Eso de las bicicletas
En una reciente comida navideña con periodistas, el naviero y presidente de AVE Vicente Boluda Fos, embalado, dijo que el gobierno del Botánico no había hecho apenas nada, solo “eso de las bicicletas”. Le faltó decir que eran unos inútiles. Bien es verdad que añadió que no veía gente de peso en el centroderecha valenciano, ni en el PP ni en Ciudadanos. ¡Vaya panorama! En esto último seguramente tiene razón.
Claro que acaso le enturbia la visión el hecho de que él se considera un personaje de mucho fuste, porque, aparte de su éxito como empresario, o por eso mismo, aspira a volver a la presidencia del Real Madrid.
¿El Botánico no ha hecho nada? Hombre, ha frenado en seco la corrupción. ¿Le parece poco? Ha puesto muy alto el listón de la honradez política y de la transparencia. ¿Le parece poco? Valencia está empezando a dejar de ser conocida como el paraíso de los corruptos, como el ubérrimo orange market de los sinvergüenzas que saquean fondos públicos sin pudor ni control. ¿Le parece poco?
Tal vez le parecerá poco también la política social que ha empezado a solucionar el gran atasco de la Dependencia, a atender a colectivos vulnerables, a racionalizar y aumentar recursos. O la resuelta política educativa para acabar con los barracones y poner en marcha el plurilingüismo. O el frenazo al urbanismo salvaje y especulativo. O una política de turismo más responsable. O la solución al tema de los avales envenenados y de pufos como Feria Valencia. O la potenciación del IVF y la creación de un Banco Público. O la mejora general del clima de confianza y de la imagen exterior. O una política industrial más inteligente, que tal vez se le escapa…
En fin, el catálogo sería amplio y no me toca a mí precisamente exponerlo circunstanciadamente. También hay sombras, claro. Pero de otro tipo… No las que ve el naviero que preside AVE. La política cultural, por ejemplo.
El balance general es altamente positivo. Para celebrarlo con cava. Más de lo que parece. La afasia relativa de los gobernantes y el sesgo traumático del entorno exterior impiden ver las cosas más claramente. Queda mucho por hacer. La hostilidad del gobierno central y las minas de efecto retardado de la gestión del PP de Zaplana y Camps, el reino de la corrupción y del desmadre, no permiten seguramente hacer mucho más en tan breve plazo. Por no hablar de la asfixia financiera… El Botánico tiene cuerda para rato, más allá de 2019. Los partidos que lo sustentan deberían dejar aparte partidismos de poca monta y pensar en la mayoría social que los necesita y en todo lo que hay que hacer. Con visión y con proyecto, con discurso y con más energía.
La caricatura trazada por Boluda Fos no puede imponerse a través de los medios en una opinión desarticulada. ¿Solo eso de las bicicletas? Ni hablar. Y además “eso de las bicicletas” está muy bien. Es lo más moderno, racional, europeo, progresista y civilizado que se puede hacer.
El problema es que algunos empresarios creen que el mundo, la sociedad y la política pueden gobernarse como una empresa. Pero no es así. Ni siquiera las empresas deberían gobernarse como a ellos les gusta.