La 'Ley rider' de Trabajo contra los falsos autónomos se retrasa entre presiones de la vicepresidencia económica de Calviño

Laura Olías

0

La ley que pretende combatir los falsos autónomos en plataformas digitales como Glovo y Deliveroo se atrasa y, según varias fuentes consultadas, las “presiones” y reticencias a la regulación de la Vicepresidencia económica de Nadia Calviño explican en parte la demora. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, pretendía llevar la nueva legislación del trabajo en plataformas digitales al Consejo de Ministros antes de agosto, según explicaron en su equipo a elDiario.es, pero el calendario se ha retrasado: aún no está listo el borrador del anteproyecto de Trabajo y, una vez presente el texto, este será sometido al diálogo social con sindicatos y empresarios por lo que la meta de agosto se antoja ya imposible. “Existe una gran presión de los lobbys de las plataformas digitales y una parte del Gobierno está presionando para que todo siga más o menos igual”, afirma Gonzalo Pino, secretario confederal de Política Sindical de UGT.

Esas presiones en el seno del Ejecutivo, sostiene Pino, proceden de la Vicepresidencia de Asuntos Económicos, “pero también de la Moncloa, donde hay personas con una visión muy neoliberal del futuro del trabajo a través de la digitalización”. El responsable de UGT explica que “en el Gobierno hay dos almas en estos momentos: una parte que ve claro que los trabajadores de plataformas son trabajadores laborales y otra que está presionando para que todo continúe más o menos igual”. Las intervenciones de la vicepresidencia económica para frenar una rápida legislación en la materia son confirmadas por fuentes del sector, ya que aseguran que el equipo de Calviño teme que la regulación de Trabajo afecte a otros muchos sectores que utilizan las plataformas digitales y limiten su expansión en el futuro.

Fuentes de Trabajo responden a elDiario.es que “el Ministerio continúa trabajando en esta propuesta legislativa, ya que es urgente abordar la cuestión de los riders como está incluido en el Informe de Progreso 2020”, que presentó el vicepresidente Pablo Iglesias, y añaden que se está trabajando “en conjunto” con Economía. En Trabajo ya no se pronuncian sobre en qué margen de tiempo saldrá la legislación adelante, pero insisten en que el equipo de Yolanda Díaz está trabajando en el texto del anteproyecto y que después será sometido al diálogo social con los sindicatos y la patronal.

En el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital que lidera Calviño no han querido hacer comentarios sobre estas presuntas presiones para retrasar y limitar el alcance de la normativa que prepara Trabajo.

Los 'riders', en el foco de los falsos autónomos

Desde el inicio de su mandato, la ministra de Trabajo anunció que legislaría el trabajo en plataformas digitales para combatir los faltos autónomos, en especial para evitar este abuso laboral que afecta a los llamados 'riders' o repartidores de plataformas digitales de empresas como Glovo, Deliveroo y Uber Eats. El modelo de autónomos de estas compañías ha sido ya objeto de numerosas actas de infracción de la Inspección de Trabajo y la gran mayoría de los tribunales concluyen que los mensajeros son falsos autónomos y que deberían estar contratados laboralmente, de manera que contarían con la protección y los derechos de las personas asalariadas. Esta misma semana lo ha establecido de nuevo el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, que ha confirmado una sentencia de laboralidad que afecta a diez repartidores de Deliveroo que denunciaron a la multinacional a través de Colectivo Ronda.

En los momentos más duros de la pandemia el reparto a domicilio fue considerado esencial y los mensajeros siguieron trabajando, así como protagonizando protestas, ya que Glovo les redujo a la mitad el precio fijo que paga por pedido en plena emergencia sanitaria. La ministra de Trabajo Yolanda Díaz retomó su agenda legislativa y se reunió el 1 de junio con el colectivo de repartidores RidersxDerechos, con los que se comprometió a aprobar el anteproyecto de ley que reforzase su condición de trabajadores.

