Yo he visto cosas que vosotros no creeríais
No sé si alguna vez han entrado en alguna prisión. Yo he estado en tres ocasiones. Una de ellas, era la antigua Cárcel Modelo de Valencia y fue en pleno rodaje de la película de Berlanga de ‘Todos a la cárcel’. A pesar del ambiente de focos, cámaras, actores,… ver las galerías en las que muchas personas habían sido privadas de libertad ¡qué quieren que les diga! A mí, que entonces debía acabar de cumplir los 23, me impresionaba.
La segunda vez que entré en una cárcel fue un poco después. En la inauguración de la cárcel de Picassent. Allí me entraban escalofríos cada vez que atravesábamos una galería y las puertas de barrotes se cerraban a nuestras espaldas. Todo era nuevo. El ambiente: políticos cortando cintas, presos con excelente comportamiento y funcionarios aguantando todo el pastel (prensa, televisión, radio, algún ministro..).
La tercera ocasión fue para entrevistar al director del Psiquiátrico Penitenciario de Fontcalent por la que le caía encima con la modificación del Código Penal y la excarcelación masiva de reclusos. Tampoco me gustó ni un poquito sentirme encerrada. ¡Y eso que yo tenía pase de salida!
Mis tres visitas a la cárcel me han venido a la cabeza estos días al saber que Matas, Hernández Mateo y, en septiembre, Carlos Fabra estarán encerrados, privados de libertad, entre rejas. No puedo imaginarme cómo se sentirán esos hombres que lo han tenido todo (algunos hasta un aeropuerto propio) confinados entre cuatro paredes en el final de su carrera política. No me dan pena… en absoluto. ¡Es más! Yo no les dejaría salir hasta que resarcieran a sus municipios, comunidades, provincias de todos los males que les han causado en beneficio propio.
Pero eso es una utopía. Aún así, la verdad que ver el desfile de políticos, ex altos cargos de cajas de ahorro y personalidades de las más altas esferas del país en la cárcel, o a unos meses de entrar en ella, me devuelve la fe en la Justicia. Y como estamos en verano –a punto de irnos de vacaciones- me ha dado por soñar y por pensar ¿Y si esto, de verdad, es el final? ¿Y si todos estos políticos en la cárcel son el final de una clase política corrupta, sin principios, sin valores? ¿Y si mi hijo puede narrar a sus nietos esta época convulsa, de ruptura empezando con ese magistral monólogo del replicante de Blade Runner: “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais…”?
¡Felices vacaciones!
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