Acusados en 'Taula' confiesan que fueron contratados en una firma pública para trabajar “en la sede del PP en Valencia”

Lucas Marco

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Manuel Gómez Pérez, acusado en el juicio por la pieza separada B del 'caso Taula', ha reconocido que fue contratado en la empresa pública Ciegsa (dedicada a la construcción de colegios) como favor por parte del entorno de Alfonso Rus, entonces presidente de la Diputación de Valencia, al encontrarse “en paro con 60 años”.

El hombre, que ha alcanzado un pacto de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción, ha declarado que en realidad trabajó en la sede del PP en Valencia. A pesar de mostrar su “plena predisposición” para trabajar en Ciegsa, le “mandaron trabajo” en “la sede del PP en Valencia”.

Gómez ha explicado que repartió su currículum a “todo el mundo” y, singularmente a Alfonso Rus (aunque en la fase de instrucción no lo dijo exactamente así). “Al cabo de poco tiempo me llamaron por medio de Emilio Llopis [jefe de gabinete de Rus] y me dijo que me llamarían de Ciegsa para que me hicieran una entrevista”, ha relatado. El hombre ha devuelto “unos 10.000 euros”, parte del dinero que percibió irregularmente.

Otro acusado, Antonio Gil Monteagudo, también ha declarado que fue contratado en Ciegsa y, tras prestar sus servicios aproximadamente un año y medio en dos locales de la empresa pública, pasó a trabajar en la sede del PP. El hombre ha relatado que seguía las instrucciones de Ricardo Costa, entonces secretario general del PP valenciano o de “alguno de los que estaban allí”.

Una “pantomima”

José Estarlich, testaferro confeso de Marcos Benavent, ha reconocido en el juicio por la pieza separada B del 'caso Taula' que su contratación en la empresa pública Imelsa de la Diputación de Valencia fue una “pantomima”.

El hombre, que ha sido condenado a siete meses de prisión en la sentencia de la pieza J del 'caso Taula' y que ha alcanzado un pacto de conformidad con Anticorrupción, ha reconocido los hechos.

Su contratación “moralmente” no le “parecía bien”, según ha dicho para justificar su confesión. “Trabajé en Imelsa cuatro meses pero era una pantomima que teníamos montada”, ha declarado a preguntas del fiscal.

Estarlich ha explicado que pasaba por un bache económico y que Marcos Benavent, autodenominado 'yonqui del dinero', lo contrató en la empresa pública. “Era para tener más tiempo libre para hacer gestiones mías y personales de Marcos Benavent”, ha dicho.

El acusado era el testaferro confeso del 'yonqui del dinero', según los hechos probados de la sentencia de la pieza J del 'caso Taula' conocida este martes. Estarlich ha devuelto 14.340 euros, en el marco del pacto de conformidad que ha alcanzado con la Fiscalía Anticorrupción.