Los datos contradicen el principal argumento de Zoido para justificar que no acoja a más refugiados
“Grecia no cuenta con expedientes para reasentar a refugiados y así nos lo han comunicado”. Esta frase, repetida por el ministro del Interior en las últimas semanas, se ha convertido en el principal escudo del Gobierno ante las críticas recibidas por haber trasladado a España a solo 1.910 de los 17.337 refugiados a los que se comprometió a aceptar en 2015.
A unos días de la expiración del plazo para cumplir con la cuota de reubicación pactada con la Comisión Europea, el Ministerio del Interior se ha aferrado a un correo electrónico que Zoido dice que recibió desde la unidad de reubicación griega. “Lamentamos informarle de que en este momento no hay más expedientes que puedan ser procesados y que cumplan los criterios de elegibilidad establecidos en las decisiones del Consejo de la UE para el Programa de Reubicación”, leyó textualmente Zoido en su última comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso.
El último informe de la Comisión Europea, publicado a principios de septiembre, niega la falta de expedientes de refugiados listos para ser reubicados a los diferentes estados miembro. “En este momento, hay 2.800 personas esperando la reubicación en Grecia”, indica el documento. A esta cifra se añaden otras 2.000 personas a la espera de la resolución de su petición de traslado que “probablemente serán elegibles”, según los datos de la institución comunitaria.
Consultada por eldiario.es, la Embajada griega sostiene que sí existen expedientes de refugiados listos para ser reubicados, aunque no da más detalles sobre el email citado por el Ejecutivo español. Por su parte, el Ministerio de Inmigración griego por el momento no ha respondido a la petición de información remitida por este medio hace tres días.
Acnur: ¿y los refugiados de Italia?
Desde el departamento dirigido por Zoido se centran en la reubicación realizada desde Grecia, donde, debido a la puesta en marcha del acuerdo entre la UE y Turquía que redujo en un 90% las llegadas a las islas helenas, cuentan con un número inferior de personas que cumplan los requisitos para beneficiarse del sistema.
El discurso del Gobierno no menciona, sin embargo, los refugiados que aguardan su traslado desde Italia. Según la Comisión, 4.000 personas se encuentran registradas y pendientes de su recolocación en otro Estado europeo. Otras 3.200 solicitantes de asilo llegados a las costas italianas cumplen los requisitos, pero sus expedientes aún no han sido tramitados por las autoridades italianas, por lo que Bruselas insta al Gobierno de Italia a acelerar su identificación e inscripción.
“Hay que recordar al Gobierno de España que el mecanismo de reubicación no es solo desde Grecia. Llegan a Italia personas cada día y más de 4.000 personas ya están registradas para ser trasladadas a otros Estados miembro”, destaca Rosa Otero, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Desde la representación en España de la Agencia de la ONU defienden que el Ejecutivo español podía haber acelerado las reubicaciones en la “fase final” del programa lanzado hace dos años para responder de forma solidaria a la llamada “crisis humanitaria de refugiados”.
Sí hay fallos en el sistema de reubicación
A la falta de cumplimiento del Gobierno de España y de otros Estados miembros se unen los obstáculos ligados al propio sistema de reubicación europeo, cuyos resultados globales reflejan un claro fracaso. De las 160.000 plazas acordadas para distribuir entre los diferentes Estados miembro, solo 28.242 personas han sido finalmente reubicadas.
Pero los problemas del mecanismo quedan evidenciados con mayor énfasis en el número de solicitantes de asilo registrados y listos para ser trasladados a escasos días de la expiración del plazo. Según admite la Comisión Europea, solo hay 10.000 personas “reubicables” en Italia y Grecia en base a los criterios establecidos por Bruselas, una cifra que podría aumentar en el caso de quienes lleguen a las costas italianas antes del próximo 26 de septiembre o aquellas que, aunque arribaron antes, todavía no han sido inscritas por las autoridades italianas.
Detrás de la baja cifra de personas preparadas para ser reubicadas en comparación con los compromisos de reubicación, se esconden varios factores, entre los que Acnur y las organizaciones especializadas destacan los “férreos requisitos” impuestos para poder beneficiarse del programa: solo pueden ser recolocadas aquellas personas provenientes de Estados “emisores” de solicitantes de asilo con una tasa de reconocimiento igual o mayor a un 75%. Este criterio limita el programa a los originarios de Siria, Eritrea y Yemen.
Sin embargo, el propio fracaso del sistema, insisten desde la ONU, no exime al Ejecutivo español de acoger la cifra comprometida de refugiados. En primer lugar, de momento, esas 10.000 personas registradas en el sistema, esperan ser reubicadas. “Es urgente que los Estados miembros los sigan reubicando incluso después del 26 de septiembre”, señala un portavoz de la Comisión Europea en declaraciones a eldiario.es.
Incumplido el compromiso de reasentamiento
Más allá del sistema de reubicación, el Gobierno se comprometió a reasentar a más de 1.449 refugiados desde aquellos terceros países del norte de África que más refugiados acogen, como Turquía, Líbano o Jordania. De momento, el Ejecutivo español solo ha trasladado a 631 personas a través de esta vía.
“España tiene pocas solicitudes de asilo en comparación con otros países europeos. Un país con su tamaño y capacidad todavía puede hacer mucho más para incrementar su solidaridad, incluso independientemente del programa de reubicación”, explica Otero.
“Se pueden tomar muchos pasos para ofrecer vías legales a los refugiados. Se puede plantear que sea mas flexible la reunificación familiar hacia España o generar programas de patrocinio privado, o el impulso de los visados humanitarios o las becas de estudios para jóvenes refugiados”, propone la portavoz de Acnur.
“Hay mecanismos suficientes para traerlos. Cumplir la acogida de esa cifra mínima de 17.000 personas era y es cuestión de voluntad política”, sostiene Carlos Escaño, portavoz de Amnistía Internacional.
