El Real ha salido de la crisis “fortalecido” y prepara firme su bicentenario

El Real ha vadeado la crisis y sale “fortalecido” y listo para celebrar su bicentenario. “Estamos en un momento dulce”, aseguran en una entrevista con Efe el presidente de su patronato, Gregorio Marañón, y su director general, Ignacio García-Belenguer, que han decidido “llevar” el teatro a toda España.

Para lograrlo acaban de firmar con Hispasat un acuerdo por el que se podrá transmitir a centros culturales, ayuntamientos, hospitales y otras instituciones del país la señal de hasta diez espectáculos anuales y compartir así con millones de personas lo que ocurra en su escenario: “queremos que España sea una gran sala de ópera”, dicen.

Celebrarán como se merece llegar a 200 años pero no quieren desvelar aún el contenido de las tres próximas temporadas, con las que se conmemorará, en 2018, el bicentenario de la creación del coliseo, y, en 2017, los 20 años de reapertura del teatro.

Lo que sí anticipan es que serán 30 títulos de ópera que conformarán una programación “muy equilibrada”, con atención al repertorio tradicional pero también con piezas contemporáneas, “excelentes” cantantes y “alguna propuesta” hispanoamericana.

“Produce sonrojo -apunta García-Belenguer- que algunos títulos no se hayan programado aún en un teatro español y contribuiremos a reparar eso” con unas celebraciones que incluirán exposiciones, la presentación de dos libros sobre su historia, y unos premios.

La idea, explica Marañón, es “crecer”, que el público que conoce determinados repertorios descubra otros y que ese también sea el elemento que “enganche”, una especie de “efecto llamada”, a quien no ha ido nunca al Real y aún no sabe lo que se pierde.

Su apuesta de futuro “próximo” es terminar de posicionarse como la ópera de referencia y primera institución en las artes escénicas en España.

Se trata, indican, de reivindicar su papel histórico y, a la vez, su apertura a la sociedad civil, que ya se ha hecho con visitas, almonedas o la celebración de conciertos como los del Universal Festival, “ampliar el concepto y salir fuera”, expandir sus 1.750 butacas a toda España.

“La Traviata”, recuerdan, fue ala experiencia “referente”, con en la que se utilizaron medios tecnológicos punteros.

El pasado 20 de abril, el teatro transmitió a instituciones culturales y plazas a todas las ciudades españolas que lo habían pedido la función de la que es la ópera más representada de la historia, en una “traviatamanía” que llenó también la plaza de Oriente de pantallas desde las que seguir en directo la representación.

Marañón y García-Belenguer están persuadidos de que “la tendencia” económica ha cambiado definitivamente y así lo demuestra, adelantan, que 2016 será el primer año en el que crecerá la aportación de las tres instituciones que contribuyen a su sostenimiento, es decir el ministerio de Cultura, el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid.

En 2015, esas tres administraciones aportaron 13,1 de los 43 millones de su presupuesto.

“Deberíamos ir recuperando lo perdido. En 2016, habrá números negros, es decir un ejercicio en positivo”, asegura el director del Real, al que la crisis ha dejado sin 62 millones de euros desde 2009.

Que el Gobierno decidiera, en abril de este año, que la conmemoración del bicentenario es un “acontecimiento de excepcional interés público” significa, precisan, “una oportunidad” para que se incremente el número de patrocinadores porque esa declaración beneficia fiscalmente el gran mecenazgo.

El teatro, subrayan, está viviendo “un momento dulce” porque se ha consolidado su modelo organizativo, se ha renovado la orquesta y coro...“Sale de la crisis fortalecido”, resumen.

En esa tarea ha sido esencial, recuerdan, el trabajo del anterior intendente, el fallecido Gerard Mortier (1943-2014), y el actual, Joan Matabosch: “Hemos pasado el río y no nos hemos quedado en la orilla sino que hemos dado un paso más”, comparan orgullosos.