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Siete películas para huir de la todopoderosa 'Vengadores: Endgame' y no morir en el intento

Julianne Moore en 'Gloria Bell'

Mónica Zas Marcos

¿Qué ocurre cuando compites con la que aspira a ser la película más taquillera de la historia del cine? En nuestro país, que 416 cines repartidos por toda la geografía le ceden a Vengadores: Endgame un total de 1.412 pantallas y proyecciones cada media hora. La última entrega de la franquicia de Marvel es un monstruo de varias cabezas -como se intuye en el cartel- capaz de engullir a cualquiera que haya tenido la mala fortuna de estrenarse el mismo fin de semana.

No es de extrañar. Como reseñamos, ante la envergadura de los datos que maneja la saga, solo nos cabe asumir una idea: “El entretenimiento cinematográfico de masas actual es uno y es este”.

La película de los hermanos Russo, sin embargo, ha tenido el detalle de llegar a las salas españolas un día antes que el resto de películas. Aunque no ha sido tanto una muestra de deferencia hacia los títulos menores como un intento de usar nuestra taquilla como probeta, los cálculos no les han salido nada mal: este jueves, los cines recaudaron 2 millones de euros sin contar con una jornada de reflexión que muchos invertirán en ir a ver Vengadores: Endgame.

El cine es una de las actividades favoritas para descansar los oídos de los mítines políticos y desconectar el día de antes de acudir a las urnas. Y, aunque a priori no lo parezca, hay alternativas para quienes no se hayan acercado jamás al universo de Marvel y no tengan pensado hacerlo por primera vez este fin de semana.

Son siete intrépidas que han preferido salir a la sombra del gigante antes que acumular polvo en el cajón una semana más. Puede que incluso salgan favorecidas por ser la opción contraria al entretenimiento de superhéroes más riguroso y a las sesiones masificadas. Estas cintas pueden arañar a los espectadores indecisos que hayan descartado Los Vengadores al no existir competidoras de su magnitud. La única incógnita está en cuántas salas españolas habrán sido igual de valientes como para programarlas en este preciso momento. 

Gloria Bell

Gloria BellEl chileno Sebastián Lelio se fotocopia a sí mismo después de su éxito con Una mujer fantástica (2017), con el que obtuvo el Oscar a mejor película extranjera y el Goya. En esta ocasión, Julianne Moore reinterpreta a la Gloria que supuso un huracán para el cine internacional en 2013 por su reflejo de una edad adulta dionisicaca entre bailes, champán y sexo. Gloria Bell cambia esto por la música disco y los dry Martinis, pero la esencia se mantiene y el sexo también. 

Da igual que la acción se traslade de las discotecas de Santiago de Chile al glamour de las de Los Angeles. Moore clava el difícil papel de su antecesora, Paulina García, y no ensombrece ante aquellos titulares que la consideraban el relevo latinoamericano de Meryl Streep. Al final, Gloria Bell sigue siendo un canto a la femineidad cuando se llega a una temida tercera edad que muchos se han obcecado por esconder debajo de la alfombra. Sobre todo en las rojas.  

Buñuel en el laberinto de las tortugas

Buñuel en el laberinto de las tortugasNi Dalí ni Buñuel pudieron predecir el éxito que tendría Un perro andaluz. Después de aquello, y del veto en algunos países por su ácida crítica a la aristocracia, Buñuel cayó en depresión. Por eso, una noche borracho, su amigo el pintor y escultor Ramón Acín prometió financiarle su próxima si le tocaba la lotería. Y así fue: en 1932 salió premiado en Huesca el número 29.757, del cual el artista tenía una participación de 25 pesetas que le reportó un premio de 150.000.

De aquella ebria promesa surgió el cortometraje documental Las Hurdes (Tierra sin pan), una desoladora mirada a una de las regiones más pobres de la España de los años 30, azotada por el hambre y el éxodo rural. Una anécdota fantástica que se ha convertido hace poco en un cómic sobre aquel rodaje y en una película de animación que fue estrenada hace un mes en el Festival de Málaga. 

