Los “enseres” empleados por los inmigrantes para “hacer daño”: palos, cuerdas y garfios para trepar
La idea es clara: “Los inmigrantes están intentando forzar su entrada a Europa, utilizando cualquier elemento que esté en su mano para conseguir su objetivo”.
Es una de las frases formuladas por el delegado del Gobierno en Melilla con las que justifica el uso de aerosoles de gas pimienta o de un extintor contra algunos de los cerca de cien inmigrantes que permanecieron durante horas en lo alto de la valla de seis metros de altura que separa la ciudad autónoma de Marruecos.
Su discurso se complementa con una fotografía de una serie de “enseres” incautados por la Guardia Civil que, según El Barkani, delegado del Gobierno en Melilla, son utilizados por los subsaharianos “como métodos de defensa, para intentar hacer daño o para intimidar a las fuerzas de seguridad”.
Los elementos incautados a algunos de los cerca de 600 inmigrantes que, según Interior, trataron de alcanzar Melilla este jueves son los siguientes: dos palos, dos cuerdas y una especie de garfio [aparentemente para facilitar la escalada] y un último elemento denominado por Delegación del Gobierno como “arma blanca”.
“Son elementos contundentes para poder sortear la malla antitrepa, pero también hemos visto alguna arma blanca. Los utilizan como método de defensa, de hacer daño o para intimidar a las fuerzas de seguridad”, ha alertado el delegado del Gobierno en Melilla mientras asegura que su institución no “pretende criminalizar en ningún caso a los inmigrantes pero no se puede consentir una predisposición al enfrentamiento”. En esta línea, recuerda que el uso de estos elementos “podría derivar en una desgracia porque mucha gente podría haberse caído”, pues, según recuerda, la zona de la valla donde se apoyan es “muy inestable”.
Durante el intento de entrada de este jueves se produjo un forcejeo entre algunos de los inmigrantes encaramados en la valla y agentes de la Guardia Civil que intentaban bajarlos para proceder a su devolución. Interior ha hecho públicas unas imágenes donde se muestra el humo desprendido por una camiseta quemada por uno de los subsaharianos y cómo una de las personas encaramadas retira una porra a un miembro del Instituto Armado con la que trataba de intimidarles.
Defensa del extintor y del gas pimienta
Los vídeos oficiales no muestran la reacción de la Guardia Civil. Momentos después, un agente apareció con un extintor con el que roció a uno de los inmigrantes en lo alto de la misma valla de la que el delegado de Gobierno destaca su inestabilidad. Según Delegación, el objetivo de este elemento era “apagar la llama de un mechero” con el que previamente se había quemado una camiseta. “El extintor no es un medio antidisturbios. Lo que intentamos es que ese fuego no se expanda (..). Hemos visto como amenazaban a la Guardia Civil”, justifica El Barnaki, que llega a ironizar: “Si lo prefieren, la Guardia Civil podría haber soplado”.
Tras el salto de este jueves Interior ha dado un nuevo paso: legitimar el uso de aerosoles de gas pimienta en lo alto de la valla de Melilla. Según ha confirmado el Delegado, la Guardia Civil seguirá empleando este tipo de spray para conseguir que los inmigrantes desciendan de la alambrada. “Es un material regulado y reglamentario que cualquier cuerpo de seguridad debe utilizar con la proporcionalidad que merece. Los agentes tienen nuestro apoyo y se continuará usando”.
Además, el delegado del Gobierno en Melilla ha acusado de “demagogos” a aquellos que han cuestionado la utilización de material antidisturbios en las zonas fronterizas, después de ser empleado por la Guardia Civil en el intento de entrada a Ceuta del pasado 6 de febrero en el que murieron 15 personas. “Creo que el debate interno sobre el uso de material antidisturbios en vigilancia y control de nuestras fronteras, lejos de enriquecernos, ha fortalecido a las mafias que lo han identificado como una debilidad, como una oportunidad para entrar”.
Preguntado sobre cuántas personas habían sido devueltas a Marruecos, El Barkani ha comenzado respondiendo: “No se han contado...”. Para, inmediantamente después, corregirse a sí mismo: “No ha habido ninguna devolución, simplemente no han entrado”. Una confusión que refleja el debate existente alrededor de la legalidad las devoluciones inmediatas realizadas desde el interior de la valla pues, aunque no logren sortear la totalidad de la alambrada, esa zona está situada sobre territorio español. El Gobierno tampoco considera expulsiones irregulares aquellas que se ejecutadas cuando el inmigrante ha saltado todo el perímetro fronterizo, sin embargo, no están contempladas según la Ley de Extranjería que obliga a seguir un proceso administrativo antes de efectuar la deportación.
