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“Lo único perfecto y eterno son las matemáticas… aunque hay muchos genios analfabetos emocionalmente”

El matemático y divulgador científico Santi G. Cremades / Ciencia a la Carta

Fidel Manjavacas

Santi G. Cremades es un matemático y divulgador científico que desde pequeño no se aburría con los números y que ahora intenta dar un poquito de humor, cercanía o naturalidad a esta ciencia “perfecta y eterna” que ayuda a las personas a “resolver problemas de su vida cotidiana”.

Lo hace a través de su canal en Youtube, en el programa de televisión Órbita Laika, en Raíz de 5 -el programa de Matemáticas que presenta y dirige en Radio 5-, por medio de libros como ‘Un número perfecto’ o a través de charlas como la que ha ofrecido en la Biblioteca de Castilla-La Mancha, en el Alcázar de Toledo, titulada ‘No somos perfectos’ y enmarcada en la segunda edición del ciclo ‘Maridajes Cuánticos’, organizado por Ciencia a la Carta con el apoyo de la Fundación Soliss y del programa Biblioteca Solidaria.

Antes de llevarla a cabo, G. (García) Cremades dedicó un rato a charlar con este medio sobre su visión acerca de esta ciencia que también tiene sus límites en el análisis emocional de los seres humanos.

¿Por qué no somos perfectos los seres humanos?

Parece duro para empezar decir que no somos perfectos pero en realidad todo el mundo lo sabe. Que nadie es perfecto es algo que todo el mundo dice mucho pero yo lo demuestro con matemáticas, y es que las matemáticas es lo único perfecto que conocemos.

Como seres humanos somos imperfectos, tenemos un conocimiento experimental de ensayo y error. En ese mundo experimental de fallos se da eso, nunca se ajusta algo al 100% a un modelo teórico. La teoría es una cosa, la práctica es otra y en esa diferencia está la estadística para medirla. De eso es lo que va la charla, de esas diferencias entre lo perfecto y lo imperfecto que somos nosotros.

¿Lo único perfecto que hay en el mundo son las matemáticas?

Lo único perfecto y eterno son las matemáticas. Parece que me he venido arriba pero no, es así. La única ciencia exacta, que así se les llamaba a las matemáticas, funciona a través de axiomas, que son las bases fundamentales, y a través de ahí el edificio que se construye sobre los axiomas es para siempre y es perfecto.

De hecho, antes se llamaba la Facultad de Ciencias Exactas, se metió la estadística y ya se llama Facultad de Matemáticas, ya no es exacta, está en el mundo de la aproximación.

¿Cómo se ejemplifica la imperfección del ser humano en el mundo?

En las matemáticas existe el problema de que como no se ven aplicadas a la mayoría de gente no le interesan. Desde el teorema de Pitágoras hasta los fractales, que es lo más puntero del siglo XXI y está revolucionando todas las áreas de la ciencia y de la tecnología. El teorema de Pitágoras y los triángulos y rectángulos funciona siempre, pero nosotros no tenemos triángulos o rectángulos en el cuerpo, sin embargo los fractales explican muy bien cómo somos nosotros y cómo es nuestro cuerpo.

Cuando los informáticos querían simular en tres dimensiones un ser humano se dieron cuenta que es imposible con la geometría de Pitagoras, se veían picos y pixelado, cómo eran las películas antiguas de animación, hasta que llegaron los de Pixar y lo han revolucionado todo. Utilizaron la figura que se llama fractal y está inventada por los matemáticos sin buscar aplicación y habla de una figura muy especial que por mucho que te acercas aparece de nuevo la misma figura y así hasta el infinito. Como un Jordi Hurtado pero en geometría. Así se explica cómo funciona nuestro cuerpo, nuestros poros de la piel, nuestra huella dactilar, nuestra pisada del pie, nuestros pulmones…. Todo se rige por esta figura que no se conocía hasta el siglo XX y que se llama geometría fractal.

