“La Unión Europea no quiere erradicar la migración sino que la gente no se traslade por desesperación”
La Comisión Europea presentó la semana pasada un nuevo marco de relación entre sus políticas de cooperación al desarrollo y de gestión de la migración. El plan pretende vincular más ambas acciones para, según el Ejecutivo Comunitario, reducir las muertes en el Mediterráneo y la migración irregular. Sobre la mesa hay “incentivos negativos” en las ayudas al desarrollo de aquellos terceros países que no cumplan con la gestión de la migración hacia Europa. Tras las numerosas críticas, el comisario europeo de Cooperación Internacional y Desarrollo, el croata Neven Mimica, cree que ambas estrategias buscan a menudo los mismos fines: “No veo la controversia entre ellas”.
El comisario europeo responde sobre los retos de la política europea de cooperación al desarrollo en un encuentro cerrado con varios medios, entre ellos eldiario.es, durante los Días Europeos de Desarrollo (EDD). El político croata justifica el nuevo plan de la Comisión como un paso más en una relación natural que ya aplicaba la UE, en su opinión.
“Ayer me preguntaron, ¿qué política eligen entre estas dos líneas de acción confrontadas, la de migración y el desarrollo? Mi respuesta fue que en realidad no veo la controversia entre las acciones que son necesarias para abordar las causas de la migración y las causas del subdesarrollo y de la pobreza, porque en realidad son las mismas. Si ofreces mejores condiciones de trabajo en cualquier parte del mundo, en Etiopía por ejemplo, para jóvenes y mujeres, entonces: ¿qué es? ¿Una acción relacionada con el desarrollo o con la migración? Ambas. Eso es lo que nos gustaría ofrecer en nuestras políticas de desarrollo y de migración”, explica.
El nuevo plan no ha sido bien recibido por muchas organizaciones humanitarias. En España, la Coordinadora de ONG para el Desarrollo denunció en un comunicado que “la Comisión Europea se propone utilizar los fondos de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) para obligar a los países de origen a contener la inmigración”. Su condena es contundente: “Europa apuesta por medidas que se mueven entre la ceguera y el más puro chantaje”.
Los países con los que la Comisión pretende comenzar este nuevo marco de colaboración son, para medidas a corto plazo, Líbano y Jordania (donde viven acogidos cientos de miles de refugiados sirios) y, para acciones a largo plazo, Níger, Nigeria, Senegal, Mali y Etiopía (también país de acogida de refugiados), según la información publicada por la institución.
El comisario europeo subraya que este marco de colaboración está más pensado para “la migración irregular, los migrantes económicos”. “Para los refugiados no hay una relación tan alta entre las políticas de migración y de desarrollo. Los refugiados huyen de la guerra, de amenazas contra su vida o de otras circunstancias políticas, ellos son protegidos por las leyes internacional y hay un compromiso de todos los actores de la comunidad internacional de asistir a los refugiados. Pero en el caso de los migrantes, sí se necesitan políticas de migración y cooperación que se complementen”.
Sin embargo, los países elegidos de Líbano y Jordania, entre otros, indican que el objetivo de la UE también pasa por limitar la llegada de refugiados. Sobre esos dos países en concreto, de donde han partido muchos de los refugiados sirios que acabaron llegando en precarias embarcaciones a las costas griegas, Mimica responde que “nuestra agenda de migración está enfocada también en asistir a los países que reciben más refugiados para mejorar su capacidad de acogida”.
“El hecho es que de los 60 millones de personas desplazadas en el mundo, en torno a un 85% están acogidas en países vecinos o en países en vías de desarrollo. En África tenemos el ejemplo de Etiopía, de Kenia, con campos de refugiados que acogen a más refugiados de los que llegan a Europa”, reconoce el comisario. La contribución de la UE estaría dedicada a mejorar su atención, pero la vinculación a la gestión de la migración (y sobre todo la mención a los “incentivos negativos”) preocupa a las organizaciones humanitarias.
Neven Mimica insiste: “La UE no quiere erradicar la migración como fenómeno, pero este marco es para transformar la migración irregular dentro de los marcos legales”. Según el croata, su intención es modificar los movimientos migratorios: “Nos gustaría ver situaciones en las que la gente decidiera migrar debido a una elección libre, a sus aspiraciones, pero no por necesidad o desesperación como hacen ahora”.
Las vías legales para migrar, aunque aparecen en el documento, se centran en el reasentamiento de refugiados (traslados desde terceros países hacia Europa). Por el momento, la UE solo acordó el año pasado 20.000 reasentamientos para los próximos dos años entre los países miembros. Además, cada país puede ofrecerse libremente a acoger por su cuenta a más asilados desde los campos en países limítrofes.
“Con más ayudas al desarrollo para crear mejores empleos, mejores sistemas de educación, de formación, más resiliencia en la producción agrícola y mejores capacidades para afrontar el impacto del cambio climático, tendremos una mejor gestión de la migración”, resume el comisario europeo. Aunque la UE habla del reto migratorio que ha vivido Europa en el último año, con 1.015.000 entradas por mar en 2015 según Acnur, las cifras delatan que la inmensa mayoría de ellas eran solicitantes de asilo, no “migrantes económicos”.
Acuerdos con empresas y otros actores
El político europeo enfatizó también en la importancia de la nueva Agenda de Desarrollo Sostenible, la nueva hoja de ruta mundial en cooperación al desarrollo hasta 2030, que se acordó el pasado septiembre. Los Días Europeos celebrados en Bruselas esta semana centraban sus actos alrededor de sus diferentes objetivos, un total de 17. “Tenemos que convertir esos compromisos de la Agenda 2030 en acciones y eso es lo que buscan realmente los EDD”, sostiene Neven Mimica.
Entre los objetivos destacan acabar con el hambre y la pobreza extrema en el mundo, reducir la desigualdad en y entre los países, y acabar con todas las formas de violencia contra las mujeres. Mimica repite una de las premisas más constantes en el debate europeo en los EDD: “Si la ayuda oficial al desarrollo es la única fuente para sacar a los países de la pobreza, se fracasará definitivamente, hay que buscar más alianzas”.
El comisario recuerda que la Agenda 2030 ya no pone el centro del desarrollo en la Ayuda Oficial, los fondos que los países considerados “ricos” dan a los que continúan en vías de desarrollo. “La UE está cerca de la aportación del 0,5% del Producto Nacional Bruto, si todos los países dieran el objetivo del 0,7%, tendríamos 300.000 millones de euros de ayudas públicas. 300.000 millones de euros no es suficiente para conseguir la nueva agenda de desarrollo sostenible, que requiere al menos trillones de euros para todas sus necesidades”.
Neven Mimica subraya que “la UE es el mayor donante mundial en ayuda al desarrollo”, con 68.000 millones de Ayuda Oficial al Desarrollo invertidos en 2015. “Un 15% más que en 2014”, recuerda. “A la UE le gustaría continuar siendo el mayor donante en AOD pero al mismo tiempo, eso no es suficiente para nosotros. Queremos ser el mejor donante y para ello tenemos que cooperar y buscar alianzas con otros actores en el desarrollo”. En su opinión, los lazos deben encontrarse “en empresas privadas y en los actores locales”, que se vean impulsados por el dinero público en un principio, pero luego permanezcan sobre el terreno por ellos mismos.
“Antes de acabar el año, me gustaría que todas las instituciones europeas y la sociedad civil se pongan de acuerdo sobre el verdadero contenido de cómo debe la UE contribuir a la implementación de la Agenda de 2030 y que haya un fuerte consenso sobre el desarrollo europeo”, dice Mimica.