Bruselas empuja a los países a usar el euro en lugar del dólar en sectores económicos estratégicos
Reforzar el euro como moneda de uso en sectores económicos estratégicos clave cuando la moneda única cumple 20 años de vida. Bruselas teme la dependencia del dólar para comprar gas, petróleo y otros combustibles. Y se lamenta de que un entorno económico tan importante como la eurozona no pueda imponer su propia moneda en transacciones clave, incluso entre países del euro.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, lanzó en septiembre en su discurso sobre el estado de la Unión en el Parlamento Europeo su deseo de reforzar el euro como moneda fundamental en el comercio internacional, un papel que se vio severamente reducido durante la crisis económica.
Así, Bruselas ha publicado este jueves unas recomendaciones a los Estados miembros, el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo para reforzar la moneda única.
En particular, la Comisión pide a los Estados miembros que promuevan un uso más amplio del euro en sectores estratégicos. A pesar de su posición como grandes compradores y grandes productores, las empresas europeas todavía negocian en dólares estadounidenses en mercados estratégicos clave, a menudo incluso entre ellos. Esto expone a las empresas a riesgos cambiarios y políticos, a decisiones unilaterales que afectan directamente las transacciones en dólares.
En este contexto, la Comisión ha adoptado una recomendación para promover un uso más amplio del euro en los acuerdos y transacciones internacionales de energía. “Esto permitirá a las empresas europeas beneficiarse de una mayor autonomía y financiarse con una exposición reducida a las acciones legales emprendidas por las jurisdicciones de terceros países”, explica la Comisión.
La Comisión ha anunciado que lanzará una serie de consultas con las partes interesadas e informará sobre los resultados en el verano de 2019. Se trata de consultas para un uso más amplio en petróleo, productos refinados y gas; en materia de materias primas (metales y minerales) y productos agroalimentarios; y en el sector de transporte y fabricación.
El español Miguel Arias Cañete, comisario para la Acción Climática y la Energía, ha dicho insistido: “La UE es el mayor importador de energía del mundo, con una factura de importación promedio de 300.000 millones de euros, con un mercado interno abierto y competitivo. Reforzar el papel internacional del euro en el campo de la energía ayudarán a reducir el riesgo de interrupciones en el suministro y promoverán la autonomía de las empresas europeas. Por lo tanto, pueden contribuir de manera importante a nuestro objetivo de garantizar la seguridad del suministro en la Unión de la Energía”.
El comisario de asuntos económicos, Pierre Moscovici, por su parte, ha afirmado: “Un uso más amplio del euro en la economía global ofrece un potencial importante para proteger mejor a los ciudadanos y empresas europeos contra los choques externos y hacer que el sistema financiero y monetario internacional sea más resistente. El progreso en la finalización de la Unión Económica y Monetaria, por lo tanto, no solo es necesario para promover el crecimiento y la estabilidad en el hogar, sino que también es un proyecto importante para apuntalar nuestra autonomía europea en un mundo globalizado ”.
El ejecutivo comunitario pide a los jefes de Gobierno que aborden este asunto durante el Consejo Europeo de diciembre y la cumbre del euro, los próximo 13 y 14.
Bruselas, además, pide completar la Unión Económica y Monetaria, la Unión Bancaria y la Unión de los Mercados de Capital de Europa. “Solo siete de las 40 propuestas clave de la Comisión a los colegisladores en estas áreas han sido adoptadas”, se lamenta, y reclama “medidas adicionales para crear mercados financieros europeos más fuertes; aumentar la proporción de la deuda denominada en euros emitida por entidades europeas; el fomento de la diplomacia económica para promover el uso del euro y asistencia técnica para mejorar el acceso al sistema de pago del euro por parte de entidades extranjeras, especialmente en el contexto del Plan Europeo de Inversión Externa”.
Valdis Dombrovskis, vicepresidente para el euro y el diálogo social, ha afirmado: “Ha llegado el momento de que el euro siga desarrollando su papel global. El euro debe reflejar los aspectos políticos, económicos y financieros de la zona del euro”.