Ampliar el aeropuerto, el capricho de unos pocos
Prudencia y precaución. El crecimiento de Manises, en el sentido más amplio del término y en todos los ámbitos, viene condicionado sí o sí por cualquier movimiento que haga el aeropuerto de Manises. Y esto incluye, como no, la ampliación de sus instalaciones, por muy pequeñas que sean. Creemos que el supuesto ensanche del aeropuerto no será mínimo. Al menos, ese es el deseo del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, por el entusiasmo que pone en cada anuncio, a bombo y platillo, sobre el candente asunto. Varias veces, casi a diario.
No solo a bombo y platillo, sino con “banda de música y alfombra roja”, como Mazón quiere recibir “a cada persona que viene” en cada vuelo que aterriza en Manises. Son palabras textuales del presidente de la Generalitat, quien, con estas afirmaciones, parece despreciar a los ciudadanos y ciudadanas de los municipios de los alrededores de la ciudad de València, dirigida por la también popular María José Catalá, que se enorgullece de ostentar el título de Capital Verde Europea, heredado, por cierto, mientras espera la llegada de millones de turistas. Los municipios del área metropolitana, ¿no tenemos derecho a ser verdes?
El comportamiento del Partido Popular, una vez más, no nos sorprende. Ya lo conocemos: mira por su propio interés, el económico, por encima de los intereses generales de la ciudadanía. No se ha preguntado ni consensuado absolutamente nada con los ayuntamientos afectados por el sinfín de restricciones que impone la navegación aérea, como es el caso de Manises, donde se ubican las instalaciones aeroportuarias, que ocupan casi el 18% de todo el término municipal.
Es evidente el impacto medioambiental, no solo por la contaminación aérea y acústica que produce cualquier infraestructura de estas características, que, por lógica, se verá agravado con su ampliación. Es fácil de entender: más vuelos, más problemas para la salud y el bienestar de los vecinos y vecinas. Hasta la propia alcaldesa de Xirivella, Paqui Bartual, de la misma formación que Mazón y Catalá, el Partido Popular, se ha manifestado contraria a la expansión del aeródromo. Por algún motivo será. La Oficina Nacional de Investigación Económica de los Estados Unidos lo ha afirmado en más de una ocasión: “los aeropuertos son una de las mayores fuentes de contaminación ambiental”. Por no hablar de la emergencia climática, de la que no hay vuelta atrás.
Respecto al impacto económico, en el que insisten, en Manises seguimos esperando alguna noticia. Y que no sea por la prensa. ¿Cuál es la supuesta necesidad de ampliar el aeropuerto? ¿Cómo repercutirá en los municipios de su área de influencia? Los efectos negativos, el daño generado en cuanto a molestias vecinales, infraestructuras y un largo etcétera no se compensan de ninguna manera, ni siquiera económicamente. Habría que estudiar qué se quiere hacer y, sobre todo, cómo se va a hacer, siempre con la participación de todos los agentes implicados, vecindario y Ayuntamiento de Manises incluidos, ya que somos conscientes del potencial turístico de la Comunitat Valenciana. Sin embargo, reivindicamos un modelo sostenible, respetuoso con el medio ambiente, inclusivo y saludable.
En todo caso, puestos a hablar de números, sin todavía tener información concreta, podemos ya abrir el debate de la riqueza que dejaría de recibir Manises, si llega a materializarse la tan ruidosa ampliación. Por ejemplo, ¿cuánto ingresaría el Ayuntamiento de Manises si la superficie ocupada por el aeropuerto fuera un polígono industrial? ¿20 millones de euros? ¿Crearía 10.000 nuevos puestos de trabajo? También sería una buena oportunidad para conectar alguna de las seis paradas de metro de Manises, que son competencia de la Generalitat Valenciana, con otros municipios vecinos del área metropolitana, como Aldaia, Alaquàs o la propia Xirivella, que siguen sin tener esta infraestructura básica.
En definitiva, hay una cosa que sí tenemos clara: pedimos que se nos trate bien, que se nos compense de manera justa. Si no es así, pagaremos las consecuencias del capricho de unos pocos. Y tampoco habrá vuelta atrás, por no mantener la prudencia. Por no ser cautos. Si el aeropuerto crece, Manises será más pequeña.
*Javier Mansilla Bermejo, alcalde de Manises
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