C's propone acabar con la corrupción con penalizaciones y buena comunicación

El asesor económico de Ciudadanos, Luis Garicano, afirma que se puede acabar con la corrupción de forma similar a como se redujeron los accidentes de tráfico, con un riguroso sistema de penalizaciones y una fuerte estrategia de comunicación que comporta beneficios “evidentes” para todos.

Garicano es autor, junto con el portavoz económico de Ciudadanos, Antonio Roldán, del libro “Recuperar el futuro” (Ediciones Península), que recoge la filosofía del partido y que ofrece doce propuestas para cambiar España.

En una entrevista con Efe, el asesor económico de Ciudadanos aboga por que se pague a las personas que denuncien casos importantes de corrupción dentro del sector público y que se les pueda compensar con un porcentaje del dinero que logre recuperar el Estado gracias a ello.

Garicano critica la situación actual en la que los denunciantes son “perseguidos, acosados y machacados” y pide que se proteja su identidad.

A su juicio, no se puede pensar que los políticos que sustituyan a los corruptos van a ser “maravillosos” por lo que propone que se cambien los incentivos y se impulse la rendición de cuentas.

A este respecto, recalca que no es normal que los tres últimos tesoreros del PP estén implicados en casos de corrupción, al igual que los del PSOE o el de Convergencia.

Roldán defiende el denominado “Big Bang” institucional, porque las medidas aisladas no sirven en la lucha contra la corrupción al ser un problema de acción colectiva.

Por ello, considera que se deben activar diversas reformas simultáneas que permitan una modificación institucional profunda que favorezca la universalidad, la justicia y la división de poderes.

Garicano sostiene que el sector público debe dejar de ser una traba para el funcionamiento de la economía, donde no todo se base en la antigüedad y se acabe con los “enchufismos”.

Además, pide que desaparezca el actual “capitalismo de amiguetes”, en el que los que triunfan no son los que tienen las mejores ideas o los que mejor trabajan, sino los que están mejor relacionados.

En su opinión, esta mala asignación de recursos tiene un coste de alrededor de 200.000 millones al año.

Garicano subraya que el 3 % de las comisiones de Cataluña no supone sólo un coste económico, sino que también implica que al final el que hace las obras es el “más chapuza”.

Tampoco es partidario de que parte del sueldo de los profesores se vincule a su rendimiento por considerar que su aplicación tiene cierto peligro.

En este sentido, ha recordado que se pueden manipular exámenes “y decirles a los niños lo que se va a preguntar para sacar mejor nota y cobrar más”.

En el ámbito fiscal, aboga por un IRPF más sencillo y más justo, por un impuesto sobre sociedades en el que se supriman los beneficios fiscales y en el que se suba el tipo efectivo y se baje el nominal.

En cuanto al IVA, propone eliminar el tipo superreducido y dejar sólo uno general y otro reducido.

En el aspecto laboral, Garicano considera fundamental acabar con la precariedad y la rotación excesiva de los trabajadores.

Asimismo, propone eliminar los contratos temporales y crear un contrato indefinido universal que empiece con una indemnización baja en caso de despido y vaya subiendo progresivamente.

Además, defiende frente a la idea de renta básica de otros partidos, un complemento salarial anual garantizado (CSAG) para trabajadores con salarios más bajos y empleos más precarios y cuyo coste calcula en 7.000 millones.