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“La triada negra de España son la crisis, la corrupción y el independentismo”
“En España coinciden tres problemas graves. El más reconocido es la crisis; el más exacerbado es la pulsión independentista catalana y el más desagradable es la corrupción y el desprestigio de las instituciones”. Con estas palabras resumió el presidente del Gobierno de Asturias, Javier Fernández, la situación nacional y aseguró que la comunidad autónoma del Principado alzará la voz “sobre esta tríada negra”.
El jefe del Ejecutivo socialista ha utilizado el discurso de orientación política para marcar la fina línea de enfrentamiento que mantendrá con el Gobierno de Mariano Rajoy si Asturias sale perjudicada en el nuevo sistema de financiación autonómica, uno de los puntos calientes que marcarán el 2014. Ante la tentación de que se quiera apaciguar el independentismo “a golpe de ventajas”, Javier Fernández ha pedido que se abra un proceso de negociación donde estén representados todos los gobiernos autonómicos.
Fernández se adelanta a la posibilidad de que el Gobierno central caiga en el deseo de calmar a Cataluña en perjuicio de otras y califica de “escandaloso y grave” que, en un Estado autonómico, se arbitren y acepten “soluciones bilaterales y se propongan financiaciones a la carta”. Asturias no va a pasar por ese escenario y ha pedido al Gobierno central que tampoco lo haga porque “si la propuesta secesionista catalana se basa en la reclamación del derecho a decidir, yo también apelo a ese derecho”.
“La financiación autonómica es crucial para Asturias y vertebral para España”, ha aseverado, “porque abre las posibilidades de desarrollo de cada comunidad autónoma. Asturias no es ”un hermano pequeño impotentemente manso“, sino que está dispuesta a buscar alianzas con otras comunidades autónomas para hacer frente al desasosiego y desequilibrio que puede ocasionar para el Estado autonómico esa financiación a la carta.
Los antecedentes para esta comunidad autónoma no son buenos. Ha salido mal parada con el objetivo de déficit y el déficit asimétrico, y ha sufrido el mayor tijeretazo en los Presupuestos Generales del Estado, con un recorte del 31,6%, que la coloca a la cola de las inversiones estatales del Gobierno. Ya no está dispuesta a pasar por más desventajas y agravios.
Aunque abomina de las soluciones ideológicas “mejor o peor camufladas” que adopta el ejecutivo de Mariano Rajoy, el presidente socialista Javier Fernández ha tendido la mano a Madrid, porque sólo hay un camino, que es que “Asturias y España salgan juntas de la recesión y del problema territorial”, en un país “cruzado de tensiones y falta de serenidad”.
Además de alertar de la brecha que se está abriendo entre las comunidades autónomas, el presidente de Asturias ha alertado de que la recuperación económica no puede cimentarse sobre arena, sino que necesita coger músculo productivo e industrial, algo que la política del Ministerio de Industria no está entendiendo, porque “no hace más que malbaratar y dilapidar actividades necesarias”, mientras que los ejes centrales de la recuperación macroeconómica se están izando “a costa de la desigualdad, que se verán aventados a la primera tempestad”.
La crisis, unida a la ineficacia institucional y a la corrupción, ha supuesto, a su juicio, una ‘caza de brujas’ contra ciudadanos, comunidades autónomas, políticos, partidos políticos y organizaciones sindicales en vez de ir contra “el libertinaje financiero”, verdadero responsable de la crisis.
Javier Fernández ha acudido al Parlamento asturiano con un discurso que marca su posición ante las grandes líneas económicos y políticas que definirán la España de 2014. A pesar del calado de su discurso, el presidente está cojo de apoyos. Sus socios de gobierno, IU y UPyD, amenazan con romper el pacto, si no se aprueba la reforma de la ley electoral, bandera de estas dos formaciones políticas, y de no aprobar los próximos presupuestos autonómicos. Falta saber si la amenaza se hacer realidad o sólo queda en un amago.