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Puig defiende una “ruta federalizante” para reformar la Constitución frente a la recentralización y el inmovilismo

El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, en el foro de las autonomías del Senado

Adolf Beltran

La comparecencia del presidente valenciano, el socialista Ximo Puig, en la Comisión de la Comunidades Autónomas del Senado, que tiene solicitada, ha quedado suspendida a la espera de que el Gobierno que preside Mariano Rajoy mueva ficha en la reforma del modelo de financiación autonómica, que se reclama con insistencia desde la Comunidad Valenciana. Puig, sin embargo, ha pronunciado este miércoles una conferencia en el Senado para clausurar el VII Foro de las Autonomías que allí se ha celebrado.

Puig ha empezado por señalar las “resistencias a la reforma, el inmovilismo y la recentralización” y ha reclamado “la urgencia de una vía reformista para superar el atasco”. Tras destacar que la Constitución de 1978 ha sido “el mejor vehículo de convivencia democrática y de transformación que hemos conocido en España en toda nuestra historia” y asegurar que la de las autonomías ha sido “la operación más ambiciosa para transformar el Estado”, ha advertido: “El Estado de las Autonomías ha sido una historia de éxito pero, en mi opinión, está agotado”.

Con este punto de partida, el presidente de la Generalitat Valenciana se ha mostrado partidario de abordar constructivamente la crisis desencadenada en Catalunya, pero ha añadido que “el futuro de España va mucho más allá del problema catalán”. El cambio climático, las nuevas desigualdades o la necesaria identificación de los ciudadanos con el sistema político son asuntos que hay que afrontar, así como el establecimiento de “mecanismos para la organización del Estado y la financiación autonómica, que deben delimitar reglas de juego para una nueva y más eficaz cohesión territorial donde todas las comunidades autónomas nos sintamos representadas y respetadas”.

Superar el ensimismamiento

“El legítimo, y esencial, debate entre partidos no puede sustituir el debate entre las instituciones”, ha indicado Puig para explicar por qué la Generalitat Valenciana ha formulado una propuesta de reforma constitucional.

“Animamos a trazar una vía reformista que supere el ensimismamiento, una vía reformista que busca una España más consciente de su diversidad, una vía reformista que busca una España basada en la igualdad”, ha resumido el presidente valenciano. Y ha arremetido contra el inmovilismo, contraponiendo el ejemplo de los pactos entre fuerzas diferentes y los gobiernos autonómicos de coalición como el que preside.

“El debate sobre la reforma de la Constitución se inserta en una agobiante atmósfera de paralización política”, ha señalado. “Una paralización que no afecta a las comunidades autónomas. Buena parte de las autonomías hemos superado la inexistencia de mayorías absolutas con pactos de gobierno y apoyos parlamentarios, consiguiendo estabilidad y un normal funcionamiento institucional. Me permito subrayar que, en un clima en el que incluso se paralizó la formación de Gobierno en España, fueron las comunidades autónomas quienes mantuvieron la estructura institucional y el funcionamiento de nuestro Estado del Bienestar”.

Valores y derechos

Puig ha resumido la “vía reformista” que impulsa el gobierno valenciano en la idea de que la Constitución “crezca en valores”, como la igualdad y la lucha contra la violencia machista, la lucha contra el cambio climático, la promoción del gobierno abierto y la lucha contra la corrupción, el avance en la integración de la Unión Europea, la creación y difusión del conocimiento científico y la universalidad en el acceso a las tecnologías de la información.

Un crecimiento en valores que debe ir acompañado de “la protección de los derechos que nos permiten garantizar una vida digna a las personas como el acceso a la a la salud universal, la vivienda, la renta básica, la protección de la dependencia y la infancia”.

En alusión a las resistencias que la reforma de la Constitución suscita, Puig ha defendido que hay que superar las “veleidades recentralizadoras” y ha apostado por “superar una España radial, también en lo político, que monopoliza el sentido del Estado”.

