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La crisis de los vigilantes de museos: “Han degradado nuestro trabajo”

Llos Vigilantes de Museos Estatales frente a la sede de Cultura, en una protesta realizada el pasado 7 de febrero

José Antonio Luna

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Para los vigilantes de sala de museos estatales todo cambió en mayo de 2019. Entonces se aprobó un nuevo convenio laboral acordado por el Gobierno y sindicatos que, entre otras cosas, establecía nuevos grupos profesionales en función de la actividad laboral. Los que antes se enmarcaban en un Grupo 4, como es el caso de los vigilantes, pasaron al E1 con la consecuente reducción de rango. 

“Realmente nos han degradado, ya que donde tenemos que estar es en el E2. A nosotras nos pidieron unos requisitos de acceso y un temario en relación al Grupo 4, no a uno inferior. Es un agravio comparativo y nos preguntamos por qué a nosotras”, indica a elDiario.es una de las vigilantes afectadas, que prefiere no revelar su nombre.

Son un colectivo, en su mayoría formado por mujeres mayores de 50 años, que ahora son bajadas de categoría a pesar de tener formación suficiente: el contenido de la oposición que estudiaron en su momento es idéntico al que piden para acceder al E2, el grupo en el que no les quieren enmarcar.

Destaca además que la condición de otros puestos del Grupo 4 sí se ha modificado con respecto al convenio inicial. Es el caso de los taquilleros, que pasaron a un E2 tras una resolución en marzo de 2021. Los vigilantes, en cambio, permanecen estancados en el E1. Pero ¿en qué afecta exactamente? 

“No podemos promocionar ni pedir un traslado a otro puesto de trabajo si no tenemos la titulación concreta que piden. Si quisiera trabajar en taquillas ahora tendría que estudiar la FP de grado medio en Actividades Comerciales. Si por ejemplo tienes la FP superior en Marketing no te sirve, siguen pidiendo la del medio. No vale ni con tener algo parecido”, critica la experta perjudicada. Antes no existía ningún inconveniente en que los trabajadores enmarcados en el Grupo 4 pudieran sustituirse entre ellos, pero la situación ha cambiado. “Hay museos en los que solo hay un taquillero y cuando libra alguien le tiene que sustituir. Es lo que hemos hecho siempre hasta ahora los vigilantes de sala, hasta la llegada de este convenio”, apostilla.

De hecho, el pasado verano la carencia de personal fue “compensada” con la entrada gratuita a 14 de los 16 museos gestionados por el Ministerio de Cultura. La razón, según ellos, era que “no había taquilleros y las movilidades estaban prohibidas, porque todavía no estábamos encuadrados ni había vacantes, no se podían llevar a cabo”, alega la vigilante. Ahora el problema se está solucionando con otro sistema: movilidades forzosas.

“Te obligan a sustituir a ese compañero a pesar de que está en un grupo superior. Los vigilantes de sala somos el colectivo más grande de museos, entonces si falta alguien de taquilla, de información o un jefe de planta estamos obligados a reemplazarles porque de lo contrario te abren un expediente. No puedes promocionar al puesto si no tienes la titulación, pero para solucionar la papeleta ese día no hay ningún problema”, recrimina.

Este periódico se ha puesto en contacto con el Ministerio de Cultura, pero remiten a Función Pública al tratarse de un tema relacionado con el personal funcionario. Desde este organismo señalan que son “conocedores de la citada problemática”, pero que “el encuadramiento del personal laboral se ha llevado a cabo de acuerdo con el sistema de clasificación que contempla el IV Convenio”. No aclaran si se plantea una revisión de la categoría de los vigilantes de sala, como sucedió con otros profesionales del Grupo 4, ni por qué sí se permite la movilidad forzosa a un puesto superior pero no la promoción a ese mismo puesto. “A ellos lo que le interesa es que los museos funcionen y si para eso tenemos que suplir a la persona que falta, tengamos o no la titulación, les da exactamente igual”, reprocha la trabajadora. 

A esta situación hay que sumar la de las personas en situación de empleo temporal, que a pesar de haber aprobado la oposición no han conseguido plaza. “Si nos dejan encuadrados en un E1 ahora nos piden una FP básica que solo se estudia hasta los 17 años, con lo cual nadie va a poder acceder”, critica la vigilante.

Se trata de un panorama similar al denunciado por la Plataforma de técnicos y técnicas afectadas por la OEP 2018, que protestaba porque los profesionales de los teatros públicos con formación superior no pueden acceder a determinadas plazas de esa convocatoria de empleo público sino es co las titulaciones de FP que marca el IV Convenio Único. Para ellos, la respuesta de la Administración ha sido un sistema de consolidación de plaza al que podrán optar con los estudios con los que fueron admitidos en la bolsa de trabajo del INAEM.

Pero los vigilantes de sala llevan un tiempo denunciando su situación, aunque aseguran que la respuesta todavía no ha llegado. “Estamos recibiendo ahora las contestaciones a los recursos de alzada que hicimos en marzo de 2021. Al resto de escritos que hemos hecho no nos ha contestado nadie”, observa la profesional afectada. Según esta, los sindicatos no paran de decir “que todos piden el grupo E2 para nosotras y que el inconveniente es solo de la administración”. Entonces, la profesional se pregunta: “¿Dónde está el problema con lo que pedimos?”.

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