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Así funciona el consejo de vigilancia de Volkswagen

El expresidente de Volkswagen Martin Winterkorn.

Marta Garijo

Mientras que en las empresas españolas la toma de decisiones recae en un solo órgano, en las grandes compañías alemanas el consejo de administración convive con un consejo de vigilancia que participa en la gestión. En este sistema dualista, entre las funciones del órgano de supervisión se encuentra nombrar, controlar y asesorar a la junta directiva en aquellos movimientos estratégicos o en decisiones que puedan afectar al desarrollo del negocio. Este órgano de supervisión está formado por una mezcla de representantes de los accionistas y de los trabajadores.

La ley alemana establece además que en las grandes empresas en este órgano de supervisión estén representados los empleados, una premisa que normalmente se cumple mediante representantes de los sindicatos. Bajo el concepto de Mitbestimmung, se engloba la legislación de codeterminación en Alemania que establece que en las empresas de más de 500 empleados, deben estar representados en su consejo de supervisión.

Si la compañía tiene entre 500 y 2.000 trabajadores la representación de estos debe ser de un tercio y si supera esta cifra debe ser de la mitad del consejo de vigilancia. En el caso de estás últimas empresas con más de 2.000 trabajadores, el presidente del consejo de vigilancia -que casi siempre es un representante de los accionistas- tiene un voto de calidad en la toma de decisiones. El presidente del consejo de vigilancia coordina el trabajo de este órgano cuyos miembros son elegidos por los accionistas en la junta general de accionistas.

¿Cuál es la participación de los trabajadores?

En el caso de Volkswagen el consejo de vigilancia está compuesto por 20 miembros, de los que la mitad de ellos son accionistas. Destaca la presencia del estado de Baja Sajonia que tiene derecho a nombrar a dos de estos representantes de los accionistas ya que le corresponden unos derechos de voto por el 20% del capital. La otra mitad del organismo está formado por representantes de los trabajadores. De estos, siete son empleados de la propia empresa elegidos por los propios trabajadores y otros tres son representantes de los sindicatos.

El consejo de vigilancia se reunió en seis ocasiones en el pasado año fiscal, según recoge el propio organismo en su memoria anual con un promedio de asistencia del 97,5%, y todos los miembros asistieron al menos a la mitad de los encuentros. Además de las reuniones del organismo al completo, se establecieron cuatro comités para llevar a cabo funciones concretas: Comité Ejecutivo, Comité de Nombramientos, Comité de Mediación y Comité de Auditoría. El primero de ellos está compuesto por seis miembros con tres accionistas y tres trabajadores. En la comisión de nombramientos únicamente están presentes los representantes de los accionistas, mientras que en las dos comisiones restantes figuran dos representantes de los trabajadores y dos de los accionistas.

Entre las decisiones tomadas por el organismo el año pasado se encuentra, por ejemplo, aprobar los estados financieros consolidados y los estados financieros anuales de la compañía previamente elaborados por el consejo de administración. Además también se ocupó de cuestiones estratégicas como los planes de gestión para establecer dos nuevas plantas de producción en China.

El órgano supervisor de VW se reunió el lunes antes de la dimisión del presidente de la compañía Martin Winterkorn para analizar el escándalo que ha sacudido al fabricante de automóviles al admitir que habían utilizado sistemas de software que falseaban las emisiones de CO2. Winkertkorn acabó presentando su renuncia aunque desde el organismo de supervisión se aseguró que no sabía nada de las manipulaciones. Tras la reunión de urgencia, ese organismo dijo ser consciente del daño económico y de “la pérdida de confianza de muchos clientes en todo el mundo”, y no descartó nuevas renuncias.

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