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Estos son los planes de Vox contra el cine “progre” y a favor solo de “películas patrióticas”

Los planes de Vox para el cine español

Paula Corroto

“Me cuesta creer que el cine sea cultura”, dijo el pasado martes Iván Espinosa de los Monteros, responsable de Relaciones Internacionales de Vox, en un encuentro con representantes de diferentes sectores empresariales, también el de la cinematografía. Y redundó: “La cultura es la literatura, la escultura, la pintura, el ballet, la ópera, la zarzuela... El cine es una industria que se incentiva con exenciones fiscales. Con nosotros se va a acabar la política de subvenciones al cine progre”.

Las palabras recordaban mucho a aquella época en la que el PP tuvo sus rifirrafes con la industria y que tuvo su culmen en aquella famosa gala de los Goya del 'No a la guerra' de 2002. Aunque tampoco hay que irse tan lejos. Cristóbal Montoro, cuando era ministro de Hacienda, también acusó a varios actores, como Javier Bardem, de no pagar sus impuestos en España. Lo que ha hecho Vox, siguiendo su estrategia de los últimos meses, es revitalizar esta guerra cultural de cara a las elecciones del 28 de abril.

Por este motivo, desde la industria han preferido mostrarse cautos con respecto a estas declaraciones y algunas asociaciones de guionistas y actores no han querido valorarlas. Otros, como Raimon Masllorens, presidente de la Federación de Productores de Ámbito Estatal (PROA) tampoco quieren entrar demasiado al trapo: “De un partido machista, bélico y fascista hay poco que decir. Mejor no entrar en su juego”, y asegura además que “lo de las subvenciones es lo más absurdo que han dicho, pero es que es un partido del que no esperaba que demostrara demasiado cariño hacia la cultura”.

Cristina Andreu, presidenta de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), comparte la misma opinión. “Creo que le estamos dando una publicidad total [a Vox]”, subraya. Y a su vez afirma que hasta “el PP siempre ha estado a favor de las subvenciones. Con Oscar Grafenhain [anterior director general del ICAA con el PP] trabajamos genial, pero estos señores de Vox dicen esas cosas para que hablemos de ellos”.

Por su parte, el cineasta Borja Cobeaga, que ya tuvo un enfrentamiento con Vox cuando este partido quiso marcar la agenda por antes de la gala de los Goya de este año al sacar a la palestra al almirante vasco Blas de Lezo, ha señalado en declaraciones a eldiario.es que estos dirigentes “están errando bastante el tiro”. Según el director de películas como El negociador, “es verdad que el cine se ha identificado más con el rollo progre, como dicen ellos. Un cine de travestis, yonkis y que solo habla de la Guerra Civil, pero es una imagen falsa ya que en el cine hay mucha gente sin  identificaciones políticas”.

Para él, el tema de las ayudas está bastante claro: “Yo lo que quiero es que haya películas de José Antonio Bayona y de Carla Simón y probablemente las de Carla sin las subvenciones no se podrían hacer”. A su vez, ha manifestado que “lo que ocurre con las subvenciones es que a otros sectores que también las reciben las llaman con eufemismos como ‘incentivos’ y no pasa nada”. Lo mismo señala Andreu: “El audiovisual es una marca España, vende el país, es cultura, necesitamos las subvenciones porque si no, no se podría hacer cine en este país”.

En su arenga, Espinosa de los Monteros manifestó que pondrían “en marcha un sistema de incentivos para promover la producción de cine en España”. Es decir, aumentarían las deducciones fiscales. Pero en este caso desde la industria tampoco la tienen todas consigo.

“Cuando ellos hablan de incentivos fiscales a nosotros nos parece bien, pero me parece que lo que tienen es más interés es potenciar aspectos folclóricos que a mí no me interesan mucho”, manifiesta Cobeaga, que también ironiza con que Santiago Abascal haya pretendido que Mel Gibson subvencione películas en España: “Es el autor de Braveheart, que es una de las películas más nacionalistas que hay, lo que favorece sobre todo a los catalanes”.

Masllorens, al hilo de las fantasías de Vox con Blas de Lezo, recalca: “Como estamos tan mal, hasta nos vendrían bien esas deducciones, pero claro, ¿a qué proyectos se aplicarían? Es que ni siquiera por ahí se puede coger”.

Las 'fake news' de Vox con las ayudas al cine

Pese a las palabras de Vox, lo cierto es que las ayudas al cine español no pasan por su mejor momento. No hay ninguna fiesta para la cinematografía.

En los últimos Presupuestos Generales del Estado del PP, el Fondo de la Cinematografía, que es de donde salen las ayudas para la producción de largometrajes sobre proyecto, cortometrajes sobre proyecto ya realizados y, transitoriamente, ayudas para la amortización de largometrajes cuyo estreno comercial se haya producido antes de 31 de diciembre de 2016, se otorgaron 70 millones de euros.



Pero este no es el monto total de las subvenciones que hubo el último año ya que se cuentan dos cursos (hubo un cambio de modelo), las del actual modelo y las del anterior. La cifra real de las ayudas que el cine español recibió a la producción el año pasado fue de 35,5 millones de euros. Muy lejos de los números que se manejan en Francia, más de 600 millones de euros,  e incluso Alemania, con más de 150 millones de euros anuales. Para los PGE de 2019, el Gobierno del PSOE pretendía dotar a este Fondo de Protección con 85 millones de euros.

De hecho, si hay que hablar de grandes ayudas que favorecen a cineastas desde ciertas ideologías, hay que recordar que José Luis Garci se llevó 15 millones de la Comunidad de Madrid que presidía Esperanza Aguirre en plena crisis de 2008 para su filme Sangre de mayo (que además fue un fracaso en taquilla). Un dinero que salió de los impuestos de todos los madrileños.

Eliminación del Ministerio de Cultura

Poco ha desgranado Vox sobre sus propuestas en cultura y hasta ahora solo ha lanzado algunas píldoras como estas sobre el cine. Abascal también cuenta a Fernando Sánchez Dragó en su libro que eliminará el Ministerio de Cultura. También asegura que le “molestan” las películas españolas que “son truculentas y siempre sacan lo peor”, lo califica de “cine que viene a tocarnos las narices” e incide en la idea de limitar las ayudas a aquellas películas que “fomenten el patriotismo” 

No obstante, sí se conocen algunas de sus pretensiones que figuran en el documento 100 medidas para la España viva.

Entre ellas está la de impulsar una Ley de Mecenazgo, que es una propuesta que tienen casi todos los partidos, y que aumentarían las deducciones fiscales a las aportaciones a la creación cultural. Ahora bien, se desconoce qué tipo de creación cultural se podrían beneficiar de estas deducciones. Y ya han dejado caer algunas de sus preferencias folclóricas.

Precisamente, en este sentido señalan que fomentarían “las manifestaciones folclóricas y tradiciones de España y de sus pueblos dentro de la óptica de la Hispanidad”. Lo cierto es que muchas de estas manifestaciones ya están protegidas. Por ejemplo, el flamenco recibió en 2018 250.000 euros por parte de la Junta de Andalucía. Su pretensión de proteger la tauromaquia con una ley parece más una demanda con tintes de subir la intensidad del debate puesto que el toro de lidia ya recibe subvenciones y ni siquiera el PSOE ha tocado este asunto ni el Premio Nacional de Tauromaquia, que tiene una dotación de 30.000 euros.

Por último, también quieren proteger la caza, que es una actividad que ya recibe ayudas desde las Comunidades Autónomas. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, durante el último mandato de Cristina Cifuentes, las asociaciones de caza recibieron 163.000 euros.

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