Skyr, ¿qué es y por qué todo el mundo habla de él?

Skyr con frutas y avena.

Alicia Farnós

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El skyr es un alimento que ha llegado con fuerza a los supermercados y a las redes sociales de los más foodies, mucha gente habla de él. El que ha sido apodado como el 'superalimento vikingo' llegó a las tiendas casi por casualidad y se ha hecho un hueco en casa de aquellos que quieren cuidarse un poco más.

A simple vista es como un yogur convencional, pero en su interior esconde un secreto muy importante. Casi no tiene grasas y contiene muchas proteínas. La diferencia con los yogures convencionales es que tampoco lleva azúcar, un elemento que añade calorías a la grasa de la leche que sigue estando presente, en mucha menor medida.

La historia del skyr

Islandia es el lugar de origen de este alimento que se ha puesto de moda en medio mundo. Estamos ante un tipo de yogur que queda muy cremoso y está de vicio. Lo mejor de este alimento es que casi no tiene grasa y se puede usar en una gran variedad de recetas de todo tipo. Es el básico de los deportistas que buscan proteína en estado puro.

Durante décadas, ha sido un alimento que se ha preparado en casa. Dicen que su forma de elaborarse llegó del continente hace más de mil años, de ahí su procedencia vikinga. Según la historiadora culinaria Hallgerdur Gisladottir, hay registros de skyr durante la colonización de toda la península de Escandinavia. Un superalimento que se convirtió en aliado de quienes vivían en un clima hostil, en granjas, alejados de la ciudad.

El secreto de este yogur es la fermentación que le aporta el sabor, la textura, pero también los probióticos naturales que no se ven. Inicialmente era un proceso que se hacía a mano y hoy en día se ha mecanizado, aunque en esencia sigue basándose en las técnicas ancestrales que los islandeses han exportado a medio mundo.

Skyr vs yogur: estas son las principales diferencias

A simple vista, el skyr parece un yogur convencional pero, en realidad, estamos ante un alimento que va mucho más allá. Ambos se preparan con leche, pero en el caso del yogur se aprovecha la grasa de este elemento. El skyr primero se desgrasa y después se bate hasta conseguir la textura que buscamos gracias a los fermentos que actúan de la misma forma que el yogur.

Se necesita 3,5 litros de leche de vaca para producir un litro de skyr, por lo que es un producto costoso de realizar. No hay suficientes vacas en Islandia para dar cabida a la demanda mundial que se ha generado de este producto similar al yogur que ha conquistado a los foodies de medio mundo.

El sabor del skyr no es tan dulce, tiene un punto ácido que lo hace ser una buena base de platos dulces y salados. Podemos mezclar el skyr con miel, frutos secos o fruta en un desayuno digno de los dioses vikingos, pero también estará delicioso sobre una tostada con un trocito de salmón encima a modo de canapé. Las posibilidades de este superalimento son enormes.

¿Cómo llegó el skyr a ser tan popular?

Podría haber sido un queso batido o un yogur propio de Islandia que se hubiese quedado como parte de un plato regional, pero el skyr salió de este país por la puerta grande. El éxito se lo debe al chef y emprendedor islandés Siggi Hilmarsson, que consiguió entrar en la prestigiosa universidad de Columbia de Nueva York. Nada más pisar la gran manzana empezó a echar de menos algunos sabores de su tierra.

Probó todos los yogures, pero ninguno se parecía al skyr, el desayuno e ingrediente que no podía faltar en su nevera. Decidió crear su propio skyr y lo hizo tan bien que grandes empresas de la alimentación se fijaron rápidamente en él. Siggi pasó de ser un estudiante de empresariales a ser un gran impresario. En 2016 firmaría un cuantioso contrato con la cadena de cafeterías Starbucks para vender este tipo de yogur en sus principales tiendas.

Cómo incorporar el skyr a tu día a día

El skyr se puede comer a modo de yogur de muchas formas posibles, podemos convertirlo en bases de postres, pero también de salados. En estas recetas de bizcocho y de pollo en salsa, descubrirás dos formas de emplear el skyr.

Bizcocho de skyr alto en proteínas

En lugar de cocinar el clásico bizcocho de yogur, vamos a cocinar un dulce a base de skyr con menos grasa y azúcar. Cambiaremos el azúcar por Stevia, le dará dulzor y será mucho más saludable.

Ingredientes:

·       450 gr de skyr

·       4 huevos

·       25 gr de stevia

·       60 gr de maizena

·       Ralladura de cáscara de limón

Elaboración:

1.     Separamos la clara de las yemas, batimos las claras a punto de nieve.

2.     Añadimos las yemas y el skyr.

3.     Incorporamos la stevia y la maizena.

4.     Aromatizamos con la ralladura de la cáscara de limón.

5.     Preparamos un molde antiadherente.

6.     Cocinamos nuestro bizcocho a 180º durante unos 45 minutos hasta que esté listo.

7.     Desmoldamos y servimos

Ensalada cremosa de pollo con skyr

Esta ensalada es una buena opción para llevar al trabajo o cocinar un día caluroso de verano. De la nevera fresquita está de vicio y se prepara muy fácilmente, solo necesitamos hacernos con una buena materia prima y ponernos manos a la obra.

Ingredientes:

·       4 trozos de pechuga de pollo

·       150 gr de skyr

·       2 cucharadas de aceite de oliva

·       1 cucharadita de rábano picante

·       Sal

·       Pimienta

·       4 pepinillos

·       Nueces

·       Arándanos o tomates secos

Elaboración:

1.     La pechuga de pollo la cocinamos a la plancha, vuelta y vuelta.

2.     Preparamos el aliño cremoso mezclando el skyr con el aceite de oliva, los rábanos picantes y los pepinillos cortados muy finitos.

3.     Añadimos la sal y la pimienta al gusto. Mezclamos el pollo que ya tendremos cocinado.

4.     El pollo debe estar cortado finito para que se impregne de la mezcla y quede más jugoso.

5.     Servimos con unas hojas de espinacas o con una rúcula para darle un poco más de color y sabor a esta receta. 

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