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Uso del CBD para mascotas: qué tener en cuenta si estás planteándote dárselo a tu perro o gato

El uso del CBD en perros y gatos.

Inés Aguerri Alonso

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Tres letras, muchas dudas y más curiosidad: CBD. Desde hace unos años reinan en el mercado los productos de suplementación de cannabidiol, que también han llegado al mundo de la veterinaria principalmente en forma de aceites para perros y gatos.

En humanos se emplea como soporte en tratamientos para el insomnio, la epilepsia, el dolor o la inflamación. Pero ante la posibilidad de beneficiar a nuestras mascotas, perros o gatos, con su uso nos asaltan dudas y preguntas sobre sus posibles beneficios y riesgos.

Qué es el CBD y qué productos para mascotas lo contienen

El Cannabidiol o CBD es un fitocannabinoide derivado del Cannabis sativa, una planta que destaca por su gran cantidad de compuestos. Entre ellos, como explica Sylvia García-Belenguer, veterinaria y profesora de la Universidad de Zaragoza, “resaltan el tetrahidrocannabidiol o THC (responsable del efecto psicoactivo de la planta) y el Cannabidol o CBD (sin efectos psicoactivos y responsable de numerosos efectos beneficiosos reconocidos)”.

Este último, el CBD, “forma parte de los mencionados aceites para perros y gatos junto a otros fitocannabinoides que interaccionan entre sí y con los otros componentes activos de la planta, ejerciendo un efecto más potente que el que puedan generar por separado”, añade Alejandra Norniella, veterinaria de Cantabria Labs Stangest. “El CBD actúa mediante la interacción con los receptores del sistema endocannabinoide de nuestras mascotas, una compleja estructura regulatoria que poseen todos los mamíferos”, apunta. En esta interacción se pueden provocar respuestas terapéuticas en el cuerpo.

Posibles beneficios del uso del CBD en gatos y perros

Mientras algunos expertos defienden la efectividad de los estudios que demuestran los beneficios del CBD en las mascotas, otros declaran que estos son insuficientes. Entre los posibles beneficios que señalan los primeros están los efectos neuroprotectores, antioxidantes, ansiolíticos, analgésicos y antiinflamatorios.

Según explica José Luis Fontalba, jefe del servicio de cirugía y traumatología de Anicura Vetsia, “algunos estudios en perros han encontrado que el CBD mejora los signos clínicos asociados con la osteoartritis, el prurito y la epilepsia”.

Por su parte, Alejandra Norniella apunta que “además de los diferentes grupos de investigación universitaria en España y en el extranjero que están profundizando en la utilidad médica de los cannabinoides, existen estudios y encuestas muy significativas al respecto”. Por ejemplo, la Universidad Estatal de Colorado realizó una encuesta con 1.238 participantes, de los cuales 356 habían administrado cannabidiol a sus perros o gatos para tratar la ansiedad, el estrés, el dolor y la inflamación articular, afirmando resultados positivos. Esta misma universidad publicó recientemente un estudio sobre el uso de CBD en perros con epilepsia idiopática refractaria, en el que demostraron una reducción de la frecuencia de convulsiones del 24%.

Otra revisión publicada en Animal Health Research Reviews analizó seis estudios centrados en el uso de aceite de CBD que apuntaron a una reducción del dolor de los animales, aumento de la actividad en perros con osteoartritis y reducción del comportamiento agresivo.

Sin embargo, José Luis Fontalba destaca que “se necesitan más estudios para concluir una acción terapéutica real y contrastada del CBD para cada una de estas enfermedades en perros y gatos”. El uso medicinal del CBD en mascotas en España no está autorizado y se utiliza como coadyuvante o complemento nutricional.

Se necesitan más estudios para concluir una acción terapéutica real y contrastada del CBD para cada una de estas enfermedades en perros y gatos

José Luis Fontalba cirujano y traumatólogo veterinario

Riesgos del uso de CBD en mascotas

Cualquier tratamiento, incluido el CBD, conlleva indicaciones específicas, contraindicaciones y posibles efectos secundarios. Para José Luis Fontalba, la clave del éxito en su uso recae en la regulación y la pauta veterinaria. Estos productos, al no ser medicamentos, son de venta libre, ante lo que el veterinario considera que “se deberían regular para que fueran un producto sujeto a prescripción veterinaria estricta”.

Como explica Sylvia García-Belenguer, existen posibles riesgos en su uso en mascotas: “Se sabe que el CBD tiene metabolismo hepático y que a determinadas dosis puede aumentar las concentraciones de enzimas hepáticas como la fosfatina alcalina, por lo que puede requerir un seguimiento del perfil hepático de los pacientes”.

Por ejemplo, en un estudio realizado por la Universidad de Milán se demostró la eficacia del uso de aceite de CBD a la hora de disminuir el dolor en mascotas con osteoartrosis, pero también el ascenso de esta enzima que podría crear problemas sobre todo en animales que padecen insuficiencia hepática.

Además, pueden surgir intoxicaciones en caso de dosis inadecuadas o efectos adversos resultado de la interacción con otros fármacos, por lo que se debe tener cuidado cuando se combina con otros tratamientos. De hecho, determinar la dosis a utilizar es una de las mayores dificultades que se desprenden de los estudios publicados. Por eso, previa prescripción veterinaria, Alejandra Norniella recalca la importancia de “comenzar siempre con dosis bajas para ir aumentando en base a la necesidad y la patología a tratar.”

El uso medicinal del CBD en mascotas en España no está autorizado y se utiliza como coadyuvante o complemento nutricional

Otro de los factores de riesgo recae en su fabricación: “Son complementos nutricionales para animales que están legislados a nivel europeo y español, pero es importante asegurarse de obtener un producto especialmente formulado para animales y de un laboratorio de confianza”, afirma Norniella.

Por ejemplo, la molécula más delicada es el THC, que puede causar los efectos secundarios clásicos del cannabis. “Su presencia en las semillas de Cannabis se ha limitado a través de un Reglamento de la Unión Europea a un contenido inferior al 0.2% de THC”, explica la veterinaria.

Por su parte, la veterinaria y profesora de la Universidad de Zaragoza Sylvia García-Belenguer considera que esta regulación no es suficiente, ya que “existen productos en venta de baja calidad en los que no se sabe con seguridad la concentración exacta de CBD que contienen, lo que hace imposible una dosificación adecuada o que esos productos puedan contener otras sustancias tóxicas o con efectos no controlados”.

Entidades como la Federación de Veterinarios de Europa han publicado recomendaciones sobre el uso de CBD en animales que contemplan la necesidad de promover más estudios al respecto y recalcar la importancia de un seguimiento veterinario, al menos hasta que haya más información sobre sus riesgos y beneficios a corto y largo plazo.

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