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El nuevo barco de las ONG del Aquarius rescata a 80 personas en el Mediterráneo central

El buque Ocean Viking rescata a 80 personas en el Mediterráneo Central.

Desalambre

El buque de bandera noruega Ocean Viking, operado por las ONG Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterranée, ha rescatado este viernes a 80 personas en aguas internacionales frente a las costas de Libia. “Todos están seguros a bordo”, han anunciado las organizaciones. 

La organización Alarm Phone, que alerta de posibles naufragios en la zona, recibió una llamada de una embarcación en peligro con 80 personas, entre ellos cuatro niños, informa Europa Press. “Informamos a las autoridades y al 'Ocean Viking'”, han afirmado a través de Twitter.  Tras recibir este viernes por la mañana la ubicación exacta de la patera, el barco de MSF y SOS Mediterranée ha procedido al rescate.

No tendrán fácil su desembarco. El ministro del Interior italiano ya ha anunciado que no abrirá sus puertos al buque humanitario a través de Twitter. “Estoy listo para firmar la prohibición de entrada en aguas italianas”, ha afirmado Matteo Salvini. Su negativa se une al bloqueo del buque español Open Arms, que ya acumula una semana sin un lugar seguro adonde trasladar a los rescatados. 

El Ocean Viking, de propiedad y bandera noruega, es una antigua nave de rescate pensada para operaciones en plataformas petrolíferas. Las mismas ONG que estaban detrás del Aquarius reconvirtieron este nuevo barco para rescatar a personas en peligro en el Mediterráneo central, la ruta migratoria más mortífera del mundo.

En diciembre, Médicos Sin Fronteras y SOS Méditerranée anunciaban el fin de las operaciones del Aquarius, el buque que se convirtió en símbolo del cierre de puertos italianos. Era el desenlace de una serie de dificultades que, según explicaron entonces las organizaciones, les habían forzado a tomar la decisión: la retirada de las dos banderas con las que había navegado, Gibraltar y Panamá, y una investigación de la Fiscalía de Catania por un presunto “tratamiento ilegal” de residuos considerados peligrosos pusieron fin a 34 meses de misión en los que prestaron asistencia a cerca de 30.000 personas. 

MSF anunció su decisión de regresar a las operaciones de salvamento con un nuevo buque con los mismos argumentos que les llevaron a fletar el buque Aquarius en 2016: “la falta de una misión de rescate europea”, apuntalada por la retirada, el pasado marzo, de los buques de la Operación Sophia, la operación militar marítima de control del Mediterráneo. Sin embargo, el escenario se ha vuelto mucho más hostil contra las organizaciones que decidieron poner en marcha sus propias misiones de salvamento, y este es otro de los motivos que les han empujado a regresar. “Los intentos de las políticas migratorias para impedir la presencia de buques de salvamento, no han hecho otra cosa que aumentar las posibilidades de morir en el mar”, indica la organización.

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