Los informáticos lo hacen de forma aproximada, pero gracias a esa aproximación ya se parece más a la vida real. Aunque el fractal es algo que llega hasta el infinito y es algo que nosotros no conocemos porque somos finitos.

¿Qué le queda al ser humano por conocer del mundo de las matemáticas? ¿ Qué se nos escapa de las manos?

Mucho más de lo que se escapaba antes. En base al juego interactivo del Kahoot, que se utiliza mucho en Secundaria y a través del móvil, hay un ejemplo que dice cuantos libros, metafóricos, había sobre matemáticas hasta el siglo XX y cuantos se han escrito en el siglo XX. Resulta que hasta 1899 habría unos 100 libros, por poner un ejemplo, y en el siglo XX se han escrito 100.000 libros. Esto quiere decir que el conocimiento crece de forma exponencial. No es que queden pocos secretos por descubrir sino que cada vez hay más secretos por descubrir.

Tenemos la suerte de que si, por ejemplo, no te gustan que se crucen las rectas paralelas, te puedes inventar una teoría matemática también perfecta pero con otros axiomas. Siempre puedes inventar las matemáticas que tú quieres. Si no te gusta que 2 + 2 sean 4, te inventas unas matemáticas para que eso no pase, aunque también serían perfectas.

Entiendo que no eras de los niños a los que en clase le aburrían las matemáticas.

He conocido de todo, a gente que se empezó a interesar por las matemáticas en segundo de Bachiller, incluso probó a hacer la carrera. En mi caso sí me gustaban desde niño. Desde pequeño destacaba en matemáticas y un poco en deporte, aunque estaba un poco fondón pero me gustaba mucho el fútbol. Entendía que era un camino posible, atractivo y mira que mis padres no o veían y los consejos que me daban eran de no estudiar matemáticas. Aparte de la docencia hay poquita cosa, me decían, sin embargo ahora mismo es la carrera con más empleabilidad. Está en el ránking número uno, por delante de Informática y Estadística, que es más o menos la familia. Empecé por pura vocación. Estudiar todo el día matemáticas era algo atractivo para mí, para otros era un horror.

Estás inmerso en la docencia, en la divulgación a través de programas en radio o televisión, has escrito un libro… ¿qué faceta te gusta más para dar a conocer las matemáticas?

Al final es todo comunicación y contar lo que te gusta. Yo no tengo esa vocación docente, ojalá la tuviera, pero me gusta mucho contar lo que me apasiona. Me encanta hacer de las matemáticas, algo que mucha gente aborrece, algo un poquito divertido, cercano o natural.

¿Hay quizá muchos profesores que no ayudan a empatizar a los alumnos lo suficiente con las matemáticas?

Creo que sí. En 4º de la ESO tuve una profesora que me hizo pensar que ya no me gustaban las matemáticas. Redescubrí que me gustaba en 2º de Bachiller, si no hubiera tenido el profesor que tuve en este curso no habría sido matemático. Descubrí el placer por resolver problemas, que es el mayor atractivo de las matemáticas, que te ponen un reto y si te pica el gusanillo es muy placentero resolverlo. Es como el escape room de la vida.

¿El conocimiento de las matemáticas ayuda a una persona a resolver de manera más eficaz también sus problemas cotidianos?

Seguro que ayuda a todo, es como tener un superpoder. Te ayuda a entender los problemas de tu día a día. Eso sí, los emocionales son más complejos, no se pueden medir de forma matemática. Algunos genios matemáticos son analfabetos emocionales incluso. Pero sí que es verdad que las matemáticas ayuda a la resolución de problemas, sobre todo si tienen un algoritmo dentro. Por ejemplo, cuando vas al supermercado se puede utilizar un problemilla que se llama elegir la mejor cola del supermercado. Lo utilicé una vez, miré al chico que estaba a mi altura y yo creo que él todavía está ahí en la cola.

Ese problema tiene que ver con la fila única que han hecho en algunos supermercados y que hace un reparto en paralelo, en circuito. Una vez que pasas la fila india te distribuye en varias cajas. El tiempo es un factor computacional, el tiempo medio que se hace en las colas esas en paralelo es más óptimo que las colas que se hacen en serie.

