La justicia declara falso autónomo al presidente de una de las asociaciones de 'riders' afines a Glovo y Deliveroo

Laura Olías

0

El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha declarado la existencia de una relación laboral entre Badr Eddine Hilali, conocido como Naruto, y Glovo. Es decir, que como han dicho ya en numerosas ocasiones los tribunales, concluye que el repartidor es falso autónomo. La sentencia destaca porque Naruto es en la actualidad el presidente de una de las asociaciones afines al modelo de autónomos de las plataformas digitales como Deliveroo y, precisamente, Glovo. Las multinacionales de reparto y la patronal de plataformas digitales han cerrado acuerdos, el último hace unos días, para defender su funcionamiento actual en el que los mensajeros no tienen contrato de trabajo frente a la legislación que prepara el Ministerio de Trabajo para reforzar el estatus laboral de estos trabajadores. Naruto denunció a Glovo en el pasado, antes de crear la Asociación Autónoma de Riders (AAR), y ahora destaca a elDiario.es que la “batalla contra Glovo fue a título personal, como rider no como una asociación”.

La sentencia del TSJ catalán falla a favor de Naruto, después de que su denuncia no fuera estimada en un primer momento por el juzgado de lo Social número 24 de Barcelona. Glovo, al contrario que Deliveroo, ha ganado varios casos en los tribunales en juzgados de primera instancia. El repartidor recurrió el fallo y ahora el TSJ concluye que existe relación laboral con la empresa de repartos que dirige el catalán Oscar Pierre. El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya se sumó el pasado marzo a los de Madrid y Asturias, que han concluido que los repartidores de Glovo son falsos autónomos.

Naruto confirma a elDiario.es la sentencia que declara la relación laboral con la plataforma y precisa que “Glovo tiene aún unos días para recurrir”. El presidente de la Asociación Autónoma de Riders (AAR) se resiste a valorar el fallo –“aún es pronto”– y afirma que cuando lo haga será “en un plató de televisión”.

“Glovo estudiando la sentencia del TSJ de Cataluña, ya que han habido hitos europeos que debemos tener en cuenta”, responden a este medio fuentes de la empresa. La compañía rechaza hacer más comentarios o declaraciones “al encontrarse dentro del periodo legal para recurrir y por estricto respeto al proceso judicial”, apuntan.

El presidente de AAR insiste en que esta causa solo afecta a su caso particular. “Llevo trabajando en un proyecto para que lo que me paso a mí en el 2017 como rider no vuelve a suceder a otro compañero o compañera”, afirma. En las empresas como Glovo y Deliveroo reconocen a esta organización y otras dos más (Asoriders y APRA) como representantes de los mensajeros “afines” a las plataformas, frente a colectivos como RidersxDerechos y sindicatos como UGT, CCOO, Intersindical e IAC, entre otros, que han denunciado ante la Inspección de Trabajo y judicializado el modelo laboral de estas compañías. La patronal Adigital difundió la semana pasada un acuerdo de “buenas prácticas” con AAR, Asoriders y APRA para evitar “los problemas derivados de la cesión de cuentas y del fraude”, entre otras cuestiones.

En las últimas semanas ha surgido además un nuevo colectivo, Repartidores Unidos, que organizó distintas manifestaciones el pasado 26 de junio –de las que este medio fue informado por parte de Glovo– para reivindicar su condición de autónomos. El colectivo tiene un chat de Telegram, con 336 miembros, en el que varios repartidores expresan su temor de que con la condición de asalariados ganen menos, pierdan autonomía y de que las plataformas reduzcan el personal actual e imposibiliten trabajar a algunas personas que lo vienen haciendo hasta ahora.

Uno de los promotores de Repartidores Unidos, Gustavo Gaviria, fue declarado laboral por la justicia tras la denuncia de oficio que presentó la Seguridad Social contra Glovo en Madrid, según la sentencia del pasado 11 de junio a la que ha tenido acceso este medio. Gaviria estaba inmerso en la causa de los repartidores extranjeros en situación administrativa irregular, que alcanzó a 68 mensajeros en total. La causa afectaba a “personas sin permiso de residencia, solicitantes de asilo o estudiantes sin permiso de trabajo y los que tenemos visado como autónomos”, afirma Gustavo Gaviria, de origen colombiano y que con su actual permiso de residencia solo puede prestar servicios como autónomo, explica. Él fue el único mensajero que se apartó del resto en el procedimiento judicial y defendió ante el tribunal su condición de autónomo, contra el criterio de la Inspección de Trabajo.

Gaviria reconoce que en las asociaciones y colectivos que reivindican la autonomía de los mensajeros hay bastantes personas sin permiso de trabajo, sobre todo muchos solicitantes de asilo venezolanos, que en la actualidad reciben sus ingresos de estas plataformas digitales y que intentan mantener su sustento. También de personas de avanzada edad que no encuentran trabajado en el mercado laboral. “Con el modelo laboral no hay trabajo para los 15.000 repartidores que hay ahora, no hay manera. Ahora cada quien se lleva al menos algo al mes. Podemos regularizar el sector con sus condiciones, para mejorarlas y que haya más protección, pero con el modelo de autónomos, que permita conectarnos y desconectarnos cuando queramos”, opina el impulsor de Repartidores Unidos, que pide que la ministra de Trabajo reciba también a su colectivo, como ocurrió con RidersxDerechos.

