Tren negro hacia las tinieblas
Hace ya tres días desde que el expreso de la novela negra partió de Madrid rumbo a la Semana Negra de Gijón. En sus vagones, un centenar y medio de escritores y editores hablaban, cómo no, de literatura, mientras recorrían las vías hasta la costa del Mar Cantábrico. Durante los nueve días que dura el festival se desarrollarán diversas actividades vinculadas al cómic, al humor, al fotoperiodismo y a la denuncia social. Y, entre todo el jolgorio, los coloquios y presentaciones con los grandes del género y los que se están haciendo un hueco, en una clave de total “igualdad”.
Esa idea es la que han difundido los emisarios de la Semana: que hasta el 13 de junio no haya hoteles de cinco estrellas ni banquetes de lujo para cinco, sino convivencia entre lenguas y 144 plumas internacionales. Así, la Naval de Gijón se convertirá en una Torre de Babel que gira en torno a la figura de Julio Cortázar. Su relato policiaco Deshoras bien influye en este homenaje, pero sin marginar a cualquiera de sus fantásticas obras, desde Rayuela hasta El libro de Manuel, desde sus cuentos hasta sus prosas breves.
Esta divergencia de géneros del argentino también tiene cabida en el festival rey de la novela negra, aunque claramente esta tenga un papel preponderante. El director de contenidos de certamen, Ángel de la Calle, confía en superar el récord del millón de visitantes de la anterior edición. Y esto se debe a que, pese al recorte presupuestario -500.000 euros en total, entre Ayuntamiento y patrocinadores-, se tocarán todos los palos interesantes durante esta semana de diez días.
Sólo el pueblo ayuda al pueblo
Bajo este titular que encabeza la primera publicación de A Quemarropa, periódico oficial de la Semana Negra, se esconde el carácter social del congreso. Y es que uno de los fuertes del festival es la reformulación del concepto elitista de la literatura en una atmósfera cultural al alcance de todos.
Al llegar el tren negro a la estación, ya se palpaba la indignación ciudadana al son de “PSOE y PP, la misma mierda es” , que se contagió a los pasajeros. Un aperitivo para lo que va a ser el grueso de la Semana. “La programación de este año es potente y se mantiene fiel al estilo semanero de compromiso con la realidad social”, ha afirmado Ángel de la Calle. El director de contenidos ha destacado la actividad de denuncia contra la violencia de género, que se realizará con la recogida de 729 pares de zapatos que simbolizan las 729 mujeres que han sido asesinadas por sus parejas en los últimos diez años.
La tradición de la muestra siempre ha sido la de incendiar los temas que más preocupan a la opinión publica. Y este año, la crisis quema. En los debates, el complicado panorama editorial estará a la orden del día y para promover cambios, en colaboración con los bibliotecarios, se promoverá la lectura con escasos medios en barrios y pueblos de Asturias. Además, se habilitarán espacios para clubes de lectura y actividades de cuentacuentos para atraer a los más pequeños.
No les dejes escapar
Las mejores obras presentadas en el festival serán reconocidas con los famosos galardones de la Semana Negra. El Rodolfo Walsh, a la mejor obra basada en hechos reales, el Espartaco de novela histórica o el Celsius, de ciencia ficción. Pero aunque lleguen al 13 con las manos vacías, hay algunos nombres que no debe dejar escapar en esta edición.
El escritor chino Qiu Xiaolong, que retrata parte de la realidad de su país desde los ojos del inspector jefe Chen Cao, es una de las estrellas invitadas al certamen. Natural de Shanghai, sus novelas policiacas han dado la vuelta al mundo por su marcado tono político. Destacamos Muerte de una heroína roja, Visado para Shanghai, Seda roja, El caso Mao, El crimen del lago y El enigma de China.
En 2005, el ex agente de policía escocés, Craig Russell, decidió resituarse tras el papel y dar vida a Jan Fabel y al canadiense Lennox. Desde entonces, ambas sagas han conquistado a gran parte de los expertos del género crimen de ficción. Ahora, llega a la Semana con Miedo a las aguas oscuras bajo el brazo, la última entrega del detective -Fabel- perdido en el Glasgow de los años 50. Russell protagonizará el miércoles 9 a las 19.30 una charla con el periodista de El País, Juan Carlos Galindo.
El mismo día 9, pero a las 21:30, Víctor del Árbol participa en la conferencia ¿Por qué escribir hoy novela negra? Al igual que el escocés, su etapa como mosso d'esquadra hurga en la psicología policiaca de manera infalible como ya demostró en La tristeza del samurái. Hace poco volvió al panorama editorial con Un millón de gotas, con la que de nuevo baila entre el género negro y la novela histórica.
Rosa Ribas y Sabine Hofmann relataron a cuatro manos la etapa más negra del franquismo en El gran frío. La filóloga barcelonesa será la cara presente en el festival, donde charlará el día 9 a las 19.30 con el director Ángel de la Calle y participará en la sesión junto a del Árbol. Si comulgan con la escritura más costumbrista y sin florituras sobre una etapa de la que queda mucho que rascar, resta recomendar la anterior historia de la periodista Ana Martí, Don de Lenguas.
Pero para frenética, la agenda de William C. Gordon -esposo de Isabel Allende- en la Semana. Las esferas del poder, la última novela del autor estadounidense publicada por Random House en España, será la invitada especial en sus charlas. Pero además de su presentación el lunes 7 a las 19.30, apadrinará Orgullo y furia de Casimiro Torre González y ofrecerá un encuentro con los lectores el miércoles 9. Su mujer fue la que le animó a crear a uno de los álter ego policiacos más conocidos en EE.UU, Samuel. Imperdible también El rey de los bajos fondos.
