La tripulación del Lifeline ha sido interrogada pero niega que su barco esté inmovilizado en Malta
La Policía de Malta interrogado este jueves a la tripulación del barco de la ONG alemana Lifeline, que desembarcó el miércoles en La Valeta con unos 230 migrantes a bordo, si bien por ahora no hay ningún arrestado y el barco no está inmovilizado, según ha explicado a Efe el fundador de la ONG, Axel Steier, que asegura que la embarcación va a permanecer por el momento en la isla porque son necesarias “varias reparaciones”.
“No hay miembros de la tripulación arrestados, solo estamos respondiendo a preguntas. El barco no está retenido así que si quisiéramos podríamos irnos, pero tenemos que hacer varias reparaciones”, subraya. Steier ha explicado que el capitán del barco, Claus-Peter Reisch, también ha sido interrogado pero no pesa sobre él ninguna acusación concreta hasta ahora.
El diario Maltatoday había publicado este jueves que el barco había sido inmovilizado cautelarmente. El medio citaba fuentes cercanas a la investigación, y ha explicado que se está intentando esclarecer a quién pertenece el barco, ya que está registrado con bandera holandesa, pero este país aseguró que no pertenecía a su registro naval.
La organización ha negado categóricamente en los últimos días estas acusaciones y ha publicado en Twitter los documentos que prueban que la embarcación está registrada en Holanda con fecha 19 de septiembre de 2017 y con validez hasta 2019.
El primer ministro de Malta, Joseph Muscat, ya había anunciado que se abriría una investigación contra el capitán por “haber desoído” las órdenes que se le dieron desde los Centros de Coordinación de Rescate de Libia e Italia. Este jueves, el Gobierno ha vuelto a insistir en esta línea y ha dicho que el barco “será retenido a la espera de las investigaciones necesarias de acuerdo con las normas nacionales e internacionales”.
La organización humanitaria calificó estas acusaciones de “falsas”. “Es importante subrayar que la única orden que el barco denegó fue la de entregar las personas al llamado Servicio de Guardacostas de Libia, ya que esto no respeta la Convención de Ginebra sobre los Refugiados y, por lo tanto, es ilegal”, agregó la ONG.
Explican que el pasado 21 de junio “después de solicitar a las autoridades libias a qué puerto de seguridad podían dirigirse, el barco recibió la respuesta de desembarcar en Trípoli, lo que habría sido una violación del principio de no devolución”.
El primer ministro de Malta, Joseph Muscat, anunció que permitiría al barco de la ONG acceder a sus puertos después de haber alcanzado un acuerdo para repartir a los refugiados en ocho países de la Unión Europea (Malta, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Francia, Bélgica y Holanda). “Noruega se ofreció a unirse a los otros 8 Estados miembros de la UE que ayer anunciaron oficialmente su participación en la iniciativa (...) para compartir la responsabilidad sobre” la situación de la Lifeline, ha informado el Gobierno de Malta en un comunicado.
Todos los migrantes, entre los que había 17 mujeres y cinco niños, fueron conducidos a un centro de acogida en la localidad de Marsa, a excepción de tres niños y un adulto que fueron hospitalizados. Entre estos se encontraba un niño de dos años y medio que viajaba solo y se desconoce dónde está el resto de su familia.
Las ONG denuncian su “criminalización” en Alemania
Las ONG que operan el barco han denunciado este jueves una “campaña de criminalización” del ministro alemán de Interior, el conservador Horst Seehofer, en su contra. En una rueda de prensa en Berlín, representantes de los colectivos Lifeline, Seawatch y Jugend Rettet indicaron que ellos actúan porque “desde hace años no se soluciona a nivel político europeo” la gestión de la migración y la gente arriesga su vida en el mar para alcanzar la UE.
Seehofer, que ha amenazado a la canciller Angela Merkel con cerrar las fronteras alemanas si no hay una “solución europea” a la migración en esta cumbre europea, ha criticado la labor de estas ONG. Marie Naass, representante de Lifeline, ha respondido que son los políticos quienes “no cumplen con sus responsabilidades”.
Algunos medios alemanes han publicado que el Ministerio alemán de Interior estaba estudiando incautarse del barco de esta ONG y querellarse contra la tripulación por “cometer ilegalidades” durante los rescates de inmigrantes en el Mediterráneo. “No comentamos expresiones populistas”, agregó Naass.
La representante de Lifeline apostó por una “solución europea” y denunció que Italia haya “sido abandonada” por el resto de socios europeos ante la llegada de personas a sus costas.
Destacó asimismo lo “fatal” que sería que, tras Italia, Malta denegase permanentemente atracar a los barcos de estas ONG que salvan vidas en el Mediterráneo y descartó la búsqueda en España de un puerto seguro por la gran distancia entre el área de los rescates y la península ibérica.
Ir a atracar a España de forma regular implicaría estar una semana o más no operativos y “cuanto más tiempo estemos fuera de la zona, más gente va a morir”, argumentó Naass.
Las fuertes posturas para contener la inmigración del ministro alemán de Interior, de la conservadora CSU bávara, han abierto una crisis en la gran coalición de Gobierno en Alemania, compuesta por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y los socialdemócratas de la SPD.
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