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Tres embalses catalanes ya no permiten cargar agua a hidroaviones: “Perdemos el mejor recurso contra los incendios”

Un helicóptero lanza agua sobre el incendio localizado en Santa Coloma de Queralt, en Tarragona.

Marta Aresté Mòdol

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La campaña forestal de este año puede ser una de las más complejas de los últimos lustros. Tres de los diecinueve embalses de Catalunya están demasiado secos como para que los aviones de extinción de incendios puedan operar con total seguridad. Este es el caso de la Baells (Berguedà, Barcelona), la Llosa del Cavall (Solsonès, Lleida) y Sau (Osona, Barcelona). 

La larga sequía que Catalunya arrastra desde hace más de 30 meses ha hecho saltar todas las alarmas. El caso de Sau es especialmente grave. El pantano, uno de los emblemas de Catalunya, está sólo al 6,6% de su capacidad, un porcentaje que se asemeja mucho a su mínimo histórico: un 6,5% en abril de 1990.  

Catalunya tiene 19 embalses, diez están en la parte catalana del Ebro y nueve en las cuencas internas. Estos últimos pueden almacenar alrededor de 700 hectómetros cúbicos (hm3) de agua y satisfacen tanto la demanda industrial como doméstica y de riego. Aun así, y según la última actualización de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), las reservas en los embalses de las cuencas internas están ahora en el 26%, mientras que hace un año estaban al 57,6%.

Según la media de los últimos años, la cantidad de agua de los embalses de la Llosa del Cavall y la Baells corresponde a una tercera parte de lo que hay habitualmente en estas fechas. 

A escasos kilómetros de la Baells se encuentra el municipio de Cercs, un pueblo de 1.100 habitantes rodeado de bosques, siguiendo con el paisaje marcado por la muralla natural de piedra calcárea que rodea todo el valle de los Cingles de Vallcebre. El alcalde del pueblo, Jesús Calderer, explica que están muy preocupados porque desconocen cuáles serían las alternativas en caso de incendio: “Es muy triste ver cómo estamos perdiendo uno de los recursos más importantes a la hora de luchar contra los incendios”. 

Otro de los municipios próximos a estos puntos de carga inoperativos es Solsona, situado entre los embalses de la Llosa del Cavall y Sant Ponç, que, de momento, sigue operativo.

La alcaldesa del municipio, Judit Gisbert, cree que estamos frente a una situación de sequía muy grave, pero que se trata de poder compensar la falta de agua de un sitio con otro: “La Llosa del Cavall tiene una orografía complicada y nunca ha sido un sitio prioritario en nuestra zona. Sant Ponç es un embalse con una superficie de agua más amplia y apta para los hidroaviones”.

El jefe de la unidad de medios aéreos de los Bomberos de la Generalitat, Francesc Serra, asegura con tranquilidad que el hecho de que estos tres embalses no estén operativos no tendrá consecuencias en las tareas de extinción: “El agua llegará, pero más tarde”. “La dificultad de tener puntos de carga previstos no operativos supone que tengamos que ir a por agua en puntos más lejanos como, por ejemplo, el mar”, añade Serra. 

El cuerpo de Bomberos de la Generalitat cuenta con dos tipos de medios aéreos: helicópteros y aviones, que pueden ser de carga en tierra y otros de carga anfibia. Los helicópteros pueden cargar en cualquier superficie de agua con un diámetro superior a 5 metros, pero los aviones de carga anfibia necesitan unas condiciones de espacio y amplitud óptimas que solo las pueden ofrecer los pantanos, los embalses, los estanques, el mar y algunas zonas del río. 

El problema es que, mientras los depósitos de los aviones anfibios pueden realizar cargas de hasta 3.000 litros en 30 segundos, los cubos exteriores de los helicópteros tan solo cargan 1.000 litros de agua. De esta forma, se necesitan tres helicópteros para compensar la cantidad de agua que carga un hidroavión: “Deberemos poner a disposición más medios aéreos porque, si no podemos cargar agua en los puntos más cercanos y tenemos que desplazarnos, por ejemplo, hasta el mar, los aviones tardarán más en realizar su recorrido”, comenta Serra. 

Además, también ha explicado que de las 1.450 balsas públicas que hay por todo el territorio y los Bomberos de la Generalitat utilizan para llenar los camiones y los helicópteros, 150 se encuentran fuera de servicio por averías o por otros factores no relacionados con la sequía. 

Después de un fin de semana con incendios forestales en la Franja de Aragón y en Portbou y la Catalunya norte, las predicciones meteorológicas para los próximos días e incluso semanas no prevén lluvias en Catalunya. El cuerpo de Bomberos de la Generalitat reconoce que si no llueve en mayo, “entraremos en una situación que no hemos visto nunca”.

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