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El Museo del Prado apuesta a seguro en 2023: Guido Reni, barroco y más escultura

Detalle de Hipomenes y Atlanta, Guido Reni

Laura García Higueras

10 de enero de 2023 13:23 h

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Barroco, escultura y las expectativas por recuperar el número de visitantes previos a la pandemia son las tres líneas generales que marcarán la programación del Museo del Prado en 2023. Así lo ha anunciado este martes su director, Miguel Falomir, que ha detallado cuáles serán las actividades que desarrollará la institución a lo largo del curso. Guido Reni y Francisco Herrera 'El Mozo' serán los protagonistas de la primavera de la pinacoteca, que también acogerá la pintura española de la Frick Collection y participará en la conmemoración del 50 aniversario de la muerte de Francisco Picasso.

“Confiamos en que sea el año de la plena recuperación”, ha indicado el directivo, “la evolución está siendo muy positiva pero todavía no hemos alcanzado los niveles prepandémicos”. Eso sí, tienen motivos para ser optimistas: la última semana de 2022 fue la mejor de la historia de la institución.

Primavera barroca

El primer semestre del museo estará dedicado a pintores del barroco. La exposición más importante será la dedicada a Guido Reni, que abrirá sus puertas del 28 de marzo al 9 de julio. Según ha avanzado el directivo, será “la mayor exhibición jamás dedicada al artista hasta la fecha”. Organizada en colaboración con el Städel Museum de Fráncfort, propondrá una revisión íntegra de la contribución del maestro boloñés al arte de su tiempo, desde las más recientes aportaciones historiográficas y prestando especial atención a su vínculo con España, que se manifestó en el coleccionismo de sus obras por parte de la corona y la alta aristocracia.

Para ello, contará con aproximadamente 100 obras que incluirán pintura, escultura y obra gráfica. Varias de ellas se podrán ver por primera vez. A ellas se sumarán la de otros artistas de los siglos XVI y XVII que fueron igualmente protagonistas de este periodo, como Tiziano, los Carracci, Caravaggio, Zurbarán, Ribera y Murillo. Un tercio de las piezas pertenecen al fondo del Museo del Prado, que acogerá otras cincuenta procedentes del Musée du Louvre, el Metropolitan Museum of Art y la National Gallery de Londres.

La exposición convivirá a partir del 25 de abril con la dedicada a Francisco Herrera 'el Mozo'. “Este artista fue una rara avis dentro del panorama artístico español por su versatilidad”, ha descrito Falomir. No en vano, diseñó composiciones pictóricas en lienzo, fresco, grabado, retablos, arquitecturas, escenografías teatrales y tapices; y fue responsable de ceremonias funerarias. La muestra, que permanecerá abierta hasta el 30 de julio, pondrá de manifiesto su decisiva estancia en Italia, en la que destaca su formación como dibujante y pintor de naturalezas muertas de peces, así como la influencia de su formación en Sevilla con su padre, Francisco de Herrera 'el viejo' como grabador; y su relación con Bartolomé Esteban Murillo, contraponiendo sus modos de entender la pintura.

Nuevas narrativas y arte del pasado

“Las exposiciones del segundo semestre serán más conceptuales”, ha explicado el director. Reversos, el lado oculto, explorará del 7 de noviembre de 2023 al 3 de marzo de 2024 la cara B del soporte pictórico. “Parte de la paradójica realidad de que una cuarta parte de la superficie de la gran obra maestra del Museo del Prado, Las Meninas, esté ocupada por el reverso de un cuadro”, ha compartido, “ese será el late motiv”.

La investigación sobre las colecciones de museos, que incluyen la documentación fotográfica completa, y las tareas de restauración que recuperar también los soportes, han contribuido a desvelar los mensajes, pruebas y datos que contiene esa parte del arte a la que no se había prestado demasiada atención. “Plantea una aproximación muy distinta a lo que es la obra de arte como objeto, muy novedosa”, ha expresado.

El 10 de octubre llegará El espejo perdido. La imagen medieval del judío y el judaísmo, que permanecerá abierta hasta el 14 de enero de 2024. Su objetivo es exponer cómo el arte español de la Baja Edad Media fue escenario de la compleja y poliédrica construcción de la imagen del judío. Las estrategias figurativas fueron mucho más allá de la mera estigmatización o demonización y dieron lugar también a imágenes positivas que muestran la coexistencia y el intercambio cultural.

