CCOO: “No hay comunidad autónoma que no quiera una fábrica de baterías, es totalmente inviable”

El secretario general de Industria de CCOO, Agustín Martín, ha advertido este martes en el Congreso de la avalancha de proyectos para instalar plantas de fabricación de baterías en España. “No hay una comunidad autónoma que no quiera una fábrica de baterías. Esto es totalmente inviable”, ha señalado.

Durante su comparecencia ante la Comisión de Industria, Comercio y Turismo del Congreso para informar sobre cómo afrontar la recuperación post Covid-19 y el aprovechamiento de los fondos europeos, el representante sindical ha dicho que “algo parecido” a las baterías ocurre con el hidrógeno, “que no deja de ser una apuesta”. 

Martín ha advertido de la “redundancia” de “algún proyecto” que ha echado “quinielas” ante todas las administraciones para intentar optar a esos fondos y ha pedido que el dinero europeo no sirva para “tapar agujeros de ineficacias o inoperancias de algunas empresas o algunos sectores” en dificultades. 

Por ello, ha instado a “delimitar bien” qué proyectos pueden servir para reforzar las prioridades fijadas desde Bruselas para esa herramienta de recuperación: avanzar en la transición energética y cambiar el modelo productivo. 

En su opinión, los fondos pueden “generar un reactivo a la hora de debatir el modelo y estructura económica de España”, pero hay que huir de la idea de que “son para repartirse de manera generosa”, por lo que la “gobernanza” para distribuirlos debe estar inserta en una “política de país” y basada en tres pilares: el rigor, la transparencia y la agilidad, aunque siempre bajo la tutela del Gobierno central y sin “estar supeditado a intereses de terceros” y ajeno a “oportunistas”. “Para ello, ha pedido reforzar los equipos técnicos” necesarios para repartirlos.

El representante sindical ha señalado que la pandemia, y acontecimientos recientes como el tapón en el Canal de Suez por el bloqueo del carguero Ever Given reflejan que hay que “dar una pensada al modelo productivo” hacia la “soberanía industrial”. 

Y ha insistido en poner la política industrial “en el ADN de este país”, de forma que vaya más allá de una legislatura: “No es de recibo que durante décadas se haya estado dopando a empresas con recursos públicos y el Estado no haya podido participar”, ha lamentado, y ha pedido que la colaboración público privada se plasme en una mayor presencia del Estado en los proyectos.