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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

'Un sueño Real': el documental que narra el duro camino desde los campos de barro hasta el fútbol de élite de las jugadoras del Real Madrid femenino

Una imagen de 'Un sueño Real', el documental del C.D. Tacón que se ha estrenado en HBO

Patricia Gea

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Mientras da unas patadas al balón en un campo de tierra, María, una niña amante del fútbol, encuentra en el suelo algo que llama su atención. Se agacha a recogerlo, es un cromo de Sergio Ramos. Le viene en ese momento a la cabeza una pregunta que le hace a su madre: “Mamá, ¿por qué no hay cromos de chicas?”. Su habitación está repleta de bufandas, guantes de porteras colgados en las estanterías y fotos firmadas por sus heroínas: las futbolistas del C.D. Tacón, el equipo que después de su ascenso a primera división en 2019 fue absorbido por el Real Madrid y que a día de hoy el ya luce el nombre del club galáctico.

Es probable que María, siendo todavía tan pequeña, no pueda imaginar el largo camino que todas ellas tuvieron que recorrer para llegar a estar allí, en ese altar que ella ha construido en la intimidad de su habitación. La andadura del Tacón se inició en 2014 gracias al empeño de Ana Rosell, presidenta del club desde sus comienzos, y una de las protagonistas del documental 'Un sueño Real', producido por Newtral y Exile Content, que se ha estrenado esta semana en HBO.

“Quería fundar un club exclusivamente femenino”, explica Rosell en el primer capítulo. “Desde la ilusión y teniendo claro que sería un club humilde”. Comenzaron sin jugadoras ni instalaciones. Una de las primeras chicas en recibir la llamada para empezar a dar forma a la plantilla fue Sara Ezquerro, una joven de 21 años que pasó de defender la portería del Atlético de Madrid a ponerse bajo los palos de su eterno rival, que era en realidad el equipo que despertaba su pasión. Contra ella se inició en redes una campaña de acoso tras ser vista en las pantallas de las inmediaciones del Santiago Bernabéu celebrando la victoria en Champions de los galácticos. Un hecho que cambió el rumbo de su carrera.

De eso hace ya cuatro años, pero ante la cámara recuerda al dedillo lo que sucedió aquel día. Llevaba la camiseta verde de su ídolo, Iker Casillas, la chaqueta y la bufanda madridistas y, después de celebrar el triunfo, se acostó siendo una aficionada más, pero amaneció protagonizando una de las noticias más compartidas del diario Marca y sufriendo la persecución de cientos de aficionados rojiblancos.

“Una jugadora del Atlético 'pillada' en la celebración de la Champions madridista”, decía el titular. En paralelo, en redes sociales se tejía una retahíla de amenazas e insultos hacia ella: “puta”, “cerda”, “ojalá nos enteremos dónde vives y podamos matarte”. Cuando al día siguiente acudió a su entrenamiento en el Calderón le comunicaron que no podía seguir en el Club. “En ese momento no lo podía ver así, pero al destruir mi carrera, me abrieron otra. Recibí la llamada de Ana Rosell y desde ese día pude cumplir mi sueño de formar parte del Real Madrid gracias al Tacón”. 

Desde entonces Ezquerro pasó a compartir vestuario con otras jóvenes madridistas que como ella soñaban con dedicarse al fútbol profesional, “poder vivir de ello”. Sabían que no lo tendrían tan fácil como sus compañeros porque los grandes estadios eran, y todavía son, terrenos masculinizados, pero con una enorme ilusión empezaron por conformar la nueva plantilla.

Lorena Navarro llegó como delantera desde el Club Deportivo Vallecas, donde se estrenó con tan solo tres años. Las gemelas Malena y Samara Ortiz habían probado suerte con otros deportes más vinculados a las figuras femeninas, como el volei o el tenis, porque cuando jugaban a fútbol los chicos “se reían” de ellas y “les tiraban arena”, pero su gran pasión era el balón y no quisieron renunciar a ella. No solo lograron mantenerse en ese camino, sino que, además, desde sus inicios y hasta hoy Malena capitanea el equipo.