Otra de las joyas de la temporada promete ser La pintura española de la Frick Collection, que será expuesta en el Edificio Villanueva entre el 7 de marzo y el 2 de julio. “Una institución que por estatutos no permite el préstamo de sus obras”, ha recordado Falomir, pero que gracias a las obras que está realizando se ha abierto a cooperar con otras instituciones. “Será un conjunto no muy grande pero sí exquisito de obras de Goya, Murillo, El Greco y Velázquez”, ha adelantado.

En el edificio Villanueva se exhibirá igualmente la contribución de la pinacoteca nacional al cincuenta aniversario de la muerte de Pablo Picasso. El 13 de junio abrirá sus puertas PicassoGrecco, que podrá visitarse hasta el 17 de septiembre. La muestra buscará responder a “hasta qué punto las lecciones aprendidas del Greco estuvieron presentes en la génesis del cubismo”. Emilio Sánchez Perrier. Dibujos (del 5 de mayo al 30 de julio) y El dibujo para grabar en la España ilustrada. De Carmona a Goya (del 17 de octubre al 14 de enero) serán otras de las exposiciones de la temporada.

Apuesta por la escultura en la colección permanente

El Museo del Prado continuará trabajando en su colección permanente, “apostando por volver a la escultura la importancia que debería haber tenido siempre”. Para ello presentarán una nueva instalación de la galería. También habrá una sesión monográfica dedicada a la copia de obra de arte y se avanzará en la renovación de las Salas del Naturalismo Europeo.

Dentro de los itinerarios propuestos por el centro, estarán Realidades cifradas. Calderón de la Barca y la pintura (del 9 de mayo al 10 de septiembre) y La importancia del marco en la pintura (de noviembre 2023 a marzo de 2024). La segunda, según ha expuesto Falomir, “llamará la atención sobre esa parte de las obras de arte que a veces se cree que son cosas ajenas. Veremos cuál es su papel y significado dentro del museo”.

En 2023 se mantendrán las actividades itinerantes, que contará con tres: El siglo del retrato. La imagen de la sociedad del siglo XIX, que arrancará en Barcelona y viajará posteriormente a Zaragoza; El Prado en las calles, que tras recorrer el año pasado Extremadura, viajará ahora a Málaga; y Hoy toca el Prado, iniciativa que hace accesible la pinacoteca a personas con discapacidad visual a través de la exposición de seis imágenes en relieve correspondientes a diferentes géneros y estilos artísticos.

“El Centro de Estudios del Prado es una nuestras iniciativas más importantes y de las que más sufrió durante la pandemia”, ha lamentado Falomir. Para 2023 han programado la Cátedra que estará dirigida por Alexander Nagel, profesor de Historia del arte en el Institute of Fine Artes de la New York University; y la Conferencia Pérez—Llorca a cargo de la poeta, ensayista y traductora Anne Carson, Premio Princesa de Asturias 2020. Entre los diferentes simposios que se celebrarán, el director ha destacado Protagonistas femeninas en a formación del las colecciones del Museo del Prado II. De Isabel de Borbón a Mariana de Neoburgo (6 y 7 de marzo).

Más allá de la programación, el director de la pinacoteca ha indicado que en enero harán público el informe sobre las obras de origen dudoso que contiene la institución. Del mismo modo, se ha pronunciado sobre los activistas que pegaron sus manos a los marcos de 'las majas' de Goya el pasado mes de noviembre. “Ya explicamos que el museo había reforzado sus medidas de seguridad, pero que había cierta inevitabilidad. Si alguien quiere atacar una obra de arte, aun poniendo un policía en cada una, podrá ocurrir”, ha asegurado Falomir.

“Es más bien un tema de opinión pública que de tomar medidas coercitivas”, ha añadido, “y la opinión pública ha respondido bien en cuanto a ver que este no es el camino para reivindicar unas ideas, que son legítimas, pero hay otra forma de hacerlo”. “Los ataques fueron contraproducentes para quienes los cometían”, ha concluido, “esperemos que no vuelva a pasar”.

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