Leto

LetoLeningrado, un verano a principios de los 80: la escena del rock de la ciudad está en pleno apogeo. Viktor Tsoï, un joven músico que creció escuchando a Led Zeppelin, T-Rex y David Bowie, está tratando de hacerse un nombre. El encuentro con su ídolo Mike cambiará su destino, porque juntos construirán una leyenda como pioneros del rock ruso justo antes de morir trágicamente.

El director se centra en el último verano antes de la Perestroika para narrar la historia de dos símbolos del underground soviético y de un trío amoroso bañado por la despreocupación en un país ahogado por las restricciones. Leto llega a las salas después de haber pasado por la sección oficial de Cannes y de haber sido aplaudida en todo el mundo gracias a una fantástica banda sonora. 

Sin piedad

Sin piedadEl actor Vincent d'Onofrio se estrena en la dirección con un wéstern trepidante a la antigua usanza. Quizá pase desapercibido justo por eso, cuando deconstrucciones como las de los hermanos Coen, Tarantino o incluso televisivas como Westworld se han impuesto en el imaginario del Oeste.

Sin embargo, la historia de un joven que presencia el encuentro entre Billy el Niño y el sheriff Pat Garret no necesita más abalorios que una acción bien orquestada, una buena fotografía y una genial BSO. Y Sin piedad cuenta con las tres. Cabe destacar la interpretación de Ethan Hawke como sheriff y una contundente representación de la violencia que no tiene nada que envidiar al género clásico que encumbró John Wayne.

La portuguesa

La portuguesaEsta película adapta el segundo relato del tríptico Tres Mujeres que escribió Robert Musil al regresar de combatir en la Primera Guerra Mundial. El autor austriaco estaba convencido de que el erotismo y el amor eran las únicas fuerzas capaces de poner en jaque el raciocinio que primaba en tiempos convulsos. 

En este caso, al norte de Italia, los von Ketten se disputan las fuerzas del Episcopado de Trento, por lo que un noble busca matrimonio en un país lejano. Su esposa será una mujer portuguesa que se instalará en el castillo y quedará recluida mientras su marido se marcha a combatir. El día a día de la portuguesa será un universo pautado por el ritmo masculino y en el que las mujeres deben parir, criar y esperar. La cinta dirigida por Rita Azevedo Gomes ha cosechado excelentes críticas por su maravillosa estética y una fotografía que haría palidecer a La favorita.

La importancia de llamarse Oscar Wilde

La importancia de llamarse Oscar WildeEl actor Rupert Everett (La boda de mi mejor amigo, Shakespeare in Love) dirige y se mete en la piel de uno de sus grandes referentes. La importancia de llamarse Oscar Wilde es un retrato del lado oscuro de un genio que vivió y murió por amor en los últimos días del siglo XIX. Así la reseñan en FilmAffinity:

En la habitación de un hotel barato en París,el poeta británico yace en su lecho de muerte cuando el pasado lo invade, transportándole a otros tiempos y otros lugares.¿Fue alguna vez el hombre más famoso de Londres? ¿O fue el artista crucificado por una sociedad que un día lo adoró? Ante la angustia de la muerte, Wilde repasa el intento fallido de reconciliarse con su sufrida esposa, Constance, su fatal relación amorosa con Lord Alfred Douglas (Colin Morgan) y la calidez de sus amigos Reggie Turner (Colin Firth) y Robbie Ross (Edwin Thomas), quienes intentaron salvarle inútilmente de sí mismo.

Azul Siquier

Azul SiquierEl único documental de la lista está dedicada al fotógrafo almeriense Carlos Pérez Siquier, un genio del color que lleva toda la vida enfrentado a la luz y la naturaleza de su tierra. El director Felipe Vega recoge el testigo de otras cintas dedicadas a dar a conocer a los grandes retratistas de nuestra historia patria, como el de Joana Biarnés.

Azul Siquier es la descripción de un arte y de un artista que, poco a poco, ha visto reconocido su aportación al mundo fotográfico, uno de los medios de expresión más representativos del pasado siglo XX. El encargado de la agencia Magnum dijo de él: “Los coloristas estadounidenses que se dieron a conocer en los años 70 ahora disfrutan de un renacimiento, mientras que los equivalentes pioneros europeos siguen siendo relativamente oscuros”. Por eso merece la pena dar luz a ese azulado que imaginó Carlos Pérez Siquier.

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