Para que no nos engañen, ahí están las matemáticas. En Hacienda, en la factura de la luz… las matemáticas te permiten tener una mente escéptica y racional.

Aparte de las emociones, ¿qué otras cosas no pueden medir o cuantificar las matemáticas?

La inteligencia artificial intenta aproximarse al ser humano y ahí hay un copazo de matemáticas. Las matemáticas más útiles son las ecuaciones simultáneas, que no se habían estudiado hasta el siglo XX y que hablan de variables que dependen entre ellas. Tienen una conexión que no conocemos, como las emociones, el amor… La inteligencia artificial lucha por llegar hasta ese punto. Quizá no sea ni interesante medir esas cosas porque es tan complejo y tan mágico que habría que mantener esa magia.

Creo que está bien que a veces lo complejo sea inexplicable, tiene un punto también humano que nos gusta la sorpresa.

Publicaste este año el libro ‘Un número perfecto’, en el que citas el número 28 y la misma cantidad de historias sobre teorías y genios de las matemáticas. ¿Por qué es perfecto ese número?

Pues pensé en la variable numérica para publicar este libro. Pensé en un número que aportase algo. Como la idea de la perfección me atraía muchísimo, que es lo que para mí representan las matemáticas. Hay un número que se llama perfecto porque son la suma de sus divisores. El 6 es el primer número perfecto ya que se divide entre 3, entre 2 y entre 1. La suma de sus divisores da tal cifra (3+2+1=6). Entonces pensé en hacer un libro de seis capítulos y quizá se iba a quedar un poco corto. Entonces pensé en el siguiente número perfecto que es el 28, en el que también la suma de todos sus divisores tan dicho número. El siguiente es el 496, que eran muchos capítulos.

Intenté reflejar la historia de las matemáticas a través de ideas abstractas, casi filosofales a veces como el infinito o el caos, incluso los números naturales o cómo contamos. Quería que fuese contada de esa manera, con 28 ideas, no cuentas o problemas.

¿Cuál es la idea o teoría matemática que más te ha impresionado?

Pues hay una que cuesta mucho entenderla pero a mí me dejó muy loco. Es que el infinito tiene una formalización y se puede explicar de cierta manera, pues resulta que hay infinitos más grandes que otros. Está el infinito de los números que podemos contar y después está el número de lo que no se puede contar. Por ejemplo, en una recta, si tu dibujas dos líneas en ella (verticales), siempre puedes dibujar otro en medio de ellas, así podrías estar hasta el infinito. Después del uno en la recta real, ¿qué número viene?, no se sabe el siguiente número, no tiene nombre. Hay tantos que no se pueden contar.

¿Qué tiene el humor de matemáticas?

Pues el humor tiene muchas matemáticas también. Con los límites del humor se está incluso sofisticando esa forma de hacerlo. Como funciona a través de la sorpresa, mejor no formalizarlo. El humor nos hace humanos y como somos imperfectos no queramos aproximarnos tantos a las matemáticas. Funciona con cosas sorprendentes, incluso puede llegar un cómico como Miguel Noguera, que ha revolucionado un poco la idea del monólogo, y habla de contextos, no encaja en ningún patrón. El humor debería ser un poco como el amor también, no algo matemático.

¿Sería posible vivir en un mundo sin números?

Pues hay gente que curiosamente es anumérica, no entiende el concepto de número. Entiende que dos manzanas es más que una manzana, pero abstraerse a ese número dos, que pueden ser dos árboles, dos personas o lo que sea, no lo conciben. Tienen un problema social grande como seres humanos.

El concepto de número dio paso al hombre sedentario a la agricultura, a poder contabilizar. El primer papiro que se conoce -el papiro de Plimpton- es una serie contable en la que hablarían de como contar las cosas. La primera operación aritmética no fue la suma sino la resta, era más importante saber cuánto tengo que restar para mantenerme con comida que sumar. Los números dicen que fue lo que dio paso al homo sapiens.

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