Trabajo inició al mismo tiempo los trámites para sacar adelante esta regulación y la de trabajo a distancia. Sin embargo, mientras el borrador del anteproyecto sobre teletrabajo ya se conoce y se está negociando en la mesa de diálogo con los empresarios y los representantes de los trabajadores, con vistas a intentar aprobarlo en Consejo de Ministros en las próximas semanas, no hay noticias aún del texto que muchos denominan como 'Ley Rider'.

La regulación se acota al reparto a domicilio

El debate interno en el Gobierno sobre la legislación alcanza varias cuestiones. Por un lado, la discusión sobre la laboralidad de los trabajadores, es decir, cómo se va a establecer en la norma esa vinculación laboral entre las plataformas digitales y los empleados que defiende Trabajo y que en Economía genera más dudas, ya que consideran que hay relaciones flexibles que pueden encajar en la autonomía, indican fuentes del sector a este medio.

Pero además hay controversia por una cuestión de alcance: a quiénes se dirige la norma, si alcanza a todas las plataformas digitales, que pueden prestar servicios muy diferentes en distintos sectores o si solo se dirige a la situación específica de los 'riders'. Hay que recordar que la cartera que dirige Calviño es de Asuntos Económicos, pero también “de Transformación Digital”, por lo que tienen bastantes cautelas con limitar la expansión de las empresas digitales en la economía española.

En la consulta pública preceptiva que abrió Trabajo para la elaboración del anteproyecto de ley, el Ministerio se refiere al proyecto legislativo “sobre determinados aspectos de la prestación de trabajo por cuenta propia y ajena a través de plataformas”, y se menciona en general el objetivo de “asegurar la protección laboral de las personas trabajadoras en plataformas digitales”. Sin embargo, las fuentes consultadas apuntan que el texto que prepara Trabajo parece que finalmente solo se centrará en el reparto a domicilio. Es decir, en los 'riders'.

En UGT, sindicato con varias victorias en los tribunales contra estas empresas digitales, se oponen a una legislación enfocada exclusivamente a los 'riders'. “Si la ley habla solo de reparto, no de todos los sectores de plataformas digitales, será una ley que nazca coja, no, muerta”, sostiene Gonzalo Pino, que recuerda que el sistema de plataformas digitales se está extendiendo a muchos otros sectores, como la dependencia, la limpieza y los cuidados a domicilio. Según un estudio para la Comisión Europea del año pasado, España era el país de la UE con más trabajadores de plataformas, un 12,5% que había trabajado alguna vez para alguna de estas empresas digitales.

Carlos Gutiérrez, secretario de Juventud y Nuevas Realidades del Trabajo de CCOO, también se opone a una regulación que solo se dirija a los falsos autónomos en el reparto de comida a domicilio, “aunque su laboralización es insoslayable, sabiendo que esta práctica se extiende por otros sectores y modelos de negocio” y pide al Ministerio de Trabajo que sea “ambicioso”, expresó en un reciente artículo en Infolibre. Gutiérrez enmarca el problema laboral más visible de los 'riders', que inundan las calles de las grandes cuidades, en una tendencia mucho más amplia de mercantilización del trabajo de la mano de algunas empresas que utilizan medios digitales, de manera que las empresas intentan deshacerse de la relación laboral y relacionarse con los trabajadores (ahora colaboradores) a través de contratos mercantiles, bajo la premisa de que cuentan con “libre capacidad de decisión” y que la empresa “no tiene ninguna responsabilidad” sobre ellos.

El responsable de CCOO defiende que este marco de libertad y autonomía no es veraz: “La mayoría social trabajadora nos encontramos subordinados necesariamente a la dirección de las empresas y, por tanto, nuestra voluntad continúa estando regida por imperativos que se encuentran fuera de ella y que constituyen la razón de ser del trabajo asalariado”.

Las plataformas digitales de reparto de comida a domicilio centran toda su atención en la nueva regulación, que marcará su futuro y en algunos casos su supervivencia, pero no solo, con la patronal del conjunto de empresas digitales (Adigital) también muy pendiente de las negociaciones. “La batalla va a ser muy fuerte”, insiste Gonzalo Pino, que subraya que el sindicato “prefiere no correr” para llegar a la mejor legislación posible, a sacar adelante una norma con rapidez que no sea todo lo ambiciosa que esperan.