La defensa Esther Martín dejó Daimiel, su pueblo en Ciudad Real, para mudarse a la capital y cumplir su sueño de saltar al campo. Era una idea que al principio asustaba a su madre, que temía que sufriera las consecuencias de embarcarse en un viaje tan difícil para una mujer, y fue el impulso de su abuelo de 91 años lo que le animó a tomar la decisión. Es socio del Real Madrid desde hace medio siglo y ahora cada vez que puede se pone en carretera para ver jugar a su nieta vistiendo la camiseta blanca. Han celebrado juntos muchos triunfos. Entre ellos, el ascenso a primera que tras mucho esfuerzo llegó en la temporada 2018/2019, en un partido de vuelta entre el Tacón y el Santa Teresa C.D., el equipo femenino de Badajoz. 

El ansiado ascenso a primera

El 19 de mayo del pasado año comenzó para todas ellas una nueva etapa, llegó aquello por lo que tanto habían luchado: el conjunto madrileño se convertía en equipo de primera división por primera vez en su historia. Un 2-0 en el marcador dio al Tacón el pase que necesitaba para desembarcar en Valdebebas, la ciudad deportiva de los blancos, la más grande del mundo. Cuatro meses después del ascenso, el Real Madrid de Florentino compraba el equipo, que se estrenó en la temporada 2020 con las nuevas siglas: Real Madrid femenino. “Antes de un partido siempre me pongo el vídeo de la final porque me recuerda de dónde venimos y todo lo que cuesta lo que hemos conseguido”, dice Malena.

De la noche a la mañana tenían vestuarios enormes que llenaron con las fotos de “la época del barro”, psicólogos, fisioterapeutas, un equipo de diez personas a su disposición. “No nos lo podíamos creer”. Para acabar de materializar el ascenso, llegaron los fichajes internacionales: la delantera sueca, Kosovare Asllani, y su compañera de selección, Sofia Jakobsson, fueron las primeras.

Después llegaron otros iconos como la futbolista alemana Babett Peter, que protagonizará en el tercer capítulo una de las historias más alentadoras de la serie, tanto dentro como fuera del terreno de juego. Babett cuenta cómo sufrió bullying durante su adolescencia por una parálisis facial que todavía se percibe en su rostro, y cómo el deporte le dio la confianza suficiente para reponerse a todas esas dificultades. Ahora acumula 14 años de carrera profesional, una Champions que ganó en 2010 con el Turbine Postdam, y una medalla de oro con Alemania en el Mundial de Brasil. En el plano personal también ha logrado una vida plena. “Por eso quiero decir: chicas, vosotras también podéis conseguirlo, da igual de dónde vengáis, da igual quién seáis”.

La experiencia de estas mujeres fue una motivación para las jóvenes españolas que habían logrado ascender al equipo con el que dieron sus primeros pasos. Ahora había que mantenerse, aprender de las mejores y seguir luchando contra su peor enemigo dentro del fútbol: la desigualdad.

La directora de la serie documental, la periodista Ana Pastor, cree que 'Un sueño Real' puede ayudar a allanar ese camino. “En el fútbol femenino empieza a haber avances, aunque insuficientes, como todo lo que se consigue en materia de igualdad. Pero creo que los medios podemos aportar mucho en este sentido y que tenemos mucha tarea por delante, hay muchísimos documentales de figuras del fútbol masculinas, pero poquísimos de figuras femeninas”.

Recuerda, por ejemplo, la trayectoria de Vero Boquete, que actualmente juega en el Milán y que llegó a ser capitana de la selección española. La jugadora es una referencia para las protagonistas de este documental, conscientes, dice Pastor, “de que su camino lo han abierto mujeres como ella, que ha pasado por las mejores ligas del mundo”. Y de la misma forma que Boquete ha sido inspiración para la plantilla del Tacón, “ellas saben que también van a ayudar a que muchas niñas que quieren jugar al fútbol, se animen a hacerlo”. Porque, como aseguran mirando a cámara durante la grabación de la serie: “Lo imposible sólo tarda un poco más”.

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