Contra la involución democrática

“Proponemos una España abierta, hacia fuera y hacia sí misma”, ha sostenido el jefe del Consell. “Lo proponemos porque creemos que esa tendencia recentralizadora, acrecentada por la crisis catalana, supondría una involución democrática”.

El presidente de la Generalitat Valenciana ha aludido en otro pasaje de su discurso a la financiación de las comunidades para argumentar que el modelo autonómico “está agotado en primer lugar, porque permite una desigualdad insostenible. En 2015, entre las comunidades de régimen común, hubo 728 euros por habitante de diferencia, entre la mejor financiada y la Comunitat Valenciana. Un 33% menos, solo por el hecho de haber nacido en un territorio diferente”.

Y en segundo lugar, ha añadido, está agotado por “la ausencia de lealtad institucional, las insuficiencias y carencias de cauces para el debate y la adopción de acuerdos compartidos, de las comunidades autónomas entre sí, sobre materias que forman parte de nuestro acervo competencial y de las comunidades autónomas con las instituciones centrales del Estado”.

Como ejemplo de esta situación ha puesto el hecho de que él mismo es solo el segundo presidente de una comunidad autónoma que ha solicitado comparecer en la Comnisión General de las Comunidades Autónomas del Senado, así como la constatación de que solo se han producido “seis reuniones de la Conferencia de Presidentes en 14 años”.

La vía reformista contra la recentralización que, según Puig, recoge la propuesta de reforma constitucional de la Generalitat Valenciana consiste en “una vía que avance hacia el federalismo”. Un modelo en el que todas las comunidades dispongan de competencias exclusivas e iguales en las materias relacionadas con el desarrollo del Estado social para que sea real la igualdad de todos los ciudadanos, vivan donde vivan.

Hechos singulares, históricos y culturales

“Junto con esa distribución idéntica, proponemos la asunción voluntaria, por las comunidades, de competencias sobre sus hechos singulares, históricos, culturales, y jurídicos”, ha añadido Puig, que ha concretado que se trata de “una asunción de competencias que proporcione garantías para asegurar los derechos lingüísticos, el reconocimiento del pluralismo como un valor a fomentar y la promoción de la presencia de las distintas lenguas en toda España”.

“No podemos abandonar la defensa de nuestro patrimonio lingüístico en el terreno de los nacionalismos excluyentes”, ha puntualizado el presidente valenciano antes de añadir que en esa “ruta federalizante” propone un modelo de Senado próximo al Bundesrat alemán, que sirva para el diálogo de los territorios, “con funciones de control del Gobierno federal y siendo Cámara de primera lectura de la legislación con efectos territoriales directos”.

Conferencia de Presidentes y Consejo de Política Fiscal

La nueva estructura federal deberá pasar también por “la constitucionalización de la Conferencia de Presidentes, con reuniones regulares y capacidad de debate sin que el Gobierno Central se reserve la capacidad de convocatoria y la mitad más uno de los votos”. Así como por la participación de las comunidades en los procesos de decisión de la Unión Europea que incidan sobre su marco competencial.

“Tampoco podemos seguir como hasta ahora, con un Consejo de Política Fiscal y Financiera donde el Gobierno central se reserva, prácticamente en exclusiva, el margen de déficit acordado con Bruselas”, ha insistido Puig, para proponer que se “blinde constitucionalmente la autonomía financiera con los principios de suficiencia financiera, igualdad, reducción de la discrecionalidad, multilateralidad y lealtad, junto al fundamental principio de solidaridad”.

“En definitiva”, ha resumido Puig, “un federalismo que garantice la singularidad entre los territorios y la igualdad de todos los ciudadanos”.

Tras pronosticar que una reforma de este tipo constituirá “un ejercicio de legitimación de la política con mayúsculas”, el presidente de la Generalitat Valenciana ha concluido: “Desde esa convicción proponemos una vía reformista contra el inmovilismo y la recentralización. Una vía reformista a favor de la España real, que es plural y diversa”.

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