Las Corts Valencianes tumban con los votos de PP y Vox exigir que las terapias de conversión sean consideradas delito

La mayoría de PP y Vox en las Corts Valencianes tumba una propuesta que reclama que las conocidas como terapias de conversión sexual sean consideradas delito y figuren específicamente en el Código Penal. La derecha y la ultraderecha han votado en contra de una proposición no de ley presentada por Compromís a instancias de colectivos LGTBi, después de que en la ley de acompañamiento a los presupuestos se modificaran las referencias a estas terapias.

En una de las enmiendas aprobadas a esta norma, que se aprobó hace escasas dos semanas, se refleja que “se prohíben las terapias que puedan suponer una agresión o intimidación a la persona trans”, y a renglón seguido que es “posible acogerse a acompañamiento siempre que se opte libre y voluntariamente”. La conselleria insistió en que el cambio normativo no avala este tipo de terapias. El director general de Diversidad, Stephane Soriano, aseguró que “las terapias contra las personas trans están totalmente prohibidas en la Comunidad Valenciana”. Al respecto, Compromís y el PSPV alertaron del cambio y denunciaron que “eliminan contenido sobre diversidad sexual, abriendo la puerta a las terapias de conversión y, en definitiva, desmontando las garantías de protección a las personas trans, especialmente a las infancias”

Durante el debate, celebrado en la sesión de este miércoles -las votaciones se realizan en bloque el jueves- el diputado de Compromís Francesc Roig defendió la necesidad de considerar estas supuestas terapias como delito para así facilitar la protección de las víctimas. Es algo que pide una proposición de ley orgánica registrada en el Congreso por Sumar, Podemos, ERC, BNG y Junts, a propuesta de la asociación No es Terapia, para castigar con penas de uno a cuatro años de cárcel. La diputada socialista Cristina Martínez coincidió en denunciar estos cambios, al considerar que “las mal llamadas terapias de conversión son crueles, inhumanas y no deberían haber existido nunca”. “No es terapia, es tortura”, proclamó tras anunciar su apoyo a la iniciativa de Compromís.

El PP niega que se avalen las terapias

La diputada del PP Verónica Marcos aseguró que “el PP nunca ha avalado, avala ni avalará jamás las terapias de conversión”, que “están prohibidas y seguirán prohibidas”, por lo que tachó de “bulo” las críticas de la izquierda. “Hemos tenido que poner sentido común para garantizar la supervisión médica y psicológica” con “protocolos reales”, justificó sobre los cambios en la Ley Trans que ve “ineficaz”. Pese a ello, su grupo ha votado en contra de la propuesta.

Además, acusó al anterior gobierno del PSPV, Compromís y Unides Podem, que impulsaron una norma pionera en España, de guardar las denuncias “en un cajón para que caducaran” y de “no personarse en ningún procedimiento”, mientras el actual Consell “ha remitido los casos a Fiscalía”. En su réplica, el diputado de Compromís desmintió esta afirmación, asegurando que la vicepresidenta y consellera de Igualdad, Susana Camarero (PP), “aseguró que se personaría en todos los delitos” de agresiones LGTBI y “lo han hecho en cero casos” según una respuesta parlamentaria de Presidencia.

La diputada de Vox Ángeles Criado sí defendió lo que califica como “el acompañamiento” a personas LGTBI: “Una persona que está en un periodo de confusión de identidad está en su derecho de que alguien le acompañe, si voluntariamente quiere, y puede elegir a quien le dé la gana en función de sus creencias religiosas”, argumentó la parlamentaria ultraderechista. Los parlamentarios de izquierdas afearon la intervención de Criado, calificando este ideario como “transfobia” y “fanatismo religioso”, mientras reivindicaron “la libertad de ser”. “El pecado es el que hacéis vosotros, y lo pagaréis más pronto que tarde”, lanzó Roig a la bancada ultra.