Francia rescata la “aventura insólita” del arte experimental español

La “insólita aventura” artística surgida alrededor del Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid en los últimos años del franquismo es objeto de una exposición que rinde homenaje, por primera vez en Francia, a aquellos pioneros.

Entre las décadas de 1960 y 1980, del tardofranquismo a la Transición, un grupo de artistas, arquitectos, ingenieros e intelectuales españoles se lanzaron, en el Centro de Computación de esa universidad, a experimentar con la informática en busca de una nueva expresión artística que resultó pionera en el mundo.

Bajo el título “Madrid, Octubre 68”, la muestra se exhibe a partir de hoy en el Fondo Regional de Arte Contemporáneo (Frac) de Orleans, que ha conseguido reunir 138 obras de 16 artistas.

Los organizadores destacan que el Centro de Cálculo “se convierte en el espacio de libertad creativa más significativo del final de la dictadura, afirmándose como una estructura de experimentación colectiva, en un contexto donde el agrupamiento cobraba un significado particular, casi subversivo”.

Una de las comisarias de la exposición, Mónica García, explicó a Efe que se trató de un experimento significativo porque “era un momento de silencio; en aquel momento de la dictadura, el Centro de Cálculo consiguió aunar a artistas y arquitectos en torno a la introducción del ordenador y explorar (...) nuevos ámbitos de creación”.

“La tecnología (...) ejerció una especie de amalgama para crear una estructura colectiva en la que trabajaron tanto artistas como arquitectos como científicos”, añadió García.

La exposición divulga la técnica que aplicaron a su arte, con la ayuda del ordenador, ese grupo de jóvenes soñadores.

En la exhibición, que permanecerá abierta hasta el 24 de febrero y que cuenta con la colaboración de Acción Cultural Española (AC/E), se pueden apreciar obras del arquitecto Juan Navarro Baldeweg, el compositor Luis de Pablo, el pintor José María Yturralde o el poeta Ignacio Gómez de Liaño.

La comisaria desvela que en el Frac detectaron un vacío en la historia de la arquitectura española “desde el punto de vista de la experimentación” y, por ello, desde el año pasado, han pretendido rendir homenaje a esta escena de los últimos años de la dictadura que aparece “borrada en la construcción de una historia global”.

El director del Frac de Val de Loire, Abdelkader Damani, proporciona una clave para entender la conexión entre arte e informática.

El arte -afirmó- incluye todas las formas de creación y presenta como particularidad la de “travestir” lo real para “adentrarse” en lo ficticio. El ordenador -prosigue- proporciona un nuevo equilibrio entre la libertad absoluta de la creación artística y la automatización informática.

Con el pretexto de la celebración de los 50 años de este movimiento, contados a partir de la llegada de la primera computadora a la universidad española, el Frac de Orleans ha querido dar a conocer este capítulo “fundamental” de la escena experimental española.

Entre las producciones más significativas se encuentran la obra realizada por el compositor Luis de Pablo y el artista Jose Luis Alexanco, llamada “Soledad Interrumpida”, que incorpora música electrónica, y la serie de cuadros de Francisco Javier Seguí de la Riva y Ana Buenaventura “Juegos Cósmicos”.

En ellos, recurren al ordenador para crear unos formatos geométricos que Damani describe como “indescifrables” e imposibles de catalogar por su forma y estructura.

Destaca también el filósofo y poeta Ignacio Gómez de Liaño, que se centra en la poesía experimental y para quien el uso del ordenador “conlleva una carga poética entre el mundo real y el virtual”.

Una de sus obras exhibidas es el “Poema dedicado a Peñaranda”, en el que juega con fórmulas matemáticas.