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Guantes y mascarillas contra el coronavirus: ¿en qué contenedor van?

Alertan del riesgo de infección por Covid-19 si los guantes no se usan bien

Eva San Martín

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En las ciudades se respira aire más puro. Y cierta vida salvaje se recupera y aprovecha los espacios vacíos que ha creado la ausencia de millones de personas confinadas para frenar la expansión del coronavirus. No queríamos que fuera de este modo, pero la crisis sanitaria y el consiguiente parón en la actividad económica han dado algún respiro al planeta. Pero no todo son buenas noticias: también estamos consumiendo más plástico de usar y tirar. El motivo: los tan necesarios, pero también contaminantes, equipos de protección personal, como guantes y mascarillas, en cuya fabricación se incluyen derivados plásticos.

Convertidas en un icono de la pandemia, la venta de mascarillas desechables se ha disparado en España. Al mismo ritmo, con lógica, ha aumentado la presencia de plásticos de un solo uso en hospitales. En Asturias, los equipos de gestión de residuos han pasado de recoger diez toneladas a la semana a treinta desde el inicio de la crisis sanitaria. Es tan importante que los expertos coinciden en que todos deberíamos usar mascarilla en los espacios cerrados.

De hecho, el Gobierno ya ha comunicado su decisión de ampliar su obligatoriedad a más espacios públicos, además del transporte público, donde hay que llevarlas desde el 3 de mayo. Esta recomendación se extiende por todo el mundo, lo que hace que miles de millones de personas estén utilizando mascarillas de plástico de un solo uso. Italia incluso ha calculado cuántas necesita: 90 millones de mascarillas al mes.

Aun así, expertos en medio ambiente advierten del problema para el entorno que pueden implicar las mascarillas y guantes si no se gestionan de modo correcto. “Por su naturaleza, estos productos son desechables o tienen una vida útil limitada: son esenciales para protegernos, pero no por ello resultan menos contaminantes”, afirma Miguel Muñoz, técnico de SEO-BirdLife, y coordinador del proyecto Libera, que en colaboración con Ecoembes, la organización que gestiona el reciclaje de residuos, quiere frenar la presencia de basura en los espacios naturales.

El dilema: estos residuos no se reciclan. Además, contienen polímeros sintéticos que mal gestionados pueden acabar agravando el problema de la contaminación plástica. De hecho, los ecologistas han empezado a advertir de su aparición en las playas del archipiélago de Soko, en Hong Kong.

Mascarillas y guantes: un problema muy plástico

Tanto las mascarillas quirúrgicas como las filtrantes (tipo FFP) están fabricadas con polipropileno, un polímero obtenido de un hidrocarburo que solo tras su procesado adquiere un aspecto parecido a la celulosa vegetal. “A este polipropileno se le añaden otros plastificantes que les proporcionan la flexibilidad, dureza o rigidez necesarias; además de sustancias estabilizantes para inhibir la oxidación y degradación de los polímeros durante su fabricación, o compuestos retardantes de llama para evitar que se inflamen”, explica Ethel Eljarrat, doctora en Ciencias Químicas e investigadora en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Los guantes no se quedan atrás. Muchos están hechos de látex, un material que se obtiene de la corteza del caucho, aunque a veces se sustituye por alternativas sintéticas ya que existen personas alérgicas al látex. En ambos casos, en el proceso de elaboración del producto final también es necesario añadir diversos aditivos químicos. Lo mismo ocurre con los guantes de nitrilo que se fabrican a partir de caucho sintético, el cual actúa como sustituto del látex natural, por ser más barato. “Puesto que guantes y mascarillas son residuos plásticos, es importante no abandonarlos ni en las calles ni en espacios naturales; tampoco durante este momento de crisis sanitaria”, remarca Muñoz.

Entonces, ¿qué hago con la mascarilla y los guantes usados?

No los dejes en la calle, ni en el carrito de la compra, ni tirados en los alrededores de tu pueblo o en espacios naturales.

No solo es una actitud incívica y contaminante para el planeta: además se tratan de desechos potencialmente peligrosos y abandonarlos puede ayudar a propagar la pandemia. Ni, desde luego, los eches al váter.

¿A qué contenedor van?

A pesar de incluir plástico, no van al contenedor amarillo. “Ni las mascarillas ni guantes de látex o nitrilo empleados para hacer la compra son envases; por tanto no deben depositarse en el contenedor de envases ligeros o amarillo, sino en el contenedor general, de restos o de rechazo, que es en el que echamos todos los residuos que no se reciclan”, recuerda el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Este contenedor de restos suele ser de color gris, verde oscuro o metálico. No hace falta tomar medidas excepcionales al respecto. ¿Y si estás en la calle? Si no puedes esperar, deposítalas en la papelera.

Tampoco hay que echarlos en el contenedor de papel y cartón (azul), en el de vidrio (verde) ni en el orgánico (marrón, si lo hubiera). “En las actuales circunstancias tenemos que insistir en un mensaje muy claro: los guantes, mascarillas y demás material de protección siempre hay que depositarlos en el contenedor gris, nunca en el amarillo”, apunta Sara Güemes, de Ecoembes. Por lo demás, en los hogares sin positivos, no hay cambios para la separación de los residuos, que se realizará de forma habitual.

¿Qué hacer con las mascarillas y guantes en hogares donde hay personas infectadas?

En este caso estamos obligados a proceder según el protocolo que señala el Documento técnico Manejo domiciliario de la COVID-19Documento técnico Manejo domiciliario de la COVID-19 elaborado por el Ministerio de Sanidad. Dice lo siguiente:

"Los residuos del paciente, incluido el material desechable utilizado por la persona enferma (guantes, pañuelos, mascarillas), se han de eliminar en una bolsa de plástico (bolsa 1) en un cubo de basura dispuesto en la habitación, preferiblemente con tapa y pedal de apertura, sin realizar ninguna separación para el reciclaje.

La bolsa de plástico (bolsa 1) debe cerrarse adecuadamente e introducirse en una segunda bolsa de basura (bolsa 2), al lado de la salida de la habitación, donde además se depositarán los guantes y mascarilla utilizados por el cuidador, y se cerrará adecuadamente antes de salir de la habitación.

La bolsa 2, con los residuos anteriores, se depositará con el resto de los residuos domésticos en la bolsa de basura (bolsa 3) correspondiente al cubo de fracción resto. Inmediatamente después se realizará una completa higiene de manos, con agua y jabón, al menos 40-60 segundos.

La bolsa 3 cerrada adecuadamente se depositará exclusivamente en el contenedor de fracción resto (o en cualquier otro sistema de recogida de fracción resto establecido en la entidad local). En poblaciones con sistemas de separación húmedo-seco o similar, la bolsa 2 se deberá depositar en la fracción que indique la entidad local."

Sin embargo, todo apunta a que seguiremos usando mascarillas y guantes durante muchos meses. “Y el incremento de su uso se reflejará en un aumento de la problemática de los plásticos”, opina la investigadora del IDAEA. Si queremos proteger el planeta, tocará encontrar alternativas que los hagan más sostenibles, como usar polímeros y aditivos más biodegradables y menos contaminantes. El objetivo: frenar la expansión de la COVID-19 de un modo un poco más amables con el medio ambiente. 

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