Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Después del chorreo, tengo que explicarme

Y me explico: En la última entrega recibimos comentarios negativos por, entre otras cosas supongo, “poner en el mismo nivel la extrema derecha de Ucrania, los mercenarios en Siria y los vecinos del Gamonal”, y así fue en el sentido que yo lo decía: Porque yo no hablaba de causas justas o injustas, ni de buenos y malos, ni de grandes o pequeños conflictos. Hablaba y hablo de la violencia sistemática del hombre con el hombre, del enfrentamiento como ley de vida, de la vileza del poder con los ciudadanos.

En cualquier enfrentamiento, si escucháis a unos y a otros, todos tienen razón, todos tienen “sus razones” para hacer lo que hacen, nadie está equivocado. Y así no es posible ponerse de acuerdo.

Es muy difícil prescindir de la violencia. Porque el hombre disfruta con la violencia y porque el egoísmo la alimenta y porque la mayoría de las veces es la única solución.

Pero yo no quiero quedarme en “El infierno son los otros”. Eso fue en el siglo pasado. Hoy, en la semana 9 del año 2014, yo quiero soñar un hombre capaz de ponerse en el lugar del otro e incapaz de hacer daño a nada y a nadie. Un hombre al servicio del hombre.

Y como eso parece imposible, hago cuentos imposibles. Es un juego más.

Y en cuanto a Sergio: él no tiene la culpa de mis pajas mentales. Él no es ignorante. Él es un tío genial y tiene sus propias opiniones. Y si se las pedís, os las dará con mucho gusto.

Y ya que estamos en este plan, quiero expresar mi agradecimiento y mi admiración a los millones de personas que con su conocimiento y su buen hacer nos han librado, de momento, de otra gran guerra u otra gran depresión. En esta última gran estafa mundial quizá no hemos aprendido todo lo que había que aprender pero al menos hemos evitado el dolor extremo. Y a pesar de todos los depredadores y de todos los conflictos nuevos y eternos, la ciencia sigue progresando, cada día más gente vive mejor y el sufrimiento disminuye. Porque cada día hay más talento sobre la corteza terrestre. (Lo de los animales era una provocación, un grito en busca de lo humano. Y también una añoranza de la ciudad amigable y alegre).

-Ya, pero los malos se nos han escapado vivos.

-Los malos somos todos.

-Ya, ¡y los pobres! ¿Qué va a pasar con todos los nuevos pobres?

-¡Uf! Creo que vamos a tener que esperar otro siglo para entrar en eso… Eso sí tiene pinta de cuento imposible.

Un largo ¡ahhhhhhh! cruza el cielo sobre los edificios de la ciudad. Es lo primero que vi esta mañana al levantar la persiana. Inmediatamente me fui al Mesón a contárselo al Gay.

-¿Has visto ese ¡ahhhhhhh!?

-Sí, por aquí también pasó. Entró por la ventana y se fue por la cocina. Y la gente se quedó paralizada, sin hacer el menor ruido.

-¡Qué raro! ¿Qué habrá sido eso?

-Dicen que es un anhelo largamente contenido. Un suspiro.

-¿Un suspiro?

-Sí, por la crisis. Que se va. Por eso nadie se mueve ni hace el menor ruido. Para no perturbar su salida. Para que se vaya de una vez y no vuelva.

-¡Ahhhhhh!, dije yo, y di otro sorbo de café.

Viendo que la cosa estaba ya más tranquila, me fui a dar una vuelta. A eso que llaman conocer mundo. Y a ver si aprendía algo. Y ya lo creo que aprendí.

1. En Barcelona, el Dalai Lama me dijo: “Esto pasará. Esta pausa de paz se desvanecerá como las flores del cerezo en primavera. Todo lo que tiene un principio, tiene fin.”

2. Un sadhu, en India, mientras nos purificábamos en la suciedad del Ganges, me suplicó: “Se cuidadoso con todo lo que existe.”

3. Y una diosa de ébano, en la Guinea Ecuatorial, mientras dormíamos tumbados a la sombra en un cafetal, me suspiró al oído: “Agradece la abundancia de la vida.”

4. “Se útil a los demás”, me recomendó en Melilla un inmigrante ilegal que lucía un hermoso pelotazo en un ojo.

5. Y en un oasis, bajo una palmera, dos ojos, dos ascuas, asomándose por una raja abierta en un inexpugnable manto negro, me enviaron un susurro que gemía como el viento del desierto: “Soporta la frustración.”

6. “Cultiva la alegría. Oblígate a ser feliz.” Masculló un mariachi borracho tirado en una calle en México, D.F. cuando me agaché a quitarle el tequila.

7. Y una chica de Ipanema me revolvió el pelo mientras me decía: “Ten cuidado con el dinero. Es bonito. Y es necesario. Pero puede hacerte su esclavo.” Y con una gracia infinita y una sonrisa más bonita que el dinero, se dio la vuelta y se alejó, andando como si bailara, y asfixiando sin piedad entre sus dos nalgas gloriosas un diminuto tanga de flores.

-¡Vaya! Creo que ya he visto bastante mundo. Debería irme a casa. Estoy cansado.

Etiquetas
stats