La autonomía pierde en los tribunales

La pretensión de autonomía de las asociaciones como AAR y las empresas no están siendo respaldada por la justicia española, que está concluyendo mayoritariamente que las relaciones entre los riders y las plataformas digitales son laborales. Pese a algunas victorias de Glovo en juzgados de primera instancia, como la que afectó a Naruto, los tribunales superiores de justicia coinciden por el momento en que estas compañías operan con falsos autónomos y así lo estima también la Inspección de Trabajo en sus actas de infracción levantadas contra Glovo, Deliveroo y Uber Eats. La Seguridad Social ha llevado también a las empresas ante la justicia para reclamar el dinero de las cotizaciones sociales impagadas, de momento siempre con éxito.

En las sentencias que declaran la laboralidad, los tribunales se basan en que las plataformas ejercen control de las condiciones de trabajo de los 'riders' a través de las plataformas y sus algoritmos, que imponen los precios que pagan a los mensajeros y las comisiones con los restaurantes, sin que los mensajeros tengan libertad real para acordar su prestación de servicios.

Hay que recordar que la definición de la relación laboral entre las partes no se elige (“quiero ser autónomo”), sino que se establece por la propia prestación de los servicios, si tiene las características propias de una relación laboral o de una autónoma. No todas las plataformas digitales siguen el modelo de autónomos, como el ejemplo de Just Eat, que subcontrata repartidores con contrato laboral, y de las cooperativas como Mensakas, que lanzó en RidersxDerechos.

El equipo de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, está involucrado en la preparación del anteproyecto de ley sobre el trabajo en plataformas digitales, con la intención de reforzar la laboralidad de los repartidores a domicilio. La pretensión de la ministra era presentar la ley antes de agosto, como confirmaron en su equipo a elDiario.es, pero los días pasan sin que se haya presentado aún el borrador legislativo, al contrario de lo que ha sucedido con el Anteproyecto de Ley sobre teletrabajo. Ambas regulaciones siguieron los mismos trámites iniciales, con la apertura del periodo de consultas públicas hasta el 22 de junio.

Asociaciones promovidas por las propias empresas

Las asociaciones como AAR han sido impulsadas desde las mismas plataformas de reparto. Fue el caso de Asoriders, que nació auspiciada por Deliveroo y no tiene apenas actividad pública, con una página web que ni funciona y una limitada presencia en redes sociales, en general para replicar contenido de la organización AAR. Asoriders se personó en el macrojuicio de la Seguridad Social contra Deliveroo en Madrid que perdió la empresa, en el que comparecieron varios mensajeros para defender su relación independiente con la plataforma. La defensa de Asoriders, al igual que la de Deliveroo, trató de cuestionar la imparcialidad de la inspectora de Trabajo que concluyó que los más de 500 mensajeros en Madrid eran falsos autónomos, algo que no convenció al magistrado.

La Asociación Autónoma de Riders (AARR) que preside Naruto también ha recibido el apoyo de Deliveroo, que mandó un correo a todos sus mensajeros promocionando los “beneficios” de adherirse a esta organización y a Asoriders, como que la empresa duplica la duración del seguro en caso de accidente. El email estaba encabezado con el logo de la Asociación Autónoma Riders.

Deliveroo además recauda las cuotas de los socios de AAR, como ha confirmado Naruto a elDiario.es y recoge el Acuerdo de Interés Profesional firmado el octubre pasado entre las partes: “Salvo que se indique lo contrario, el TRADE autoriza expresamente a Deliveroo para que retenga del pago de los servicios acordados que Deliveroo le deba abonar la cantidad equivalente a la cuota asociativa de la Asociación, de forma que Deliveroo abone la cuota asociativa debida a la Asociación”. El presidente de AAR explica a este medio que la intermediación de la empresa trata de evitar el fraude en las cuentas de mensajeros.

Naruto registró AAR en Barcelona en mayo de 2019 y es la más activa dentro de las asociaciones de mensajeros afines, con varios acuerdos con restaurantes y descuentos para mensajeros con talleres de motos y de aparatos electrónicos, según explica el presidente de la asociación a este medio y recoge su página web.

La organización defiende la condición de autónomos de los repartidores de plataformas digitales, pero también asume que existe precariedad en la prestación de servicios: “Junto con las condiciones en las que se trabaja, que se precarizan paulatinamente, está en juego nuestra condición de autónomos, que nosotros trataremos de defender y de velar para que de facto seamos trabajadores autónomos y que no se nos prive de ninguno de nuestros derechos”, recoge AAR en su web. Naruto asegura que busca la autonomía de los repartidores así como que se garanticen mejores condiciones de trabajo para los 'riders' y ha sido crítico con Glovo, por ejemplo, cuando la empresa rebajó a la mitad la tarifa fija que paga a los mensajeros en plena pandemia.