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De la ley de vivienda a la del 'solo sí es sí'
La misma mayoría que ha consensuado la ley de vivienda es la que tiene que ponerse de acuerdo para aprobar la llamada ley del 'solo sí es sí'. Y debería también ponerse de acuerdo en lo que queda de legislatura para aprobar la reforma de la ley mordaza.
En lo que a la ley del 'solo sí es sí' se refiere, las distancias que existen entre la propuesta del PSOE y la de Unidas Podemos, ERC y Bildu no justifican que se quiebre en este final de legislatura lo que ha sido una línea de continuidad en la dirección política del país contrapuesta a la que supuso la seguida por el PP en la legislatura de 2011 a 2015.
En realidad, esa línea antagónica a la del PP se debió poner en marcha desde el mismo momento en que se hicieron oficiales los resultados de las elecciones generales de diciembre de 2015. Desde ese momento, la única mayoría parlamentaria que podía ser mayoría de gobierno era la que después se expresó a través de la moción de censura de julio de 2018, que es la misma que lo ha continuado siendo hasta hoy.
Nos habríamos librado, con ello, de la aplicación del 155 de la Constitución en Catalunya y todas sus derivadas, que todavía siguen condicionando de manera regresiva la dirección política del país.
Pero si en ese momento no resultó posible extraer las conclusiones del agotamiento del proyecto político de la derecha española monopolizada en ese momento por el PP e iniciar con una nueva mayoría parlamentaria la reversión de lo que ha sido la interpretación más reaccionaria de la Constitución desde su entrada en vigor, hoy resulta completamente injustificable que no se haga.
Contar con el PP para la reforma de la ley del 'solo el sí es sí' es un error fenomenal. En primer lugar, porque lo más probable es que el PP acabe dejando al PSOE en la estacada en el momento decisivo. Cuca Gamarra ya lo ha dejado caer. Qué nuevas exigencias puede introducir el PP en el momento final de la aprobación definitiva de la norma no podemos saber cuáles serán, pero podemos estar casi seguros de que las habrá. El PSOE únicamente puede controlar el contenido de la ley si llega a un acuerdo con los partidos con los que ha estado gobernando y legislando a lo largo de la legislatura. No puede tener garantía de poder hacerlo con el PP. Todo lo contrario.
Dado que la aplicación retroactiva de la ley del 'solo sí es sí' tal como está sigue siendo inevitable, la reforma de la ley es irrelevante a esos efectos. A todos los delitos anteriores a su aprobación le es de aplicación dicha ley. La reforma no les afecta. ¿No es posible llegar a un acuerdo que para el futuro evite las consecuencias indeseadas que ha tenido su aplicación, teniendo en cuenta además, que para inmediatamente después de las elecciones tendremos ya la decisión del Tribunal Supremo unificadora de la jurisprudencia? Una vez que se disponga de la decisión del Tribunal Supremo se podría hacer otra reforma, si fuera necesario. Echarse en los brazos del PP en estas circunstancias es absurdo.
Realmente no se entiende que no se haya llegado a un acuerdo ya y que se ponga fin a la legislatura de la misma manera que se ha procedido a lo largo de toda ella. Y de tomar impulso a continuación para reformar, que no derogar, la ley mordaza, como explicó Joaquín Urías en Ctxt.
El Gobierno y la mayoría parlamentaria plural que le ha permitido gobernar tienen la oportunidad de terminar la legislatura de una manera coherente y de dirigirse posteriormente al cuerpo electoral con una ejecutoria excepcional. El borrón de aprobar con el PP la reforma de la ley del 'solo sí es sí' sería imborrable en el tiempo que queda hasta las próximas elecciones generales.
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