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'Capitana Marvel': un espectáculo de fuegos artificiales poco memorable

Brie Larson en el papel de Capitana Marvel

José Antonio Luna

Iron Man, Thor, Doctor Strange… y así hasta 20 títulos de películas superheroicas protagonizadas por hombres con sus respectivos directores hombres. El Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) tiene un problema con el exceso de masculinidad, tanto dentro como fuera de la pantalla. Todo gira en torno a la idea de un modelo varonil al que seguir, mientras que la otra parte, la femenina, es relegada a un segundo plano.

Por ello, Capitana Marvel tenía muchos ingredientes para dar un golpe sobre la mesa y revertir la tendencia: se estrenó el mismo 8 de marzo, la protagoniza Brie Larson (ganadora al Oscar a Mejor actriz por La habitación y activista por la igualdad de género) y sirve de largometraje telonero para Avengers: Endgame, el esperado gran colofón de Thanos y las Gemas del Infinito. Sin embargo, la historia de Carol Danvers y su discurso queda diluido entre golpes, explosiones y extraterrestres.

El relato comienza con Danvers como guerrera de una raza alienígena llamada Kree que ha desarrollado sus habilidades militarse hasta límites insospechados. Estos se enfrentan con los Skrull, unos seres verdes de orejas puntiagudas que tienen la capacidad de adoptar cualquier apariencia. Solo tienen que concentrarse y automáticamente cambian su cuerpo. Pero este conflicto intergaláctico no es nuevo. Fue descrito por el guionista Roy Thomas en una serie de cómics publicados entre 1971 y el 72.

La cinta dirigida por Anna Boden y Ryan Fleck tampoco se entretiene demasiado en el contexto, sino que arranca in media res, con una Danvers tan poderosa que debe controlar su fuerza en los entrenamientos. Ella, al igual que el espectador, no tiene muy claro su pasado. Gracias a flashbacks de pocos segundos, sabemos que de niña estaba interesada en las carreras de karts o que, ya como adulta, se alistó al Ejército del aire. Toda su vida ha luchado para conseguir lo que otros le dijeron que nunca alcanzaría.

El mensaje es importante, sobre todo teniendo en cuenta el contexto que rodea al hecho de que sea la primera superheroína del estudio en la gran pantalla, pero el personaje carece de fondo empático para conseguirlo. De hecho, algunas escenas parecen una vuelta al Thor de la Marvel de 2011. Del mismo modo que ocurría con el dios del trueno, la llegada de Danvers al planeta Tierra pasa por una sucesión de gags reafirmando lo rara que es y cómo no puede solucionar conflictos sin derrumbar paredes.

Se aprecia aquí un claro contraste con el tratamiento del cómic La Vida de la Capitana Marvel, escrito por Margaret Stohl y dibujado por Carlos Pacheco. “Así es cómo comienza mi historia. Como comienzan todas las historias: con la familia”, dice la misma Danvers en la primera página de este. Acto seguido se centra en los problemas con su padre, come tarta con su madre, juega al baloncesto con su hermano… Es el reflejo de ese naturalismo introducido por Stan Lee y que revolucionó el mundo de las viñetas. Los héroes no eran entes sin sentimientos que salvaban al mundo sin sentir ni padecer, sino que se preocupaban por pagar el alquiler o llegar a tiempo para cenar. En Capitana Marvel, en cambio, no hay ni rastro de esa filosofía.

En algunas escenas se aprecia el empeño de convertir a Carol Davers en un referente para las nuevas generaciones. Para que niñas y adultas, ahora sí, tengan una figura en la que verse reflejada. Pero es triste que Marvel no haya tenido reparo en contarnos por enésima vez qué cómo Peter Parker vuelve al instituto y que, en esta ocasión, se detenga tan poco en construir el pasado de la Capitana.

La importancia de este factor humano también queda clara en la laureada Spider-Man: Un nuevo universo. La película del trepamuros combate la masculinidad tóxica habitual en el género superheroico y, en lugar de eso, propone un nuevo modelo encarnado por un Miles Morales que no tiene problemas en quitarse la máscara de tipo duro. Sin embargo, con Carol Danvers ni llegamos a conocer el personaje tras la careta ni existe una reformulación del discurso bajo una mirada femenina.

Los 90 son los nuevos 80

La película se ambienta en los años 90, década llamada a sustituir a los 80 en lo que a cuestiones de nostalgia se refiere. No faltan referencias a Game Boy o incluso a películas como Babe, el cerdito valiente. Igualmente, es la excusa perfecta para meter temas de la época cuando el ritmo decae. Ya ocurrió con Led Zeppelin al inicio de Thor: Ragnarok, digno de videoclip musical, y aquí sucede lo propio con Nirvana o Garbage.

El humor está presente en gran parte de la producción. Especialmente cuando aparece el agente Nick Furia, interpretado por un Samuel L. Jackson rejuvenecido de forma digital. La relación entre este, Danvers y el gato Goose es quizá uno de los mayores aciertos de un filme que por momento adquiere características propias de una buddy movie. Aun así, se echan en falta nuevos y elaborados secundarios que nos hagan olvidarnos de los viejos Vengadores aunque solo sea por un momento. Aquí no debería importar si Furia tiene parche o no, sino qué ha pasado con Danvers y todo lo que a ella le rodea.

En este sentido, Black Panther parece una película que cumple mejor con su cometido. En ella sobresalen personajes como Nakia o Shuri, puede que incluso más que el propio rey de Wakanda. En Capitana Marvel se intenta algo parecido con Maria Rambeau, pero al final el secundario más importante termina siendo Samuel L. Jackson.

A pesar de sus carencias, tampoco es justo el boicot que está sufriendo la película. Decenas de trolls se movilizaron para votarla negativamente en plataformas como Filmaffinity o Rotten Tomatoes incluso antes de su estreno. Como apuntó el actor Zachary Levi en sus redes sociales, todo parece responder a un discurso de odio por parte de fans que condenan a Capitana Marvel y Brie Larson. La taquilla, probablemente, no les dará la razón.

El sello de cómics todavía tiene tiempo derrumbar el monopolio masculino y, de una vez por todas, añadir a la primera línea de los Vengadores personajes femeninos con el mismo peso narrativo que Tony Stark. “Creemos que Capitana Marvel será la primera de muchas”, dijo el presidente de Marvel Studios, Kevin Feige, a The Hollywood Reporter. Habrá que esperar para comprobarlo.

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