alemana, Angela Merkel, o el primer ministro británico, David Cameron, habían reiterado en las últimas semanas que una hipotética independencia de Catalunya provocaría su salida de la UE. Unas alarmas que han contribuido a darle un carácter excepcional al 27S, confirmado también hace unos días con el debate entre el Ministro de Exteriores Garcia Margallo y el presidente de ERC, Oriol Junqueras.
El parlamento de Sarkozy, íntegramente en francés, ha sido enérgico y se ha atrevido con temas delicados, como el terrorismo. Tras recordar su trayectoria, ha afirmado que “siempre” estuvo al lado de España, especialmente durante las épocas más duras del terrorismo de ETA. “Sólo hay un camino para superar la crisis y es el camino de la unidad. Aquellos que se dividen son los que se debilitan, mientras que los que se unen son los más fuertes”, ha dicho el expresidente francés, que se refirió a Rajoy como un “hombre de estado”.
El final de discurso de Sarkozy ha sido calculado: “Viva Catalunya y visca España”. Una forma de mostrar su apoyo al PP con quién no siempre tuvo tan buena sintonía. La crisis económica y la política de la austeridad les separó en 2012, tras años de buenas relaciones. Sarkozy, entonces estrecho aliado de Angela Merkel, utilizó el caso de España en la campaña de las presidenciales francesas de 2012 como ejemplo de un país hundido. Algo que no gustó en Génova, que aprovechó la victoria de François Hollande para buscar con él un mejor acceso a Merkel.
Por su parte, Rajoy se ha encargado de atacar al virtual ganador de las elecciones, Junts pel Sí: “¿Qué programa puede presentar un comunista, uno de ERC, otra del PSUC y uno de CDC?”. El presidente ha querido elogiar la experiencia en la gestión de Albiol y ha sacado a relucir su paso por Badalona. Un ejemplo que le ha servido para atacar al PSOE: “En Badalona el PSC prefirió dar la alcaldía a la CUP que a nosotros”.
Al acto ha asistido la cúpula del PP catalán en pleno y la secretaría general del PP, María Dolores de Cospedal, y se ha llamado, como nunca, al voto. Los populares se agarran a un aumento significativo de la participación para frenar el proceso independentista. Entre las filas del PP son conscientes de que una alta participación podría beneficiarles, ya que parten de la base de que en un contexto autonómico su votante, tradicionalmente, ha acudido menos en las urnas.