Amref busca abatir tabús sociales para lograr una sanidad universal en África

La ONG sanitaria Amref Health África, Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2018, busca revertir costumbres sociales y religiosas de los ciudadanos africanos para lograr que acepten ser tratados por médicos, no solo por chamanes o curanderos, y avanzar hacia una cobertura universal.

Esta ONG, fundada en Kenia en 1957 y con sede central en Nairobi, ha atendido ya a unos 110 millones de personas y formado a doce millones de trabajadores de la salud, complementando la acción de los sistemas locales de salud.

El director general de Amref Health África, Githinji Gitahi, que se encuentra en Oviedo para recoger el galardón el próximo viernes de manos de Felipe VI, ha explicado que la sanidad se mantiene como una cuestión personal y, en muchos casos, los ciudadanos prefieren ser tratados por sus curanderos antes que por un profesional sanitario.

Esta ONG pretende incluir a estos curanderos en la prestación que se ofrezca en cada tribu, con un papel distinto de colaboración para el acercamiento de la población a los médicos.

Otro de los problemas de esta ONG es la lejanía existente entre la población y los servicios sanitarios, lo que incluso llevó a la ONG a crear un servicio de avionetas-ambulancia (los conocidos como “Flying Doctors”) para dar cobertura a lugares remotos.

La ratio es de un médico por cada 10.000 personas, lo que demuestra la lejanía de los pacientes a los servicios de salud, según ha subrayado Gitahi, que ha señalado que su principal misión como organización es resolver los problemas para que el servicio de sanidad sea duradero para toda la comunidad.

Otro de los asuntos a los que se enfrentan es el rebrote del sida entre la población de entre 15 y 25 años debido, según ha puntualizado, a una falta de sensibilización, ya que no es “tan potente” como antes el mensaje que reciben estos jóvenes.

“El sida sigue matando a una gran cantidad de gente”, ha recalcado Gitahi, que, no obstante, ha destacado que se ha reducido la mortalidad por esta enfermedad en un 50 por ciento.

Una de sus mayores preocupaciones es la de limitar el contagio del VIH de madres a hijos, una situación en la que, como en los demás casos -ha aseverado- se ha de trabajar mediante la educación de las personas para protegerse y prevenir la enfermedad y con el apoyo de los gobiernos para que estas mujeres puedan recibir los tratamientos adecuados para ello.

Amref, que cuenta con oficinas en ocho países africanos, nueve en Europa y dos en Norteamérica y programas en más de 30 países de África, también trabaja para reducir la ablación genital femenina, muy arraigada en tribus como los Masai, y permitir el desarrollo integral de las mujeres, que suelen ser casadas muy jóvenes.

Además, África registra una alta mortalidad y el 50 por ciento de los fallecimientos son de menores de 5 años, sobre todo en los primeros meses de vida, ha señalado el director general de Amref.

Por ello, ve necesario que las adolescentes adquieran una adecuada formación para evitar que se queden embarazadas muy jóvenes.

Ha apuntado que los menores de 18 años, el 50 por ciento de la población africana, no es productiva, por lo que ha abogado por darles empleo y unos servicios sanitarios adecuados para poder lograr un desarrollo económico y evitar catástrofes financieras que provoquen los movimientos migratorios existentes en el continente.

Por su parte, el presidente de Amref Salud África-España, Álvaro Rengifo, ha dicho que el Premio Princesa de Asturias ha permitido que su organización sea conocida en España, por lo que espera aumentar el número de socios, de los 300 actuales a los 2.000 en pocos meses

Además, ha indicado que su previsión es reducir las aportaciones públicas que recibe la ONG en España, ahora en un 50 por ciento, para alcanzar el 80 por ciento de parte de la iniciativa privada.