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Por qué viajar con Airbnb puede a veces no ser una buena idea

Foto: Manoir de la Boirie

Jordi Sabaté

Más allá de servir para alquilar una habitación en una ciudad foránea, Airbnb se postula ya como una alternativa al turismo de hotel de toda la vida. Muchas personas planean ahora sus rutas de viaje vacacional en función de la disponibilidad de habitación, o apartamento en alquiler, de Airbnb en los posibles destinos, y prescinden directamente de los buscadores de hoteles. ¿Aciertan al apostar por esta opción?

Dependerá de las expectativas de cada una y cada uno pero, en contra de una creencia muy extendida, no necesariamente Airbnb tiene que ser siempre la mejor opción. Para determinados perfiles y circunstancias, un hotel o un albergue puede proporcionarnos mayores satisfacciones. A continuación se relatan las ventajas e inconvenientes de cada alternativa.

A favor de Airbnb

  • Oferta más flexible: es cierto que en Airbnb la oferta es más flexible y se acomoda a las necesidades de todo tipo de viajeros, de modo que no tengamos que pagar por servicios que no vamos a disfrutar, como una caja fuerte, servicio de limpieza diaria, una cama magnum, un escritorio forrado en piel, etc. En general, sobre todo en zonas de alto reclamo turístico, en la plataforma podemos encontrar todo tipo de habitaciones, estudios o apartamentos, desde los más humildes hasta opciones lujosas que incluyan extras como los antes mencionados.
  • Ahorro de dinero: como consecuencia de la mayor flexibilidad de la oferta, en Airbnb podemos ponderar también el parámetro económico con mayor eficacia. La plataforma nos permite elegir según los servicios que deseamos tener y nos deja prescindir de ciertos lujos en favor de alterativas supereconómicas. Por lo tanto, Airbnb puede ser la solución para viajes largos a lugares lejanos, ya que podremos ahorrar sensiblemente en el alojamiento y compensar lo que gastemos en transportes.
  • Un mínimo de garantías: al ser un servicio donde tanto las personas que alquilan como las que ofrecen alquiler están inscritas con sus datos personales, se garantizan unos mínimos de calidad y seguridad. En caso de conflicto, la plataforma media entre las partes según la aplicación de su propio reglamento, que está ampliamente desarrollado. Además, en las opiniones de los clientes a cada hospedador puede verse su valoración y leer sobre los conflictos que haya podido tener. 
  • Trato más cercano y personalizado: para las viajeras y viajeros no convencionales, que busquen profundizar en la vida diaria del país que visitan, Airbnb puede ser una estupenda herramienta de conocimiento de personas locales que además nos pueden indicar y aconsejar sobre dónde comer, qué visitar, qué cosas evitar hacer, etc. También nos pueden explicar las costumbres locales o ayudar en caso de problemas concretos. Por ejemplo, el escritor Hernán Casciari sufrió un infarto durante su estancia en Montevideo y salvó la vida gracias a sus hospedadores.
  • Wifi gratis: suele ser una característica presente en la gran mayoría de ofertas, ya que para las personas que están de viaje suele ser importante contar con una conexión a internet. No todos los hoteles, en cambio, ofrecen wifi gratis, aunque afortunadamente esta inercia está cambiando.
  • No tener que comer siempre fuera: algunos tipos de contrato de habitaciones ofrecen la posibilidad de utilizar la cocina y guardar alimentos en la nevera, lo que puede traducirse en numerosas ventajas no solo económicas sino también gastronómicas o de flexibilidad de horarios. En el caso de apartamentos enteros, la cocina con nevera suele estar siempre incluida y nos evita tener que depender de la rigidez de las horas de desayuno en hoteles, o nos permite no tener que comer siempre fuera, en restaurantes que pueden ser mediocres y caros o bien con comidas a las que nuestro estómago no esta acostumbrado.
  • Ambientes menos impersonales: aunque hay mucho intrusismo, en general los alojamientos de Airbnb, ya sean habitaciones o apartamentos, suelen tener el estilo personal del hospedador, lo cual puede conferir a la habitación un ambiente menos frío y estandarizado que el de los hoteles.
  • Hospedarse en el centro: la oferta de Airbnb en el centro de las grandes ciudades suele ser amplia, por lo que es fácil encontrar habitaciones y apartamentos en dichas áreas a precios más asequibles que en los hoteles.

A favor de los hoteles

  • Trato más profesional: la frescura de Airbnb también puede convertirse en un cierto regusto a improvisación y chapuza con algunos hospedadores que no cuidan a sus clientes como debieran. No se trata necesariamente de timos, pero sí de dejadez en los detalles, suciedad en rincones, sábanas o cortinas; grifos que gotean, lámparas sin bombilla, etc. También hay hospedadores que aparecen el primer día, nos dan las llaves y no vuelven a contactar más con nosotros. En un hotel de una calidad mínima estos acontecimientos desagradables no suelen ocurrir nunca. Otro aspecto que Airbnb no cubre bien es el de la responsabilidad en caso de accidente: si nos pasa un accidente en casa del hospedador, la plataforma no responde por nosotros. En este enlace se relata un caso real que plantea el problema. [ACLARACIÓN: Fuentes de Airbnb se han puesto en contacto con nosotros para explicarnos que el llamado Seguro para Anfitriones sí cubre también los daños que el huesped pueda sufrir en la casa del anfitrión, al contrario de lo que nuestro artículo refleja].  
  • No tienes que hacer nada: no esperes que en un Airbnb te laven la ropa, te recojan y ventilen la habitación, te cambien las toallas, etc. A no ser que lo pidas expresamente y pagues una tasa nada barata por ello... La hospedería 'low cost' deja de serlo a medida que se incluyen extras. En un hotel regresas por la noche y la habitación está recogida e impoluta; en Airbnb está tal como la dejaste.

 

  • Desayunos abundantes que te hacen otros: algunos hospedadores de Airbnb ofrecen desayunos en sus ofertas. Pero no nos engañemos: los cobran y no suelen ser abundantes. Otra alternativa es hacerte tú el desayuno o el almuerzo, pero raramente alguien cocinará para ti, y menos te presentará un desayuno bufé continental surtido de embutidos, dulces y mermeladas. Sí: esos que te sirven para hincharte de buena mañana y llegar hasta la cena sin probar bocado.
  • Un baño solo para ti: además de tener que cumplir unas normas de dimensiones y prestaciones estándar, los baños de los hoteles son exclusivos para ti y tus acompañantes. En Airbnb esto no siempre es así, sobre todo cuando se alquila una habitación. Algunas veces debemos adaptarnos al concepto de higiene que tengan los hospedadores, que tal vez no sea tan exigente como el nuestro...
  • Intimidad absoluta: en la habitación de un hotel no tienes que sonreir continuamente a tu hospedador y a su vez este raramente entrará en tus aposentos sin tu permiso. No tendras que oir voces en el pasillo ni estarás obligado a hablar bajito a partir de determinadas horas. En una habitación de alquiler, como en cualquier casa, deberás atender a unas mínimas normas de cortesía y convivencia que quizá no siempre te apetezca cumplir.
  • Ofertas imbatibles: a veces, y no tan pocas como crees, sale más barata una buena habitación de hotel que otra más humilde en Airbnb. Los hoteles de negocios, que suelen estar bien preparados para el descanso, tienen habitualmente tarifas muy ventajosas los fines de semana. Es normal que estén situados en recintos feriales alejados de la vida ciudadana, pero bien conectados por transporte público en poco tiempo. 

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