Existió un tiempo en que la bicicleta era un artefacto que caía bien a todos, que se veía como un vehículo para cambiar los hábitos de los ciudadanos y de las ciudades. Ese tiempo fue hace cinco minutos pero ahora parece tan lejano como el primer bostezo de la Eva mitocondrial. Hoy, la bicicleta es un arma que, al menos en España, se arrojan unos y otros en el ring de la política de partidos por eso de ganar unos votos. Otra cosa tonta del circo que tienen montado, porque la bici sigue siendo un hallazgo. De hecho, es quizás el único que ha conseguido ser el invento del siglo dos veces. Primero, cuando vivió a principios del XX su histórico bum y, unos 100 años después, cuando muchas ciudades se dieron cuenta de que tenían en sus trasteros una de las mejores soluciones para los problemas de movilidad, salud y calidad del aire que hemos ido acumulando con el paso de la modernidad.
El caso es que este mes la bici está de celebración. Lo está porque este 19 de abril es el Día de la Bicicleta, que conmemora con toda la guasa el viaje a pedales que hizo Albert Hofmann en 1943 por Basilea, conducido por su ayudante y después de ingerir por primera vez de forma voluntaria la fórmula que le hizo famoso, el LSD-25. También porque se está celebrando estos días el sexto Foro Mundial de la cosa en México, la gran cita más que mundial americana del asunto. Y, también, porque a partir el jueves 27 empieza en Zaragoza La ciudad de las bicis, uno de los acontecimientos ciclistas más ambiciosos propuestos en España, un evento que en realidad son tres.
Uno: el XIV Congreso Ibérico La bicicleta y la ciudad, que es el punto de encuentro para los colectivos que forman ConBici, la coordinadora que aglutina a más de 60 asociaciones ciclistas españolas, y la Federación Portuguesa de Cicloturismo y Usuarios de la Bicicleta (FPCUB). Dos: el I Foro Internacional Zaragoza es bici, que reúne a expertos de todo el mundo para reflexionar y hablar del estado de la cuestión. Y tres: el II Festival Urbano Culturas ciclistas, una cita abierta a la ciudad con conciertos, exposiciones, competiciones y lo que haga falta. Es decir, un potaje de activismo, academia y fiesta con muy buena pinta.
“Hace falta volver a celebrar la bicicleta –cuenta Arturo Sancho, del colectivo maño Pedalea, de ConBici y miembro de la organización del sarao–, es la mejor herramienta para hacer de nuestras ciudades lugares más amables, una herramienta que debería ser transversal y estar por encima de ideologías. No puede ser que porque un ayuntamiento de un color apueste por la bicicleta, la oposición la tenga que atacar como pasa ahora en algunos lugares”.
Habla Arturo de lo que está pasando en Zaragoza los últimos años pero podría referirse a Madrid, Barcelona y otras. Según él, la capital aragonesa, uno de los lugares que más avanzó en materia de movilidad ciclista en los primeros años de este siglo, ha podido perder la mitad de los usuarios de la bici desde 2014 por causas varias que darían para un artículo entero (pero hoy no es el tema). “Esperemos que el evento suponga un empujón para el fomento de este vehículo en la ciudad. Pero, también, que suponga un acicate para el movimiento ciclista español, que una a los colectivos y asociaciones con la gente que disfruta la bici de otra manera y que sirva de punto de encuentro también con técnicos de ayuntamientos y administraciones”.
Para ello, Arturo y el resto del equipo organizador han preparado un programa bien jugoso del que extraemos, junto a él, algunos de los puntos fuertes.
Conferencia inaugural. El jueves 17, con Gregorio Serrano (director de la DGT), Antoni Poveda (presidente de la Red de Ciudades por la Bicicleta), Francisco Bastida (Mesa Española de la Bicicleta), Mercedes Vidal (Concejala de Movilidad de Barcelona), Teresa Artigas (Concejala Movilidad de Zaragoza) y Anne Erikson (Embajada Danesa de la Bicicleta). “Se va a hablar de la normativa, una de las necesidades más perentorias que tiene la bicicleta en la ciudad actualmente”.
I Encuentro de Mujeres Ciclistas. El sábado 29, coordinado por Bielas Salvajes, el colectivo femenino (y feminista) de ciclistas mañas y con asistencia de grupos españoles e internacionales, como las Mujeres Bici-bles de Colombia, mesas de debate y una comida. “Afortunadamente, la presencia de la mujer es cada día mayor en la bicicleta, un ámbito, como el de de la movilidad en general, copado tradicionalmente por los hombres. Y eso está empujando su desarrollo a niveles no vistos antes”.
Culturas ciclistas. Uno de los cinco ejes que vertebran el evento, el que se enfoca a la rica diversidad de la bici hoy: “Estamos desde el 19 de abril, con la inauguración de la exposición El pelotón ciclista, que se recorre en bici por la ciudad, hasta el 30 de abril, día de calle y fiesta con el Festival en la plaza del Pilar, el salón de la ciudad. Entre medias, Ian Cleverly, redactor de la revista Rouler, taller de fotografía con Zubiko, el mito del piñón fijo Lucas Brunelle, Andrea María Navarrete desde Colombia. Vamos, impresionante”.
Ciclologística. “Este bloque tiene mucha importancia en el evento. Juntaremos a ciudades, empresas de reparto y expertos para el taller (sábado 29 a las 12:00) para dar claves y respuestas al fomento de la ciclologística en nuestras ciudades. Me parece imprescindible por lo que está por venir en el reparto urbano”.
Ciudades ciclistas. Otro de los ejes, “con sesiones técnicas muy interesantes sobre arquitectura, urbanismo e infraestructuras, ruta técnica de carriles bici y la relativa al índice de ciudades ciclistas”.
Los plenarios. Jueves, viernes y sábado, sobre movimientos sociales y gobernanza, ciudades ciclistas de todo el mundo y conclusiones del foro. “Quizá, personalmente, al que le tengo más cariño es al del jueves, ‘De los movimientos sociales a la gobernanza’, donde haremos un recorrido por lo que ha supuesto la bicicleta desde la transición hasta nuestros ideas, desde la reivindicación hasta la plasmación de su uso”.
Esto no es todo. Hay mucho más y se puede consultar aquí. Y este otro link es el lugar para registrarse y asistir al evento.
