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David contra Goliat (o las ‘abejas’ contra Netflix) en los Goya del ‘Se acabó’

El equipo de '20.000 especies de abejas' celebrando el premio Feroz a la Mejor película de Drama

Javier Zurro

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Los Goya 2024 tendrán todos los ojos puestos en su ceremonia. Los tendrán por dos motivos. El primero, para descubrir quién logra finalmente el premio a la Mejor película en una de las temporadas más reñidas que se recuerdan en mucho tiempo. Los premios de la Academia, como casi todos los reconocimientos cinematográficos, suelen resultar previsibles en la mayoría de sus categorías. En una temporada llena de otros galardones (otorgados por productores, prensa y otras academias como la catalana), los Goya llegan con demasiadas cartas desveladas y la emoción concentrada en unas cuantas categorías.

Este año, sin embargo, la duda se mantiene. Dos títulos llegan como grandes favoritas en un duelo que muestra la polarización del cine español. Tanto 20.000 especies de abejas como La sociedad de la nieve llegan con la fuerza necesaria para ganar el Goya al Mejor filme. El primero muestra el músculo del cine independiente, ese que apuesta por cineastas noveles, por historias íntimas que acaban siendo universales, que viaja por festivales y que apuesta por lenguas oficiales que no son solo el castellano. 

La ópera prima de Estibaliz Urresola comenzó su viaje en Berlín con el premio a la Mejor interpretación para la joven Sofía Otero y llega al final con la fuerza con la que no llegó Alcarràs el año pasado. Si la película de Carla Simón aterrizaba desfondada, 20.000 especies de abejas lo hace habiendo vencido en los Forqué, en los Feroz y con un par de premios en los Gaudí. Que fuera el título más nominado en los Goya en categorías donde nadie contaba con ella ya hacía presagiar que Urresola había tocado el corazón de los espectadores.

Al otro lado está el otro extremo de la industria. La sociedad de la nieve es la película más grande que se ha hecho en España. El sueño logrado de un cineasta que rompe barreras, que aspira a que la industria pueda hacer grandes producciones… en español. Bayona ha vuelto a demostrar que no tiene límites, que hay talento para soñar a lo grande. Ganó Mejor dirección en los Feroz pero, sobre todo, ha logrado dos nominaciones a los Oscar y es un fenómeno de masas que va camino a ser el filme no hablado en inglés más visto de Netflix. ¿Podrá la Academia española ir en contra de quien ha traído la candidatura a los premios más importantes del mundo?

Más allá de quién gane, que el duelo se produzca entre dos películas así muestra ese abismo que hay en el cine español, donde el cine medio, ese de cinco millones de euros de presupuesto, se ha perdido. 20.000 especies de abejas contó, según datos del ICAA, con 1,7 millones de euros. El filme de Bayona, en el otro extremo, se estima que está en torno a los 60 millones. Es un duelo entre David y Goliat, entre dos tipos de cine que son necesarios para una industria. El problema es que entre medias hay poco o nada, porque quienes deberían apostar por ello, las cadenas privadas y las plataformas, prefieren gastar ese dinero en comedias formuladas con las que asegurar la taquilla. 

Lo de La sociedad de la nieve es una excepción que puede servir de mucho. Puede ser el ejemplo de que el cine de calidad, grande, pero con personalidad y talento también gusta y es un éxito. También Saben aquell podría ser el ejemplo. Un filme de Warner Bros y Atresmedia que llega con 11 nominaciones y con David Verdaguer como mejor baza. Su pobre resultado en taquilla, sin embargo, puede ser el argumento que muchos usen para no afianzar este tipo de proyectos en las cadenas de televisión. Sería injusto, ya que Saben aquell vivió un adelanto de fecha a última hora que impidió que se realizara la campaña promocional que el filme debería haber tenido para llegar al público.

El duelo entre las dos favoritas no se podrá producir en la categoría de Mejor dirección, ya que al ser el debut de Estibaliz Urresola ella competirá (y ganará) en Mejor dirección novel. A priori todo indicaría que Bayona ganaría su cuarto Goya (lo consiguió por El orfanato en Dirección novel; y después por Lo imposible y Un monstruo viene a verme). El hecho de que ya lo haya logrado en varias ocasiones alimenta otra posibilidad, la de que Víctor Erice recoja el que sería su primer Goya por Cerrar los ojos. Hay mucho de su cine en este filme, y sus anteriores películas (El espíritu de la colmena y El sur) no pudieron optar ya que los galardones se crearon después de que estrenara ambos títulos.

Tractores, Gaza, extrema derecha y ‘Se acabó’

El otro foco de la gala estará puesto en cómo reacciona el mundo del cine ante varios de los asuntos que han copado la agenda social y política de las últimas semanas. El primero, y el que les toca más de cerca, el de los abusos de poder y la violencia sexual en su propia industria. El caso de Carlos Vermut, desvelado por El País, ha sido uno de los primeros en estallar al cine español. Muchos destacaron el silencio casi general producido en los Premios Feroz, donde ningún discurso de los ganadores abordó el tema y solo algunas personas respondieron en la alfombra roja a las preguntas de los periodistas.

Ha habido tiempo para pensar. Los Gaudí ya mostraron (con Estibaliz Urresola y Elena Martín a la cabeza) una reacción pública en los discursos y la lógica dice que en los Goya, la ventana de más exposición de todas, abordarán el tema. Se sabe, lo confirmaron sus presentadores, que la propia ceremonia lo hará. La Academia hablará de los abusos en el cine y es de esperar que sea el tema de la alfombra roja y de los discursos. La asociación de mujeres cineastas, CIMA, también ha anunciado que llevarán abanicos con el lema #seacabó para visibilizarlo. Hicieron lo mismo el año del Me Too, y ahora repiten acción.

Lo harán en la misma alfombra roja donde por primera vez acudirán representantes de Vox. El partido de extrema derecha confirmaba este jueves que varios de sus cargos electos en Castilla y León acudirían a la gala, entre ellos el vicepresidente de la comunidad, Juan García-Gallardo, lo que de alguna forma supone meter al ‘enemigo’ en casa. Vox (y García-Gallardo en particular) ha atacado sin piedad al cine español. Extendiendo bulos, perpetuando falsos mitos… Desde su llegada al Congreso de los Diputados, la formación siempre ha rechazado la invitación de la Academia (que se la manda a todos los partidos con representación), pero este año eso puede cambiar.

De momento lo que sí ha azuzado la extrema derecha es la tractorada convocada el sábado en Valladolid. Desde grupos de WhatsApp vinculados al partido se ha difundido una manifestación cuyo objetivo no es otro que intentar boicotear la llegada de la gente a la gala en Valladolid. “El sábado colapsará Valladolid y los que no llegaréis sois vosotros a vuestra fiesta. Este año la Gala de los Goya será recordada por mucho tiempo. Si todos nos unimos... Que tiemblen... Ya está bien de ahogarnos!!!”, dice el mensaje viral. 

Otra de las manifestaciones que se espera, y que se ha promovido en las jornadas previas, será para pedir que el Gobierno acabe con el comercio de armas en Israel. Se ha pedido que los actores lleven una chapa con la sandía, símbolo en favor del pueblo palestino, y que hablen en sus discursos pidiendo el alto el fuego. Los Goya volverán a medir el pulso a la sociedad (no a la de la nieve), y calibrarán si aquel No a la guerra creó miedo a usar la gala para hablar o si aquel espíritu de protesta revive 20 años después.

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